En Teherán, capital de Irán, después de que Mahsa Amini, de 22 años, fuera detenida y golpeada por la «policía de la moral» por no llevar correctamente el pañuelo en la cabeza y perdiera la vida el 16 de septiembre como consecuencia de la violencia policial, se desató una ola de ira que se ha extendido por todo el país en 6 días.
La ola de protestas que comenzó con las mujeres que se quitaban el pañuelo y se cortaban el pelo se ha extendido por todo el país, especialmente en el Kurdistán oriental. Las protestas organizadas por las y los estudiantes en las universidades fueron acompañadas por los comerciantes que bajaron las persianas y luego sectores de la clase trabajadora como el del petróleo y el vidrio. se pusieron en huelga. Ciudades como Keraj, Tabriz, Mashhad, Kish, Kerman, Yazd, Rasht, Kermanshah, Ardabil, Isfahan, Urmia, Qazvin, Zanjan, Ilam, Hamadan, Mahabad y la capital, Teherán, son los principales focos de protestas.
La ira masiva del pueblo trabajador de Irán, especialmente de las mujeres, contra la violenta represión de las protestas por parte del régimen dictatorial ha adquirido un carácter popular y antimulista (un mulá es un miembro del llamado clero chií, cuyos líderes son los ayatolás y que en Irán son parte del poder). Con los eslóganes «¡Todos somos Mahsa, lucharemos hasta el final!», «¡Mujeres, vida, libertad!», «¡Muerte al dictador!», «¡No queremos la República Islámica!» y las reivindicaciones contra las instituciones islamistas y patriarcales del régimen «¡Abolir la policía de la moral, cerrar el Ministerio de Cultura y Orientación Islámica!», «¡Deshacerse del Besij!», «¡Abolir Velayat-e Faqih!» (El máximo órgano legislativo del régimen iraní formado por 14-15 mulás), el pueblo iraní quemó carteles de Jomeini y Jamenei, las figuras del régimen represivo de los ayatolás, y ocupó edificios municipales en algunas regiones.
Como resultado de la intensa violencia policial (con balas de goma y reales) para reprimir la movilización de masas, al menos 35 personas perdieron la vida, y se dice que el número de heridos y detenidos es de cientos de personas. Por otra parte, el régimen dictatorial está intentando bloquear el acceso a Internet y a las aplicaciones de comunicación como WhatsApp e Instagram para impedir que el pueblo trabajador se comunique.
Desde la Unidad Internacional de los Trabajadoras y Trabajadores- Cuarta Internacional (UIT-CI), nos solidarizamos con las mujeres, con los sectores populares y del pueblo trabajador de Irán que se rebelan contra el régimen represivo, dictatorial e islamista que lleva 43 años en el poder. Las manifestaciones en curso en el país hoy son una continuación de las movilizaciones contra las políticas de explotación capitalista en 2017, la ola de huelgas en 2019 y las protestas del «Miércoles Blanco» organizadas por las mujeres iraníes contra la ley del velo obligatorio. Las reivindicaciones de las mujeres y las personas LGBTI+ contra la opresión y por la igualdad de género, de la clase trabajadora iraní contra la explotación capitalista, del pueblo kurdo por la autodeterminación se unen hoy en una ola de ira contra el régimen dictatorial.
La lucha de las mujeres y del pueblo trabajador contra el régimen iraní, que es una de las fuerzas más importantes de la contrarrevolución en la región, es de gran importancia para todos sus pueblos.
A escala internacional, la actual movilización popular de las mujeres y el pueblo trabajador de Irán se sitúa en el mismo terreno que muchos pueblos que luchan contra la creciente crisis del capitalismo mundial y sus consecuencias sobre la caída del nivel de vida de las masas.
El punto decisivo en esta lucha de las mujeres, de la clase obrera iraní, y del colectivo LGBTI+, del pueblo kurdo, cuyas reivindicaciones contra el régimen dictatorial son comunes, es que durante las movilizaciones las masas construyan su propia autoorganización y que en l camino de terminar con el régimen reaccionario luchen por un gobierno de la clase trabajadora y los sectores populares de Irán. Los y las socialistas iraníes, las organizaciones de la clase trabajadora independientes, las organizaciones de mujeres y las organizaciones del Kurdistán oriental tienen una importante responsabilidad en este sentido.
De acuerdo con esta perspectiva, la Unidad Internacional de los Trabajadoras y Trabajadores- Cuarta Internacional, expresa su solidaridad incondicional todo con la lucha de las mujeres y del pueblo trabajador de Irán.
A escala internacional, llamamos a todas las organizaciones que se reclaman democráticas, de izquierda, a los sindicatos, organizaciones de mujeres y LGBTI+ a solidarizarse con las reivindicaciones de las mujeres iraníes contra la opresión, las políticas misóginas y la creciente violencia estatal y policial del régimen dictatorial y a organizar acciones comunes, ¡especialmente frente a los consulados iraníes!
¡Abajo el régimen capitalista y dictatorial iraní!
¡Alto a la violencia y a la criminalización de las movilizaciones!
¡Alto a la opresión patriarcal y a la explotación capitalista de las mujeres!
¡El pueblo quiere la caída del régimen!
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI)
25 de setiembre de 2022