Especialista ambiental advierte que el extractivismo indiscriminado del litio en la puna jujeña provocará un ecocidio en la región e indicó que uno los mayores efectos es la disecación del territorio.
30/05/2019
Así lo explicó, Fredy Carbonel, ambientalista de la Red Nacional de Acción Ecologista y la Unión de Asambleas de Comunidades de Argentina y Latinoamérica quien además realizó informes sobre distintas explotaciones mineras en el NOA.
“La extracción del litio en los salares alto andinos concentrados en Jujuy, Salta y Catamarca llevará a la disecación de nuestros territorios pertenecientes en su mayoría a comunidades indígenas ancestrales”, sostuvo el especialista.
La producción de litio en la puna jujeña, más precisamente en el departamento de Susques, se realiza en el extenso salar ubicado a más de 4 mil metros de altura, donde se registra una intensa radiación solar y permanentes vientos para la evaporación de salmuera.
“La extracción con el método de evaporación y decantación de sal muera para obtener litio es el método más económico para las corporaciones que lo producen. Emplea gran cantidad de agua de los acuíferos existentes y en estas regiones el agua es fundamental para la vida”, explicó Carbonel.
La obtención del carbonato de litio, se da tras un proceso que inicia con un bombeo de extracción de salmuera que es trasladada a un sistema de piletas y posteriormente mezclada en una planta de cal con el objeto de remover el magnesio, para finalmente llevarla a una planta donde con una reacción liquida con carbonato de sodio se obtiene el carbonato de litio.
“Desde mi punto de vista este sistema nos lleva a un ecocidio porque el carbonato de litio si bien se utiliza para la producción de baterías, lo que no se dice es que puede ser utilizado para reactores nucleares hechos para la creación de armas de guerra”, alertó.
En ese marco insistió el daño que produce en el territorio al ejemplificar que la extracción de litio –de similares características- que se realiza en el Salar de Atacama (Chile), donde las comunidades productoras agrícolas, tras 20 años de explotación de litio padecen grandes dificultades”.
Por ello destacó que los comuneros de Salinas Grandes y la Laguna de Guayatayoc, “nos están dando un claro ejemplo que no quieren este ecocidio en sus territorios”.
“El agua es vida como todos sabemos y tenemos que defenderla, el dilema está en que si queremos tener agua o tener baterías de un supuesto desarrollo que va en contra de la Pachamama”, señaló finalmente.