Mediante la firma y adhesión a la Campaña “Con nuestro pan no”, las organizaciones buscan revertir la decisión del Gobierno nacional de introducir estas semillas en los campos argentinos.
Escuchar/Descargar el reporte de Juan Burba desde Radio Tierra Campesina de Jocoli, Mendoza.
Crece el rechazo por el ingreso al país del trigo transgénico que es resistente a la sequía y a un poderoso agrotóxico. A través de la Campaña “Con nuestro pan no”, diversas organizaciones buscan revertir la decisión del Gobierno nacional de aprobar esta semilla, que es promocionada por la empresa Bioceres.
En octubre pasado, el Gobierno nacional aprobó el cultivo comercial del trigo HB4, una variedad transgénica que promete ser resistente a la sequía y es tolerante a un herbicida que es más tóxico que el glifosato: el glufosinato de amonio.
En ese marco, Fernando Frank, integrante de Acción por la Biodiversidad, aseguró que los datos del trigo en cuestión “no son muy contundentes” y dudó que se trate de un trigo que “tolera la sequía”.
“Hay muy poquitos datos y estudio. Por ahora tenemos que lo afirma la empresa que lo vende, una complicidad más que un conocimiento”, manifestó en comunicación con Radio Tierra Campesina.
El autor del informe El pan en manos de las corporaciones explicó las consecuencias de cultivar este tipo de trigo: “Quiere decir que en el mediano o corto plazo esa mina derivada de ese cultivo va a estar rociada por venenos que inevitablemente van a quedar en el grano y, por lo tanto, en la harina”.
Por otro lado, Frank consideró que si se “descontrola la regulación de semillas corremos el riesgo de que los trigos no transgénicos estén contaminados con esto genes que le van a dar la característica de transgénico”.
Argentina fue el primer país en el mundo en aprobar el trigo transgénico. Por eso, mediante la firma y adhesión a la Campaña “Con nuestro pan no” las organizaciones buscan revertir la decisión del Gobierno nacional.