Julio López
está desaparecido
hace 6437 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Minería en la meseta patagónica
Por Lino Pizzolon - Thursday, Apr. 29, 2004 at 12:23 PM
hkadomoto@ar.inter.net Esquel

Un reciente viaje por allí, compartí la angustia de quienes hace años padecen la explotación de una mina de diatomita dentro del ejido urbano, -las enfermedades broncopulmonares son moneda corriente-, la contaminación de la mina Angela, ya abandonada, -animales rechazados por el SENASA por la presencia de cadmio, y la angustia que les genera en el nuevo proyecto de Calcatreu, permite ver en la realidad de hoy y hacerse rápidamente una imagen de lo que será la Patagonia “minera” dentro de 100 años: un salpullido de enormes cráteres abandonados, un enterratorio de tóxicos, con mesetas de escombros mineros, supurantes de veneno, fuentes de agua inusables, mallines con pastos rebosantes de metales pesados, hacienda contaminada e invendible, y porcentaje elevado de pobladores, -todos lo que no puedan acceder a comida y agua de otras zonas-, con enfermedades degenerativas o reproductivas.

Calcatreu - Ingeniero Jacobacci - Río Negro

Lic. Lino Arturo Pizzolón - Universidad Nacional de la Patagonia - Esquel

Cuando el viajero va desde Esquel a Jacobacci, pasando por la antigua Línea Sur, Leleque, Maitén, Ñorquinco, Mamuel Choique, etc. ve una Patagonia fuera de los circuitos turísticos convencionales y masivos. Sin embargo, no es ni el desierto ni una tierra de nadie. El camino transcurre entre sierras y valles, con mallines verdes o amarilleando, según la época del año. Las majadas de cabras o de ovejas son frecuentes y los pobladores rurales no faltan.

Un reciente viaje por allí, compartí la angustia de quienes hace años padecen la explotación de una mina de diatomita dentro del ejido urbano, -las enfermedades broncopulmonares son moneda corriente-, la contaminación de la mina Angela, ya abandonada, -animales rechazados por el SENASA por la presencia de cadmio, y la angustia que les genera en el nuevo proyecto de Calcatreu, permite ver en la realidad de hoy y hacerse rápidamente una imagen de lo que será la Patagonia “minera” dentro de 100 años: un salpullido de enormes cráteres abandonados, un enterratorio de tóxicos, con mesetas de escombros mineros, supurantes de veneno, fuentes de agua inusables, mallines con pastos rebosantes de metales pesados, hacienda contaminada e invendible, y porcentaje elevado de pobladores, -todos lo que no puedan acceder a comida y agua de otras zonas-, con enfermedades degenerativas o reproductivas.

No hay exageración. Los controles ambientales, tan declamados por los funcionarios y por el gobierno, “minería sí, pero con control”, son sólo parte de la misma mentira. Los hechos demuestran todo lo contrario: los tóxicos de Mina Angela -se utilizó cianuro y mercurio-, se enterraron en la mina, y ahora los drenajes ácidos se filtran aguas abajo. Los informes sobre la “remediación”, realizada a costos millonarios por el estado argentino, son inaccesibles, y parecen haberse esfumado de la Dirección de Minas de Chubut. Y quienes lo hicieron se niegan a hablar. Lo mismo ocurrió con los análisis de aguas realizados por Gendarmería en Andacollo, en la Pcia. de Neuquén, donde derrama su veneno la Andacollo Gold. Estos casos, en tres provincias diferentes, muestran que no solo no habrá controles ambientales en la Patagonia ni en ninguna parte, sino que se perseguirá, y desde el mismo estado, a los técnicos independientes que los hagan, como bien se demostró en el caso de Esquel. O, a qué viene tanta alegría de los inversores extranjeros por las “nuevas condiciones” que ofrece el país?.

Qué sentido tiene una mina que da trabajo para un puñado de personas, -la mayor parte vendrán de otras regiones o del extranjero,- que solo trabajarán por 10 años o 15 años, comparado con el uso agro-pastoril de valles y mallines, y otros, que durarán por siglos, seguramente hasta la próxima glaciación, y sin el terrible impacto social y marginación que esto acarrea?

Cuando se escucha decir a una anciana mapuche, que se secó el pozo de agua de su casa después que comenzaron las tareas de exploración minera, que tiene que ir a buscar el agua a cinco kilómetros de distancia, y que está atormentada por la circulación de vehículos todo terreno casi por el patio de su casa, cuando este caso no es más que uno entre cientos de atropellos que se repiten por todas partes, no queda más que pensar que este supuesto coqueteo con los inversores mineros, sin el más mínimo resguardo de la propia población, no es gobierno, sino lisa y llanamente entrega del país. Cuando se afirma que la minería se hará sí o sí, como en la provincia de Chubut, se está afirmando que continuará la invasión de comunidades mapuches-tehuelches y de campos privados, y que toda posibilidad de defensa queda liberada a los recursos y al conocimiento legal de los damnificados.

Sobre la minería en la región de los lagos ya se habló bastante. Hay que decirlo bien claramente: NO HAY AGUA EN LA MESETA en las cantidades que estos megaemprendimientos la requieren. Por lo tanto la bombearán de donde sea: se secarán los pozos, las aguadas y los mallines donde pasta el ganado, en muchos kilómetros a la redonda. La actividad minera competirá destructivamente con la actividad ganadera-pastoril, y con otras posibles, aumentado el despoblamiento del campo y la desertificación, y el mayor apiñamiento de la gente en los cordones de miseria urbana.

Aquellos/as periodistas “funcionales” y funcionarios/as públicos que alegremente (o perversamente) repiten eso de la “argentina minera” debieran pensar un instante, antes de escribir: ..... “país sojero”..., “país minero”...., “país bananero”..., es decir la visión y el destino que los intereses externos pretenden imponer no solo al territorio sino a toda la sociedad. Solo alguien que ha perdido totalmente el sentido de la propia dignidad puede aceptar semejante balde de inmundicia encima.

Se trata de ser un país, a secas. Y en todo caso, si fuéramos a transformarnos en un país realmente minero, entonces sería bueno ver que también se planifican todas las industrias derivadas de la minería, no solo los barcos y las rutas para llevarse la materia prima ...... o será que sobre todo resolvemos el problema de la desocupación en ultramar?.

No se trata de estar en contra de la minería, siempre y en todas partes. Es una actividad tan antigua casi como la humanidad y necesaria, pero si se lleva a cabo lanzando a unos en contra de otros, si el estado la impone con aparatos publicitarios y ocultamientos de las reales consecuencias, si se respetan solamente los tiempos de las empresas y del dinero, si arruina regiones enteras en beneficio de unos pocos, entonces eso no es desarrollo, sino una forma más de colonialismo interno y de pillaje.

Seamos libres y lo demás no importa nada, diría nuevamente hoy don José de San Martín.

agrega un comentario


ULTIMOS COMENTARIOS SOBRE ESTE ARTICULO
Listados aquí abajo estan los últimos 10 comentarios de 1 escritos sobre este articulo.
Estos comentarios son enviados por los visitantes del sitio.
TITULO AUTOR FECHA
Peter van den Hurk Tuesday, Dec. 28, 2004 at 5:49 PM