Según las últimas publicaciones, el día 1º de octubre vuelven los vuelos internacionales. Aunque la realidad es que llevamos tiempo sin saber nada al respecto, y las dudas crecen conforme las fechas se acercan, ya estamos a menos de dos semanas..
Parece ser que ya existe un protocolo unificado, y que ya se encuentra consensuado. Pero la realidad es que según las declaraciones de los principales gobernadores de las provincias no parece haber unanimidad. Hay quienes quieren comenzar a reabrir vuelos para ayer, hay quienes no tienen ninguna prisa, y hay quienes querrían comenzar a recibir viajeros pero con ciertos requisitos como la cuarentena, los PCR y demás.
Por otro lado, los países destino u origen tampoco parecen estar alineados. Desde el extremo de México, que nunca llegó a cerrar vuelos, o el de EEUU que no requiere pruebas ni cuarentena al viajero, a países que no tienen fecha prevista de reapertura de vuelos, pasando por casos intermedios como Colombia, que reabre vuelos pero solo con ciertos países (7 u 8 hasta el momento)
Desde luego, con el tiempo que llevamos sin poder viajar de un país a otro, no es el escenario que cabría esperar. Y alguien debería de poder arrojar un poco de luz al asunto. Desde nuestra ignorancia creemos que reabrir los vuelos exigiendo PCRs y cuarentenas a los viajeros, es la opción más adecuada. Qué menos que saber que no vamos a pasar de 2 a 12 horas en un avión con viajeros contagiados. Pero nos sentiríamos mucho más tranquilos si algún organismo competente, como la OMS, que para muchas otras cuestiones sí que se ha manifestado, diese alguna recomendación, o si los principales países de cada continente llegasen a algún tipo de consenso.
Pero parece que el camino es otro. Y Argentina y el resto de países no tienen nada claro cuál es la mejor opción. Por lo que todo apunta a que octubre será un mes de testeos para quien se atreva. Se abrirán algunas rutas comerciales, y se estudiará el impacto que se genere con el tráfico de viajeros. Eso sí, cada país a su cuenta o riesgo. Y nos parece una lástima, que después de todo por lo que hemos pasado, no seamos capaces de llegar a una postura común, encontrando una solución óptima. Ya que está claro que si nadie sale de su casa hay menos opciones de contagio, pero si alguien va a subirse a un avión, debería tener más que claro si se está poniendo en riesgo o no. Y no porque lo diga la aerolínea de turno, que obviamente quiere llenar sus vuelos, si no porque lo diga alguna autoridad del calibre de la Organización Mundial de la Salud