La situación de las empresas recuperadas es crítica. A la falta de trabajo se le suma la grave situación tarifaria: deudas impagables que llevan a la empresa a autorizar los cortes. Al caso de Gráfica Patricios, se le suma que el suministro es el mismo para la fábrica, la Escuela Trabajadores Gráficos y el Centro de Salud 46. Un diagnóstico de esta coyuntura de urgencias y expectativas.
Por Lucas Molinari.
A diferencia de miles de empresas de capital privado, las cooperativas, en su mayoría, resistieron los últimos cuatro años sin cierres ni despidos. El ajuste estuvo en el retiro de cada trabajador, porque aumentaron todos los costos y bajaron las ventas. En el caso de las gráficas, la tinta y el papel se dispararon con el dólar, sumado a los tarifazos de los servicios públicos, corazón de la política anti-industrial del macrismo.
Llegaron las elecciones y el pueblo votó un cambio de rumbo que tarda en llegar. Es cierto que apenas pasaron dos meses de gestión, pero la mezcla de urgencia y expectativas parece hacer más lento el paso del tiempo.
Este miércoles una cuadrilla de Edesur quizo cortar el suministro de Gráfica Patricios ante una deuda impagable que alcanza 1,5 millones de pesos.
¿Por qué siguen los intentos de cortes de luz? Fuentes consultadas explican que sobre todo en Edesur el “trabajo es muy desordenado”. Se lograron acuerdos mediante la Secretaría de Energía para frenar los cortes, pero son de palabra. Nada escrito aún.
Quien promueve la defensa de las cooperativas es Eduardo “Vasco” Murúa, al frente de la Dirección Nacional de Empresas Recuperadas, que depende del Ministerio de Desarrollo Social. El Vasco es referente del MNER y proviene de IMPA, la metalúrgica del barrio de Caballito.
¿Por qué no hay nada escrito? Porque Murúa aún no está designado oficialmente, y además la reunión mantenida para suspender los cortes de luz a las recuperadas, se realizó con el dirigente platense Federico Martelli, que duró sólo diez días como funcionario del Ministerio de Energía. Una interna provocó su renuncia.
Por otro lado, el ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad) está paralizado. El 1 de febrero se debía elegir al interventor y todavía no hay novedades. Quien suena para ese cargo es Federico Basualdo, muy bien visto por el sindicato del sector APSEE (Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía), que integra la Corriente Federal de Trabajadores.
No es menor la tarea por delante: intervenir en una actividad clave para el desarrollo económico industrial argentino, además de bajar las tarifas domiciliarias. APSEE viene planteando la necesidad de romper con el esquema de las privatizadas y que el Estado tome las riendas del servicio. Sin embargo, el presidente Alberto Fernández descartó esa opción, aunque sí adelantó “desdolarizar” el cuadro tarifario.
Cabe destacar que Cristina Kirchner señaló, el sábado pasado desde Cuba, a las empresas eléctricas como partícipes de la fuga de capitales, que propuso investigar. A la vez, vale señalar la titular del Consejo contra el Hambre, Victoria Tolosa Paz, agradeció públicamente a Marcelo Midlin, de Pampa Energía, uno de los grandes beneficiarios de los tarifazos por “ayudar para garantizar que todos los argentinos tengan un plato de alimentos en su mesa”.
Mundo Patricios, en busca de compromisos para consolidar una gran experiencia popular
Gustavo Ojeda, sindico de la Cooperativa Gráfica Patricios, explica que se logró frenar por segunda vez el corte de luz de Edesur “por la gestión del Vasco Murúa y del sindicato Federación Gráfica Bonaerense”.
“No queremos dividir los suministros de energía”, plantea Ojeda, “si desde el 2004 le pagamos la luz a la escuela y al centro de salud ¿Por qué vamos a cambiarlo ahora? Lo único que necesitamos es trabajar”. Porque desde hace años el trabajo de los obreros gráficos abona el servicio eléctrico de gran parte del predio.
Por eso hay gestiones para que los Ministerios de Salud y Educación de la Ciudad de Buenos Aires impriman en Gráfica Patricios, como contraprestación que sería muy beneficiosa para la Cooperativa.
Es decir que con la fábrica funcionando se pueden pagar, incluso gastos de una escuela y un centro de salud, que dan trabajo a más de cien personas y un servicio comunitario a todo el barrio.
En esa misma línea trabaja el sindicato Federación Gráfica Bonaerense. Juan Litwiller, prosecretario de organización, es quien recorre de manera permanente las cooperativas y estuvo en cada gestión con Edesur, y detalla los puntos centrales que se siguen reclamando: “Lo que se necesita es que haya una tarifa diferencial para las recuperadas, que se condonen las deudas que son impagables y que se frenen los cortes por seis meses, hasta que se ordene el nuevo esquema tarifario”.
A la vez el sindicato gráfico está esperando definiciones del Ministro de Educación Nicolás Trotta, que lanzó el “Plan Nacional de Lecturas”: “Queremos hablar de impresión de libros, que haya un cupo para las cooperativas”, plantea Litwiller.
Los gráficos construyeron con editoriales, entre otros actores, la propuesta del INLA (Instituto del Libro Argentino INLA), que fue impulsado por Daniel Filmus, para promocionar el libro de manera federal. Se mantiene la idea que también se buscará que lo tome el ministro de Cultura, Tristán Bauer.
Es decir, hay mucha expectativa, mucho trabajo en propuestas, en proyectar, en reuniones, en buscar hacer entender el carácter estratégico de la economía popular en un entramado industrial castigado, concentrado y extranjerizado. Todo esto “a paso de tortuga” planteó un dirigente sindical, “porque la negociación de la deuda externa determina todo y en toda la administración pública la respuesta sigue siendo que aún no hay presupuesto”.
Lucas Molinari es conductor de Punto de Partida (Lunes a Viernes de 8 a 10 hs. por Radio Grafica FM 89.3 CABA)