La verdad sobre la guerra
de Irak.
En
primer lugar es necesario dejar claros cinco puntos que considero de vital
importancia para comprender esta guerra:
1.- Esta
guerra no es el resultado de un fracaso de la diplomacia. Las
naciones normalmente usan la diplomacia para evitar tener que recurrir a la
guerra. Después de que Iraq invadiese Kuwait en 1990, numerosos intentos de
diplomacia fueron realizados por Francia, la Unión Soviética y la Liga Árabe.
Todos ellos se fueron a pique, sobre todo por la intransigencia de la primera
administración Bush. En el caso actual, la segunda administración Bush ha
intentado usar "la diplomacia" para inventarse una guerra a partir de
razones totalmente falsas, sin intentar negociar con Iraq. De hecho, a medida
que Iraq ha ido haciendo concesión tras concesión, se ha visto cada vez más
claro que cualquier posible irrisorio arsenal que Iraq tuviese, podría haber
sido encontrado y desmantelado si las inspecciones hubiesen continuado. La presión
de los Estados Unidos para conseguir que otros países apoyasen la guerra pasó
a ser extremadamente dura y coercitiva. Aunque estos intentos no tuvieron éxito,
en ningún caso buscaban prevenir la guerra.
2.- Esta
guerra no es una guerra preventiva. Para
prevenir una amenaza de guerra, debe existir una razón creíble para pensar que
la amenaza existe y que ninguna otra estrategia podrá acabar con ella. Una
amenaza supone capacidad e intención. La administración Bush no ha sido capaz
de demostrar que Iraq tenga esta capacidad, y no se ha intentado demostrar que
Iraq tuviese además la intención de atacar.
3.-
Esta guerra no tiene nada que ver con las armas de
destrucción masiva. Con
el paso del tiempo, las mentiras, medias verdades y distorsiones de la
administración han llegado a ser totalmente ridículas. Desde historias de
terror sobre un "vehículo aéreo no tripulado" que se descubrió era
únicamente un planeador que se mantenía unido con alfileres pegados con saliva
y cable de embalar, a documentos inventados que afirmaban que Iraq estaba
intentando comprar uranio a Níger. La existencia de laboratorios biológicos móviles
fue refutada por los inspectores de armas, como lo fue la pretensión de que
Iraq estaba o había estado en disposición de construir armas nucleares. Y por
supuesto, las inspecciones en curso habrían garantizado que no se pudiera
construir ningún arsenal.
4.-
Esta guerra no tiene nada que ver con el terrorismo.
Esta
acusación es todavía más absurda. Lo mejor que pudo conseguir la administración
Bush ha sido un militante jordano: Abu Musab al-Zarqawi, miembro de Ansar
al-Islam, grupo cuyos lazos con Al Qaeda o el gobierno iraquí carecen de base.
Un reciente informe de la inteligencia británica concluye que no hay vínculo
entre Iraq y Al-Qaeda.
5.-
Esta guerra no tiene nada que ver con la liberación
del pueblo irakí.
Al
gobierno de Estados Unidos no le importa lo más mínimo la existencia de
democracia real en Iraq. En 1991, cuando un levantamiento popular ponía en
peligro la permanencia de Hussein en el poder, Estados Unidos intervino para
mantener el gobierno de Hussein. La razón expuesta más tarde por los
funcionarios, es que el gobierno de Estados Unidos buscaba un golpe militar para
preservar lo que Richard Haas, del Consejo de Seguridad Nacional, definió como
"el régimen de Saddam pero sin Saddam". Desde el 11 de septiembre la
Administración Bush ha financiado un golpe de estado en Venezuela, instalado un
régimen títere en Afganistán y demolido las protecciones democráticas básicas
en Estados Unidos. Sería irónico que la administración quisiese democracia
para los iraquíes pero no para los americanos. Los planes para Iraq claramente
implican establecer otro régimen títere.
En
segundo lugar es necesario aclarar el significado real de los numerosos
eufemismos que utilizan los medios oficiales para confundirnos.
Tácticas
terroristas. Así se define la heroica resistencia del pueblo
irakí ante un enemigo abrumadoramente superior en armamento que invade su país
al margen de la legalidad internacional y sin causa alguna que lo justifique. Un
enemigo que ha tenido además la desvergüenza de utilizar a Naciones Unidas
para desarmar efectivamente Irak antes de atacarlo.
Guerra
limpia. Se trata de un tipo de guerra donde todas las bajas
pertenecerían a un solo bando, dejando al otro (en este caso, el agresor) con
un mínimo de pérdidas.
Guerra
quirúrgica. Se trataría de una táctica que solo exterminaría
a los irakíes "malos", es decir, los que no quieren ver su patria
invadida por fuerzas hostiles extranjeras cuyo único propósito es apropiarse
de sus recursos. Ante el total fracaso de este concepto, Irak es ahora
bombardeado indiscriminadamente.
Daños
colaterales. Presentados por los medios oficiales como
inevitables en toda guerra, se refieren nada más y nada menos que a las bajas
civiles, que como se puede ver se están disparando de forma alarmante.
Fuego
amigo. Accidentes mortales debido a la incompetencia en la
organización militar, los nervios y el apresuramiento táctico.
Liberar.
Ocupar por la fuerza un enclave, en contra de la voluntad de sus ocupantes.
Legal.
Todo aquello que conviene a los intereses de EE.UU.
Ilegal.
Todo aquello que no conviene a los intereses de EE.UU.
La
arrogancia de los halcones del pentágono llevó a elaborar una serie de
predicciones, en el cumplimiento de las cuales se basaba la estrategia de esta
campaña: ninguna de ellas se ha cumplido.
La
población recibiría amistosamente a las tropas invasoras. Nada
más lejos de la verdad: los invasores han sido recibidos como lo que son, es
decir, una fuerza hostil extranjera cuyo único propósito es humillar al pueblo
árabe y expoliar sus recursos.
Habría
rendiciones masivas nada más llegar. Todo lo contrario, la
resistencia que las fuerzas armadas, las milicias y el pueblo ha opuesto a los
invasores, con sus escasos medios, son en toda regla una verdadera gesta heroica
digna de recordarse en los anales de la lucha de los pueblos por preservar su
libertad.
El
régimen se derrumbaría. La atroz invasión de las fuerzas
anglonorteamericanas ha conseguido galvanizar todo el país en apoyo de su
líder. Al mismo tiempo, han elevado a Saddham del papel de dictador impopular
al de verdadero héroe de la resistencia de la causa árabe frente al
imperialismo estadounidense.
Se
sublevaría la población shií. Ahí también se equivocan. Lois
rumores de un levantamiento en Basora no solo son falsos sino que más de 200
jefes de tribu han declarado su lealtad a Sadham y han puesto a su disposición
más de 200.000 hombres armados (las mismas tribus que diez años atrás eran
hostigadas por el régimen de Sadham).
La
opinión pública mundial. Millones de personas en todo el mundo
se han levantado en un grito unánime de condena a los descarados manejos de
EE.UU, cuyas verdaderas intenciones en el conflicto, a pesar de todas sus
mentiras, han quedado por fin al descubierto ante todo el mundo. Esta es la gran
baza con la que el pentágono no contaba y que puede acabar por aislar
internacionalmente la política terrorista de EE.UU.
Turquía
permitiría el paso de una columna del ejército. Al final la
ética ha predominado sobre el interés, y la astronómica cifra ofrecida por
EE.UU. para "sobornar" al Gobierno turco ha sido rechazada.
La
campaña informativa orquestada por el pentágono es una sarta de mentiras
destinada a manipular la opinión pública y ocultar al mundo la verdadera
dimensión del conflicto.
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La
censura en el territorio de EE.UU. es total, estando las grandes cadenas
nacionales al servicio de los intereses del pentágono. No se publican imágenes de matanzas, ni de prisioneros americanos, ni mucho menos de
marines muertos. Se miente sobre la evolución de los frentes de guerra y se
minimiza el alcance de lo que cínicamente llaman "efectos
colaterales". Se clausuran medios informativos independientes y se
despiden reporteros "molestos" (como ha pasado con Robert Fisk).
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Se
llega a intimidar a los reporteros independientes que se adentran en la
zona, que son tratados como delincuentes por las tropas "aliadas".
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Se
anuncia la toma de las ciudades cuando apenas se han iniciado los combates,
y días después trasciende que los enclaves supuestamente
"controlados" siguen en duros combates.
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El
número de bajas reconocidas por los mandos "aliados" es ridículo
si se considera el elevado número de jornadas de combates cuerpo a cuerpo
en las calles de las ciudades. Después de la guerra, tarde o temprano, el
mundo sabrá la verdad. De momento, conviene ocultarlo para evitar una
respuesta hostil por parte de la opinión pública norteamericana.
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Frente
al mundo, se minimizan las protestas populares que tienen lugar en EE.UU.
Hay que tener en cuenta que estas protestas son tan solo una punta de lanza
del verdadero sentir de la población, ya que la represión policial en
EE.UU. es brutal y ello disuade a mucha gente.
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Los
kurdos del norte de Irak no apoyan a los anglonorteamericanos: lo hacen las
guerrillas armadas apoyadas desde hace años por EE.UU. La supuesta lucha
con una guerrilla islámica vinculada con Al-Qaeda no es nada más que la
represión de un foco de resistencia entre la población kurda, que por
supuesto no tiene nada que ver con Al-Qaeda.
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La
tan vitoreada llegada del Sir Galahad es una burla a la población irakí.
Se nos ha montado como una película de Hollywood. Lo que la gente no sabe
es que antes de la guerra llegaba a Irak procedente de Naciones Unidas un
volumen de ayuda humanitaria equivalente a 32 Sir Galahad al día.
Los bombardeos pusieron fin a esta ayuda humanitaria. Por cierto,
¿saben ustedes que en julio del 2002 Bush y Blair bloquearon 5.000.000.000$
de ayuda humanitaria para Irak?
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El
ataque a Irak está planeado desde, por lo menos, inicios del 2002. EE.UU.
nunca ha tenido voluntad ni intención de negociar.
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