Exigen a la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires que declare admisible el juicio político al juez y las fiscales que actuaron en la causa por la desaparición de Luciano Arruga: Gustavo Banco, Roxana Castelli y Celia Cejas Martín.
“De cara a cumplirse 11 años de la desaparición y asesinato de Luciano Nahuel Arruga, nos encontramos otra vez batallando contra la impunidad”, difundieron los familiares y amigos de Luciano Arruga en la convocatoria a manifestarse frente a la Suprema Corte de justicia bonaerense en La Plata con una radio abierta. Lo hicieron el miércoles frente a los tribunales ubicados en 13 entre 47 y 48 en La Plata.
“Son los responsables de la impunidad”, aseguran sobre los funcionarios en los que recayó al principio la causa y son responsables de la pérdida de pruebas irrecuperables en la investigación, de mantener actuando a la misma policía denunciada y de perseguir a la familia con escuchas.
Los familiares de Luciano comenzaron a impulsar el Jury hace seis años, pero en este lapso tanto la Comisión Bicameral de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios de la Provincia, como la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia, tomaron la decisión de desistir de la acusación. “Nos dejan en soledad”, dicen.
“Si no hubiese sido por la familia, si no nos hubiésemos organizado, luchado, no hubiésemos encontrado los restos de Luciano, porque no encontramos un cuerpo, un cuerpo sobre el cual se pudiera periciar, que pudiera dar cuenta de las torturas que sufrió, encontramos restos óseos después de 5 años y 8 meses”, relató Vanesa durante la radio abierta.
Los restos de Luciano fueron hallados a casi seis años de su desaparición, aunque la familia denunció inmediatamente su ausencia y el hostigamiento policial que padecía el joven. Su perseverancia en la búsqueda de justicia hizo posible que en 2015 condenaran a diez años de prisión a Julio Diego Torales por torturar a Luciano durante una aprehensión en 2008.
Recién en 2014 dieron con el cuerpo de Luciano Arruga enterrado como NN en el cementerio de La Chacarita. Lo habían atropellado la misma noche de su desaparición, internado y operado en el Hospital Santojanni, donde falleció. Sus huellas, cruzadas con ese cuerpo identificado como NN, estaban en el expediente del destacamento de Lomas del Mirador por esa detención. El Estado tardó años en hacer el cruce de datos que podrían haberlo identificado.