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Parque Industrial de Neuquén
Por Antonio Miglianelli - Wednesday, Oct. 20, 2004 at 8:12 PM
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Un complejo habitacional a cinco kilómetros del centro de Neuquén, donde la pésima planificación fue provocando lo que era previsible: graves conflictos sociales

Del Parque Industrial a Fuerte Apache
DESTRUCCIÓN O REGENERACIÓN DEL BARRIO JAIME DE NEVARES

documentos de discusión con los alumnos de la carrera de Ecología Social
Neuquén – Argentina –


La situación social del Barrio Parque Industrial, lejos de ir en vías de
solución, apunta a un estallido de consecuencias dramáticas que repercutirá
peligrosamente en toda la comunidad neuquina.



El Barrio Parque Industrial, hoy llamado Jaime de Nevares, fue inaugurado en 1982 con el objetivo de dar respuesta habitacional a las familias de los trabajadores vinculadas con las empresas radicadas y a radicarse en el predio lindante a la ruta 7.
En aquellos años la obra pública configuraba uno de los soportes – sino el más importante – de la mano de obra provincial. Enmarcado dentro de lo que conocemos como el Estado de Bienestar, pese a la interrupción de la democracia por la dictadura militar, Neuquén se había constituido en un polo de atracción migrante, sumándose un crecimiento poblacional que llegó a duplicar sus habitantes en 10 años, dándose entre otras estadísticas, el arribo de 7 familias por día.
Las urgencias electorales, la rentabilidad de las empresas vinculadas directa o indirectamente al Gobierno , la concepción tradicional de la política transformada en dádiva clientelista, y la real necesidad de la gente para su acceso a la vivienda propia, motivaron la creación de conglomerados habitacionales en esta capital, alejados de toda planificación básica, primando la rentabilidad económica de dichas empresas y el rédito político gubernamental, por sobre la calidad de vida de sus destinatarios.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS:

Por lo general, el tiempo suele afectar la memoria colectiva, no obstante, es oportuno recordar el Barrio San Lorenzo, sus calles enlodadas con aguas servidas dado que no solo las unidades carecían de cloacas, sino que no existían redes para dicho servicio. Alta Barda, denominada como una pequeña ciudad satélite, en líneas generales con buena distribución espacial; la falta de estudios de impacto ambiental, obviaron que los primitivos caños de fibrocemento, apoyados sobre suelo arcilloso y calcáreo, fueran resquebrajándose a medida que las viviendas se asentaron por la propia dinámica del terreno, y la población barda abajo sufrió durante muchos años, los drenajes de las aguas servidas a cielo abierto. Hace no menos de dos o tres años, el Barrio Gama, diseñado para una clase social alta y construido en el límite del pié de barda, finalmente instaló su sistema cloacal dejando de perjudicar directamente con sus desechos al modesto complejo Fonavi de la calle República de Italia.
Las variables de la planificación estratégica, la búsqueda de la participación ciudadana en la construcción y apropiación de una conciencia de cuidado al ambiente, el análisis y diagnóstico cultural de la población beneficiaria en aras de la erradicación de viviendas de emergencia, conformaron un cúmulo de ausencias esenciales que hoy se trasunta en serios problemas sociales.
La vil necesidad, como decía Marx, es un elemento clave a tener en cuenta. Sería perverso acusar a la población de aceptar una vivienda en condiciones no aptas para su ocupación. Lo correcto es responsabilizar a quienes las otorgan amparados en el oportunismo y las urgencias de la gente que menos tiene.
El pobre no puede ejercer un criterio de selectividad, toda vez que no posee las herramientas para ese discernimiento, una concreta conciencia de clase y la presión permanente de la alineación emanada del poder que provoca la materialidad de su existencia.
La situación dada en Cuenca 15 durante la gestión del Intendente Jalil, donde las familias accedieron a unidades sin piso ni servicios básicos, es una palpable reafirmación de lo expuesto.
Por otra parte, la tradicional frase que a caballo regalado no se le miran los dientes, cobra vigencia ante la eliminación de ese Estado de Bienestar, pues en época de bonanza todas las vacas son gordas y las imperfecciones se disimulan. El hecho es que la alteración de los conceptos, como que el Estado es el papá protector y bendice a sus hijos con dones y regalos, colisiona con los derechos constitucionales de la población en tanto es un deber del Estado, proveer los medios para el acceso ,no solo a la vivienda digna, sino al trabajo, la salud, la educación, etc., y quienes ejercen ese poder, no son pasibles de aplausos, puesto que es una obligación hacer cumplir las leyes y los roles delegados por la misma comunidad. Analizar la delegación del poder, la representatividad, la ausencia y el ejercicio de los controles del Estado y la democracia directa, son temas de otro análisis más profundo.


LAS CONSECUENCIAS ACTUALES :

Hasta el urbanista más elemental, se negaría a firmar un final de obra donde un complejo habitacional de 800 unidades, carece de comunicación, oferta de espacios comunes de integración, áreas verdes, intimidad, etc. ¿Quién se queda con el porcentaje que por ley obliga a las empresas a entregar los barrios forestados?
El Barrio Parque Industrial, como San Lorenzo, es un insulto a la condición humana. Es la ratificación del criterio clasista de selectividad por parte de las clases dominantes, que a los pobres les toca siempre lo peor. Aún cuando no sea el Estado quien ejerce ese dominio, y traemos como ejemplo el Barrio Mutén, surgido de una mutual docente, el criterio de selectividad está presente. Las urgencias y el desconocimiento técnico, promovieron que los beneficiados acepten vivir al píe de barda con el riesgo potencial que si un día, un fenómeno meteorológico provoca una lluvia torrencial en un tiempo dado, estemos frente a la probable catástrofe de un derrumbe con consecuencias trágicas.
Las 800 unidades habitacionales del Parque Industrial no se apartan de la lógica biológica que determina científicamente, que cuando cercamos a un espacio acotado a una determinada carga poblacional de animales de una misma especie, esa situación, ante el proceso de reproducción, llega invariablemente a su propio control poblacional, mediante el autoaniquilamiento por la ley del más apto.
Experimentos llevados a cabo con ratas en laboratorios, mostraron de que manera ante la reproducción, se iniciaba un período de agresión y matanza entre ellas mismas para estabilizar la densidad dentro de las jaulas. En sentido opuesto, experiencias con conejos expuestos a la reducción arbitraria de las crías, motivaba una aceleración ovulatoria de las hembras para procrear.
Llevado al plano de este barrio, el hacinamiento, la falta de áreas verdes y recreativas, lugares comunes de encuentro con el otro, distancia e incomunicación con el resto de la ciudad, departamentos de pequeños dimensiones, desempleo, etc., ha desembocado a lo largo de estos años en altos niveles de frustración, violencia familiar, violaciones, alcoholismo, drogadicción e incesto.
Si le sumamos la crisis económica, la ausencia de métodos anticonceptivos, una tasa de natalidad creciente que lejos de emigrar, pasa a ocupar terreno dentro de los mismos ambientes, ausencia de un horizonte con expectativas de progreso concreto, exclusión social, marginalidad, carencia de protección legal e impunidad, no es ninguna sorpresa la realidad actual y el surgimiento de bandos provenientes del mismo barrio ,enmarcados en una lucha fraticida y a su vez, enfrentados a la clase dominante que mediante la represión policial, usa esta fuerza como método de control y exterminio para sus planes de ajuste económico-social.

ALTERNATIVAS DRÁSTICAS:

A grandes males, se les deben oponer grandes soluciones. En primer termino es indispensable una concertación social entre los propios vecinos y todos los actores sociales del barrio sin ingerencia de los poderes del Estado. El método asambleario es el más acorde para esta situación. Es indispensable que los propios vecinos asuman su condición de oprimidos y excluidos, piedra fundamental para detener la guerra de pobres contra pobres. Aquí, los actores sociales como son los docentes, trabajadores sociales, de salud, iglesias, voluntariado, etc. deben canalizar, interpretar y no dirigir este proceso de asamblea permanente.
En segundo lugar será necesario comprender que dentro de las actuales circunstancias sociales y situación urbana, no es factible la solución a los conflictos, es más: se agudizarán, profundizarán y trasladarán a sectores aledaños.
En tercer lugar se deberá ejercer toda la presión social del barrio hacia las estructuras del poder para desembocar en dos únicas alternativas viables hoy por hoy: la regeneración o destrucción total del núcleo habitacional.
Lo primero, lo tenemos en cuenta como paso inicial y posible. Cuando hablamos de regeneración estamos señalando una redistribución del espacio y una reorganización social, económica y política entre los propios vecinos y su vinculación con el resto de la ciudad. Esto conlleva varias acciones simultaneas.
Las viviendas deberán ser remodeladas , con el derribamiento de paredes internas que posibiliten aumentar la distribución del espacio. Llegado el caso, en las familias numerosas, no es desechable la idea de readjudicar dos unidades colindantes por cada familia. Esta acción deberá ser gradual a los efectos de posibilitar el reciclaje y el no abandono de las viviendas por parte de las familias. Se deberá exigir al Estado, como único responsable de la situación, que la mano de obra de la tarea, sea llevada a cabo por los propios habitantes desocupados del barrio, pagados por el mismo Gobierno y supervisados por profesionales del Instituto de la Vivienda u organismos competentes de la Provincia. Algunos monoblocks deberán ser demolidos para posibilitar el ensanchamiento de calles y la construcción de espacios verdes y sitios de recreación.
En la zona de la meseta, se deberá exigir la entrega de tierras comunitarias provistas de todos los servicios, con el fin de construir Centros de Educación Física dotados de todos los elementos: incluido, pileta de natación y playones polideportivos.
El plan Pro Huerta del INTA ha demostrado con las unidades de producción de alimentos orgánicos y sin suministro de agua potable con un servicio acorde, que es factible desarrollar en poco tiempo, huertas, invernaderos y pequeños corrales para animales. Las unidades de producción promueven el autoconsumo, la venta del excedente y el intercambio de productos.
Los vecinos no deberán permitir la injerencia del Gobierno, salvo para acudir a las áreas de asesoramiento técnico que la misma comunidad disponga. La consigna es la autogestión, eliminando la dependencia y el clientelismo político. El estado de asamblea permanente, con democracia directa y elección de representantes comunitarios con mandato revocable, permitirá el autogobierno del barrio , los derechos compartidos y las responsabilidades mutuas.
La elección de la otra variable, implica la demolición total del barrio y la relocalización de las familias en nuevos núcleos habitacionales. Esta alternativa, implicaría una decisión política que en el corto plazo, significa disponer de unidades para casi 5.000 personas de un día para otro. Esta disyuntiva no es novedosa. En Inglaterra y más precisamente en Buenos Aires, el denominado Fuerte Apache, debió ser totalmente destruido.

No creemos que el Gobierno Provincial ni municipal, tomen la decisión política por ninguna de las dos opciones, razón por la cual, la comunidad organizada de Parque Industrial deberá ejercer el control de la situación y la búsqueda de los medios para la obtención de estas medidas.
De no hacerlo, no es descabellado asegurar que han ingresado en la peligrosa recta de la sobrevivencia en la jungla, donde el desenlace tendrá consecuencias insospechadas en el corto y mediano plazo.


Antonio Miglianelli – Ecólogo Social
miglianelli@speedy.com.ar

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