[Juan del Sur, para “El Turbión”, Colombia]
Hola amigos:
Por supuesto, totalmente de acuerdo con la propuesta de sumar solidaridades con las víctimas del genocidio que sigue cometiendo el Estado teocrático judío, con el beneplácito y el apoyo de las “democracias” hegemónicas.
Solo quiero apuntar que la cantidad de muertos y desaparecidos en el curso de los bombardeos y ataques letales de todo tipo contra Gaza NO ES NI REMOTAMENTE la que informa la Autoridad de la Franja.
Hamas pensará que esa cifra es tan pavorosa que podría volverse en su contra, así que la minimiza, y el Estado judío no tiene interés en ventilar sus cálculos, porque podrían ser intolerables para el mundo.
Pero lo cierto es que, conociendo la historia de otros bombardeos bestiales, como Tokio, Dresde, Hamburgo o Róterdam, por no hablar de Hiroshima y Nagasaki, y teniendo en cuenta las peculiaridades demográficas y urbanísticas de Gaza, podemos calcular que los números que se publican deberían multiplicarse por diez o, con más verosimilitud, por veinte.
Israel dice que ataca los puestos de comando de Hamas. Parece que esos puestos suelen ocupar varias manzanas.
Pensemos lo siguiente: cuando en una ciudad cualquiera se derrumba repentinamente un edificio ―digamos, de cuatro pisos―, contando con toda la maquinaria, electricidad, luz para seguir trabajando por la noche, y equipos de salvamento que pueden turnarse, solo al cabo de unos cinco días se puede dar por concluido el rescate de los heridos ―si los hubiera― y por establecido el destino de todos los habitantes de la casa.
En Gaza ―donde prácticamente no hay maquinaria, y si la hay tiene el combustible muy acotado; no hay electricidad; no hay forma de organizar nada, porque eso fue lo primero que Israel destruyó; tampoco hay equipos de rescate, y los edificios son aniquilados de a decenas a la vez― es un cachetazo a la inteligencia que la “Autoridad” dé por la mañana el saldo de muertos y heridos de los bombardeos ocurridos por la noche.
El Estado judío hasta ahora ha destruido decenas de miles de casas y, para él, todo lo que eso implica es ganancia: ha asesinado o discapacitado a miles de palestinos, ha destruido sus casas, su ciudad, sus medios de vida: no tendrán los sobrevivientes otro remedio que irse. O sea, ¡genocidio + limpieza étnica!
Gaza hace años. Cuando no había guerra.
Algunos pensamos que los gazatíes no eligieron muy sabiamente a sus dirigentes, pero lo mismo les sucede a todos los pueblos del mundo. O sea: ellos somos nosotros.
Recapacitemos, antes de que nos pase lo mismo.