Sometimiento, resignación o resistencia: tres posturas frente a la Deuda
Argentina afronta nuevamente enormes vencimientos de una deuda externa que no puede saldar. El país ha quedado otra vez entrampado en la conocida secuencia de compromisos que desbordan su capacidad de pago. Esa asfixia financiera generada por los poderosos agobia a las mayorías populares.
Pero el repetido peligro de una cesación de pagos presenta esta vez una modalidad diferente al formato tradicional. El acreedor comprometido con los vencimientos del país no es un banco o un fondo de inversión, sino el propio Fondo Monetario Internacional.
Un escándalo internacional
La deuda con los financistas extranjeros privados fue refinanciada el año pasado, mediante el canje de viejos bonos incobrables por nuevos títulos igualmente impagables, pero con fechas más prolongadas de...