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LA INSEGURIDAD DEL CAPITALISMO
Por Refundación Comunista Argentina -
Tuesday, Apr. 27, 2004 at 2:52 PM
refcomarg@yahoo.com.ar
Declaración sobre la inseguridad en el capitalismo
El crimen de Axel
Blumberg, y la masiva marcha de repudio a dicho crimen, ha instalado en la
sociedad la cuestión de la seguridad como uno de los problemas centrales que
afecta a millones de personas. En torno a este hecho, se
han abierto varias polémicas, la primera de ellas es sobre que entendemos por
seguridad o inseguridad. La burguesía siempre a entendido dicho concepto de una
manera estrecha, funcional a sus intereses como clase, limitado a la protección
de sus riquezas, al disfrute de sus posesiones que, por supuesto, incluye como
valor supremo la “seguridad” sobre
la posesión de su propia vida, y a considerado cualquier amenaza, real o
supuesta, sobre las mismas como una verdadera amenaza a sus intereses. Todo
burgués que se precie de tal, desea disfrutar de sus viviendas, sus country,
autos, buenos restaurantes, lugares de vacaciones, exige “libertad para hacerlo y que se le respete ese derecho” Por el contrario, las
fuerzas revolucionarias de la clase obrera, siempre hemos sostenido una visión
mucho más amplia de estos conceptos. Para aquellos que nada o poco tienen, para
los que el disfrute de la vida y la naturaleza es siempre un anhelo postergado,
la seguridad, pasa en primer lugar por poder garantizarse una vida más digna,
más humana, aquí la seguridad asume aspectos muchos mas concretos: tener un
trabajo, salarios dignos, poder sostener la familia, acceder a la salud,
educación, vivienda, descanso. Es evidente que en una
sociedad dividida en clases, la seguridad o inseguridad no tiene el mismo
significado para todos sus miembros, La trampa política e
ideológica consiste en vincular y limitar el problema de la seguridad, al
problema de la delincuencia, en aceptar como bueno el concepto que la propia
burguesía impone para garantizar su propia seguridad, borrando el hecho
concreto de que en la sociedad capitalista millones de familias proletarias
carecen de las más mínimas condiciones para garantizar su seguridad en sus
condiciones de vida. Basta que pierdan el trabajo, para que toda su vida se
desbarate. La burguesía siempre a
considerado un peligro para su seguridad las luchas de los trabajadores, las
ocupaciones de fabricas, los cortes de calle, los piquetes, las marchas, las
ocupaciones de tierras y ni hablar de las luchas de las organizaciones
revolucionarias, los llamados “delincuentes
subversivos”. Sin embargo, no siempre se preocupó por la delincuencia
común, ¿será porque entre ellos hay muchos que la ejercitan? ¿Que son sino los
que vacían las empresas, los que organizan el contrabando, los que vacían los
bancos, los que coimean a sus propios políticos, los que saquean al País, los
que asesinaron a los 30.000compañeros, la impunidad, los que venden leche
podrida?. Solo ahora, que una forma particular de delincuencia, básicamente los
secuestros (en los últimos ocho meses se pagaron en el gran B. Aires 3.200.000
$ en rescates) golpean a sus puertas sale a pedir mas mano dura y represión.
Pero salvo la lógica de la burguesía, queda claro que represión no es igual a mayor
seguridad para todos. Hablar en general de los
problemas no ayuda a esclarecer las cosas y en el tema de la seguridad, salvo
que se encuentre una forma de eliminar todos los aspectos concretos que
constituyen esta sociedad, con sus clases sociales, sus dieciocho millones de
pobres, sus seis millones de desocupados, sus dos millones cuatrocientos mil
jóvenes entre 14 y 24 años que no trabajan ni estudian, hablar en general de
los problemas es también una forma de escamotear la realidad, y la burguesía parece
haber encontrado en el auge de la delincuencia la forma de igualarnos a todos,
a pobres y a ricos, a amos y a esclavos. En esto, dicen, “no hay derechas
ni izquierda”, pero en realidad, lo que están haciendo es tratar de
hacer pasar “su política”, lo que deja al desnudo que la lucha de
clases también se da en este terreno. Al reducir la cuestión
de la seguridad al problema de la delincuencia, la derecha deja en la oscuridad
que existen dos formas o tipos de delincuencia, en donde siempre algunos de los
elementos que la practican actúan en combinación. Una que es propia del
sistema y que la practican cotidianamente muchos miembros de la burguesía,
adulterando la calidad de los productos, coimeando, cobrando sobreprecios,
violando las leyes que protegen a los trabajadores, delincuencia esta que
encuentra su máxima expresión en el uso del aparato del estado para el
enriquecimiento de los funcionarios de turno, y en la represión sistemática
contra los trabajadores y los sectores populares, llegando al uso de la
torturas físicas, el asesinato y la desaparición de personas. Este tipo de
delincuencia es estructural al sistema social y solo desaparece con la derrota
de la clase burguesa. Esta delincuencia es infinitamente más peligrosa para el
Pueblo, como muestra están los Videla, Astiz, Menen, Maria Julia, los policías
de gatillo fácil y sus 1.508 asesinatos y tantos más. El otro tipo de
delincuencia es fundamentalmente de origen social, más allá de que siempre en
la sociedad existen personas que hacen del delito una profesión. Cuando la
delincuencia se transforma en una actividad en la que participan miles de
personas, particularmente jóvenes, que roban, asaltan y matan, sin importar a
quien y por cualquier valor, este solo hecho esta indicando que la sociedad
actual esta empujando a la desesperación y a la locura a millones de personas,
que desprecian la vida ajena, a partir de una total desvalorización de la
propia vida. Este tipo de delincuencia baja drásticamente modificando
las causas sociales que la generan, transformando esta sociedad injusta y
deshumanizada, valorando la vida de cada miembro de la misma, creando
condiciones más humanas para el desarrollo de cada uno. Baja drásticamente con
la revolución y el socialismo. Buena parte de la
burguesía propone atacar el fenómeno de la delincuencia, dejando intacta las
causas que la generan. Proponen endurecer penas, bajar la edad de la
imputabilidad, restringir el régimen de libertades y excarcelaciones etc.,
actúan con la lógica de “a mayor cantidad de delitos mas represión”. Ahora,
suponer que estas propuestas van a afectar el accionar de las bandas que actúan
en combinación con el aparato represivo
del Estado, los políticos y buena parte de los jueces, creer que van a atacar
el narcotráfico, la piratería del asfalto, el juego clandestino, la explotación
de la prostitución, los lucrativos secuestros, el contrabando a gran escala, es
una ilusión. Todas estas actividades forman parte de la vida “normal” de un aparato estatal al
servicio de una clase social egoísta y explotadora, que siempre tolera que una
parte de aquellos que están a su servicio encuentren su fuente de
enriquecimiento en estas actividades. Es su forma de pagarles los servicios
prestados. Por eso, todos podemos
compartir el dolor de Blumberg frente a la perdida de su hijo, pero no todos
podemos compartir sus ideas y propuestas que destilan un tufo facistoide por
donde se las mire. Máxime cuando la derecha se aprovecha de esta situación para
avanzar en la conformación de un verdadero Estado policial, que lógicamente va
a apuntar sus acciones contra los pobres, los marginados y las luchas de los
trabajadores. El Gobierno de Kirchner
alimenta esta lógica. Desde hace tiempo a ocupado con fuerzas de la Gendarmería
y la Prefectura 17 villas del Gran B. Aires y de la Capital. “Si los ricos
se han encerrado en sus country y en los barrios exclusivos, ahora se trata de
encerrar a los pobres y a los trabajadores en los barrios marginales, sino
alcanza con los 60.000 cuasi - policías que trabajan en las agencias de
seguridad privada, incorporemos mas policías, destinemos 600 millones para
comprar mas balas, armas, chalecos, patrulleros etc. Si esto no alcanza
formemos un nuevo cuerpo de elite, una especie de FBI criollo compuesto por
18.000 efectivos para luchar contra los secuestros, el narcotráfico y por
supuesto….el terrorismo, y como esto tampoco alcanza, abrámosle las puertas a
las FFAA para que participen en la represión interna, que los cuarteles vuelvan
a alojar civiles detenidos, que en principio pongan algunos vehículos y
helicópteros, algo de tecnología, pues de todos modos “las Fuerzas Armadas de
la democracia”siguiendo los lineamientos doctrinarios del Comando Sur del
ejercito de los EEUU, tienen entre sus hipótesis de conflicto, como nuevos desafíos,
a la pobreza, las migraciones y los estallidos sociales”. La continuidad de
las políticas económicas que este Gobierno representa, lógicamente también se
da en la cuestión social, Tanto Menem como López Murphy ya habían planteado
sacar las tropas a las calles para luchar contra la delincuencia. El discurso de mayor
represión de la derecha, arrastra a no pocos trabajadores y pequeños
propietarios de las barriadas populares que son víctimas reales tanto de uno
como de otro tipo de delincuencia. Al no comprender las causas políticas,
económicas, sociales y culturales que lo generan reclaman que se actúe sobre el
fenómeno más inmediato y por lo tanto más visible que los afectan y no son
pocos los que dicen “a los negros hay que matarlos a todos”, pero en realidad
están alimentando al monstruo que mas tarde o mas temprano terminara devorando a ellos o a sus propios
hijos: el capitalismo y a la burguesía quienes han parido esta sociedad y a
todas sus lacras. Cuando están en juego
cuestiones de enorme importancia para las luchas, la vida y la seguridad de
millones de trabajadores y pobres de nuestra sociedad, no se pueden hacer
concesiones políticas e ideológicas a la burguesía ni a la propia masa, es
necesario delimitar rigurosamente los campos, por eso la actitud del Partido
Obrero y de Castells, al sumarse a la marcha convocada por Blumberg, aceptando
las imposiciones y propuestas del mismo, no solo son lamentables, son
peligrosísimas pues lo único que aportan es mayor confusión, una cosa es ser
oportunistas en política y otra es tomar como propias las propuestas de este
señor, con el objetivo rastrero de no enemistarse con la clase media en la
esperanza de sumar algún voto mas en
las próximas elecciones. Y esta claudicación no se salva marchando después a Plaza
de Mayo a hacerse discursos entre ellos. Aquí una vez se pone de manifiesto la
acertada caracterización de Lenin sobre estos troskistas “grandes frases
revolucionarias en la teoría y el
oportunismo más vulgar en la práctica” Los trabajadores, los excluidos, los campesinos pobres,
los jóvenes debemos organizar la resistencia a estos planes de la derecha,
exigiendo el cese de la represión, mas trabajo, tierra para los que no la
tienen, mas escuelas y hospitales, organizarnos para imponer el cambio de las
políticas económicas, aumentos de salarios y avanzar hacia los cambios de fondo
que reclama nuestra sociedad, la revolución y el socialismo. LA INSEGURIDAD DEL CAPITALISMO
Abril 2004
REFUNDACIÓN COMUNISTA ARGENTINA
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