Marcos Bazán testimonió este miércoles en la novena jornada del Juicio por el Femicidio de Anahí Benítez. Contó que cuando estuvo detenido en la DDI de Avellaneda uno de los policías le dijo que si entregaba a sus amigos quedaría libre. De no ser así, le dijo que en la cárcel la iba a pasar muy mal porque el padre de Anahí, quien había estado preso, conocía mucha gente.
Lomas de Zamora – Pablo Ezequiel Cuello, entonces Jefe de Operaciones de la Dirección de Homicidios de Lomas de Zamora, es el policía que, según dijo Bazán, lo visitó en la DDI de Avellaneda, y que le manifestó que su caso era muy raro, muy extraño y que si entregaba a sus amigos quedaría libre.
Seguidamente, según Bazán, el policía le señaló que el padre de Anahí había estado preso y que conocía mucha gente dentro de la cárcel y que lo iba a hacer “quedar para la mierda”, sea culpable o no.
Bazán declaró este miércoles pese a la recomendación de su psicóloga de que no estaba en condiciones psíquicas para dar testimonio.
Recordó las actividades que hacía cotidianamente y especialmente el desarrollo de la semana del 29 de julio – fecha de la desaparición de Anahí – al 4 de agosto cuando se produce el hallazgo del cuerpo de la joven, a poco menos de 300 metros de su casa.
Posteriormente, relató que de la DDI de Avellaneda lo trasladan policías de civil – en un auto sin identificación ni patente – a la DDI de Monte Grande y de ahí a la alcaldía de la Unidad Penitenciaria Nº40. Ahí en la UP 40 comparte por unos días la celda con Marcelo Villalba. “Hacete cargo de lo que hiciste”, lo increpó Bazán a Villaba para que contara la verdad, según expresó en su testimonio.
Relató también, que unos presos lograron grabar a Villalba cuando contó lo que había hecho y que con él estaban otras personas, pero esa grabación no se escuchaba bien, indicó Bazán, y agregó que después de eso no lo volvió a ver porque lo trasladaron de pabellón.
“La famosa tijera de la que tanto hablaron”, dijo Bazán, “cuando la vi estaba en muy mal estado. Pero lo que me llamó más la atención”, agregó, “fue que la etiqueta estaba impecable y no se entiende con lo que había llovido esos días”.
“Los medios de comunicación me hicieron mierda diciendo que había abusado de una menor. Siempre dije la verdad, no sé si alguna vez se sabrá lo que paso. Yo, pensé que como máximo iba a estar una semana en la cárcel. Que me iban a investigar y que como no iban encontrar nada me iba en una semana. Y estuve cinco años encerrado”, expresó Bazán.
“Cuando traen al perro me dijeron que iba a ladrar si encontraba algo. Cuando escucho ladrar al perro, pensé que no podía ser, porque nunca había estado en el terreno ni en mi casa Anahí. El adiestrador (en referencia a Diego Tula) sabe la verdad”, declaró sobre el final de su testimonio.
Una vez concluido el testimonio de Bazán la Fiscalía pidió ver unos videos que forman parte de la instrucción del primer juicio donde se ve en imágenes de cámaras que el día 29 de julio, cuando desaparece Anahí, el auto de Robert circulando por la esquina de Santa Filomena y Madrid, a metros de la casa de Alejandro Duarte, alias el gordo Mani. Lo mismo el día 3 de agosto. Varios testigos señalaron, en este segundo juicio, que según rumores que circularon en el barrio o por dichos de otros, la joven permaneció secuestrada en la casa del gordo Mani y que la trasladaron en muy mal estado, en el auto de Robert a la Reserva de Santa Catalina.
El primer juicio por el femicidio de Anahí Benítez declaró culpable a Marcos Bazán. El 28 de diciembre de 2021 la Cámara de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires emitió un dictamen donde ordenaba la realización de un nuevo juicio, con otros jueces, que se ponga en libertad a Marcos Bazán y que para ese segundo juicio también debía estar imputado Marcelo Villalba. Los fundamentos del dictamen se centraron, principalmente, en la manipulación que se hicieron de muchas de las pruebas y de los testigos.
El próximo miércoles 5 de abril se escuchara el alegato de la Fiscalía. En tanto, el jueves 20 y el viernes 21 será el turno de los alegatos de los abogados defensores de Marcos Bazán y del abogado de Marcelo Villalba.