Docentes de la Escuela 11 de la Villa 21-24 denunciaron la muerte de una niña de 11 años, ocurrida este lunes en el Hospital Penna por la desidia y el abandono del Estado y del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: también en la ciudad más rica del país, niñas y niños se mueren de hambre. La voz de Ailén Galante, una de las docentes de la escuela porteña: “el Estado ya tenía un certificado de que la niña estaba desnutrida”, dijo.
Redacción: Chechu Rodríguez. Edición: María Eugenia Otero / Fernando Tebele.
Una niña de 11 años -de quien preservamos identidad por pedido de su madre- murió el lunes en esta ciudad. Junto a su familia, atravesaban una situación de muchísima vulnerabilidad que databa de años y requería la intervención de numerosos organismos estatales para un abordaje integral. Así lo detallan en el comunicado redactado por docentes de la escuela, que compartimos al final de esta nota.La Retaguardia dialogó con Ailén Galante, una de las trabajadoras de la educación. ”Hicimos todo lo que pudimos, hasta lo que no podíamos, intentamos por numerosos medios con organizaciones, con donaciones, con la comunidad, con el barrio, con las maestras de la escuela, conseguir todo lo que necesitábamos: útiles, ropa, zapatillas, todo lo que estaba necesitando, no solo esta familia sino muchísimas de la familias que tenemos hoy en día en la escuela que están siendo vulneradas por un Estado que solo piensa en sacar planes sociales, solo piensan desfinanciarmos las escuelas, en dejarnos sin intervenciones como para poder acompañar situaciones complejas donde la economía y el país cada vez están peor y las situaciones de nuestres pibis cada vez están peor y cada vez tiene menos futuro en vez de más futuro. Estamos denunciando a un gobierno que solo hace marketing con la educación, en vez de ocuparse de nuestras niñeces”, señaló dejando ver una mezcla de indignación y tristeza.
A pesar de los reiterados pedidos e informes elevados desde la escuela, la ayuda nunca llegó: “En realidad el Estado ya tenía un certificado de que la niña estaba desnutrida”. La intervención del Equipo de Orientación Escolar demoró tres años y aunque derivaron su caso a la Defensorìa Zonal, aún no han brindado respuestas a la situación, ni se tiene noticias de seguimiento alguno; La solicitud de un refuerzo hipercalórico de vianda, para paliar el hambre, fue rechazada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en todas las ocasiones en las que fue solicitada, incluso siendo acompañada de un certificado médico que indicaba su necesidad. Galante destacó que no es una situación aislada :”En realidad estamos denunciando una situación de vulnerabilidad y la desidia de un Estado ausente que mira para otro lado, desfinancia los pocos organismos estatales que pueden intervenir. El Equipo de Orientación Escolar es casi nulo. No tenemos formas de acompañar a las familias más que organizándonos entre la comunidad educativa, entre las organizaciones del barrio, los merenderos, los comedores, la juegoteca, con gente comprometida que pone fuerza y militancia en este tipo de actividades, porque si no fuera por eso el Estado nos deja sin nada”.
Cuando el Estado está ausente, es la comunidad la que se pone la situación al hombro. En este caso, durante los seis años que la niña concurrió a la Escuela 11 D.E. 5, los y las docentes de la escuela gestionaron turnos médicos, organizaron espacios de refuerzo escolar y pusieron a la familia en contacto con organizaciones barriales. Sin embargo, esta ayuda no fue suficiente. “Llamamos a una ambulancia desde la escuela con una situación urgente y tardan más de una hora llegar, si es que llegan porque a veces nos llegan. Las salitas en nuestros barrios no tienen turno. Hay que esperar más de 3 meses para tener un turno, para tener un certificado, para tener una derivación. Entonces, estamos denunciando un Estado ausente que mira para otro lado, que no es de ahora, que les ha sacado a les pibis el yogurt de las meriendas, que brinda viandas que son paupérrimas, cada vez peores”, indicó Galante a La Retaguardia. El día viernes 12 del corriente, la niña se descompensó en la escuela y, después de llamar al SAME dos veces -desde un teléfono particular, porque la escuela no tiene uno propio- y de esperar en vano una ambulancia del SAME que nunca llegó, la familia retiró a la menor. El lunes fue ingresada en la guardia del Hospital Penna, pero la niña no sobrevivió.
La situación en el barrio
Desde la escuela, el cuerpo docente denuncia que no fue un caso aislado. Sumado a la crisis socioeconómica que se vive en todo el país, las viandas se reducen en cantidad y calidad al tiempo que las escuelas de la zona sur de la ciudad reciben cada vez menos materiales y menos insumos. Ailén Galante dijo en ese sentido que “las dificultades son numerosas. En nuestros barrios, nuestras familias y nuestra comunidad están padeciendo los últimos años y esta crisis que estamos viviendo”. También dio cuenta de la tardanza de la asistencia de salud como parte del problema: “La ambulancia que nunca llegó es solo un síntoma de lo que estamos viviendo. Es la falta de atención, la falta de turnos médicos, la falta de alimento general, la falta de dinero. Son muchísimas vulneraciones que el Estado de esta jurisdicción, de este distrito, el más rico del país, decide mirar para otro lado porque no le interesa. No le interesan nuestres pibis, no le interesan nuestros barrios, entonces somos les maestres, la comunidad, la escuela, somos las familias comprometidas, las organizaciones del barrio, los merenderos, los comedores, las juegotecas, es muchas veces la salita, muchas veces articulamos con médicos y médicas que están comprometidas con el barrio, en nuestro caso con la Iglesia de Caacupé, para poder acompañar integralmente a familias, que son cada vez más las que más necesitan y nosotros en la escuela a cada vez tenemos menos recursos” y cerró con más indignación: “No tenemos ni un teléfono que funcione, básicamente tenemos que llamar a la ambulancia o a la familia desde teléfonos particulares. La verdad es que ya no tenemos otros recursos, apelamos en su momento al equipo de orientación escolar y con los pocos medios que ellos tienen también para poder actuar e hicimos todo la institucionalmente viable y posible para poder vehiculizar esta situación, que interviniera la defensoría zonal y que se pudiera hacer algo pero la realidad es que nunca tuvimos respuesta de nada y hace años que estamos con esta situación”.
A continuación, el comunicado:
Hoy estamos atravesades por el dolor, la impotencia y la bronca frente a la pérdida de una niña de nuestra escuela, consecuencia de la ausencia y la desidia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que sistemáticamente vulnera los derechos de nuestres pibis.
Tenía 11 años, era alumna de la Escuela 11 DE 5, de la villa 21-24, desde el año 2017 cuando comenzó primer grado. Ya en los primeros días de su ingreso a la escuela, se pidió la intervención del EOE (Equipo de Orientación Escolar) debido a la clara vulnerabilidad de derechos que atravesaba la niña y su familia. Durante los años 2018 y 2019 se presentó un certificado médico que indicaba la necesidad de un refuerzo hipercalórico de vianda. Dicho refuerzo, que era insuficiente, no se le otorgó el año pasado. Recién en el año 2020 el EOE deriva su situación y solicita la intervención a la Defensoría zonal. Esta solicitud se reiteró en los años 2021 y se actualizó en el 2022, pero al día de la fecha a la escuela nunca se le informó si hubo alguna intervención de dicho organismo.
Durante todos sus años en la escuela, fue acompañada continuamente por las y los docentes de manera integral: armando dispositivos focalizados en su aprendizaje tanto dentro como fuera del aula, consiguiendo turnos médicos, gestionando sus anteojos, ropa para que se abrigue, garantizando el almuerzo antes de ingresar al aula y articulando con las organizaciones del barrio. Los recursos y las herramientas que debería haber proporcionado el Gobierno de la Ciudad para acompañar a la niña y a su familia, nunca fueron suficientes, y en algunos casos inexistentes.
Fueron 6 años los que transitó en nuestra escuela. Seis años en los que el Estado estuvo ausente, en los que solo se obstaculizaron los intentos por intervenir frente a tanta vulnerabilidad e injusticia.
El viernes 12 de agosto, llegó a la escuela y se descompensó. Inmediatamente, se llamó al SAME para que pudieran asistir a la niña, desde una línea particular porque hace meses que el teléfono de la escuela no funciona. Luego de aproximadamente una hora y un segundo llamado al SAME, fue retirada de la escuela. La ambulancia nunca llegó. El lunes 15, la niña ingresó a la guardia del Hospital Penna, donde ya no hubo nada que hacer por ella.
Las maestras y maestros de la escuela señalamos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como principal responsable de la muerte de nuestra estudiante. Denunciamos el vaciamiento de todos los organismos del Estado que durante todos estos años deberían haber actuado en tiempo y forma, garantizando la salud, el cuidado y la integridad de esta niña y su familia; así como la de tantos/as otres estudiantes que se encuentran atravesando situaciones similares en las escuelas públicas del sur de la Ciudad de Buenos Aires.
Hoy en la ciudad más rica del país mueren niñes porque no se destinan recursos ni hay voluntad, de parte de este gobierno para proteger las niñeces.
BASTA DE HACER MARKETING CON LA EDUCACIÓN Y LA SALUD DE NUESTRES NIÑES.
LA ÚNICA REALIDAD ES LA MUERTE DE NUESTRA ESTUDIANTE Y NO LO QUE INTENTAN MOSTRAR.
EXIGIMOS URGENTEMENTE POLÍTICAS DE CUIDADO INTEGRAL PARA NIÑECES.
¡HOY SEGUIMOS GRITANDO NI UNX PIBI MENOS!
¡EXIGIMOS JUSTICIA!
¡EL Estado ES RESPONSABLE!
Docentes de la Escuela N° 11 DE 5