VENEZUELA: SOCIALISMO O BARBARIE.
Por EL MILITANTE. -
Wednesday, Dec. 22, 2004 at 3:50 PM
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Venezuela: Los diez ejes estratégicos y
el 2005 |
El "salto hacia
adelante" sólo puede ser hacia el socialismo |
Autor : William
Sanabria Fecha : ( 21-Diciembre-2004 ) Categoria : Venezuela
|
n los
últimos meses tres acontecimientos han marcado la agenda de la
revolucion venezolana y centrado el interes de millones de
trabajadores y jovenes venezolanos: Las elecciones para alcaldes y
gobernadores del 31 de octubre, la reunion el fin de semana del 14 y
15 de noviembre del presidente Chávez con los mismos en Fuerte Tiuna
y el brutal asesinato del fiscal Danilo Anderson.
Estos acontecimentos marcan el inicio de "la nueva
etapa de la revolución venezolana" en la que se va a poner encima de
la mesa la necesidad de que la revolucion resuelva los problemas
fundamentales de millones de compatriotas que viven en la miseria y
han puesto sus esperanzas en el gobierno bolivariano. Eso es lo que
hay detras de la idea de "hacer la revolucion dentro de la
revolucion". Sólo avanzando hacia el socialismo, expropiando los
puntos claves de la economía (bancos, grandes indutrias,
multinacionales...) a la oligarquia y al imperialismo será posible
implementar un politica que verdaderamente resuelva los problemas de
millones de venezolanos y consolidar la revolucion venezolana y dar
ese "salto adelante"que ha planteado el Presidente.
Las elecciones del 31 de octubre
Las elecciones del día 31 de octubre mostraron la
disposición de las masas a sacar de sus últimos reductos a los
escuálidos. Mostraron también que la reacción ha perdido
temporalmente buena parte de su base de apoyo. Esto se vió reflejado
en la abstención masiva de estos sectores. La profundidad de la
victoria se pone de manifiesto con la caída de Mendoza en Miranda o
Salas en Carabobo, demuestra que la red de clientelismo político
instalado en estos estados durante décadas no pudo nada frente a la
decisión de las masas de acabar con los últimos reductos escuálidos
y empujar adelante la revolución.Fue una derrota sin paliativos de
los escuálidos.
Pese al malestar por la designacion
de los candidatos a dedo, y la existencia de candidaturas
alternativas dentro del chavismo, lo que predominó (salvo algunas
excepciones como las victorias de candidatos alternativos a los
nombrados por el Comando Maisanta en muy pocos municipios, el más
conocido el Municipio Torres, Edo. Lara) fue la tendencia a cerrar
filas entorno a los candidatos oficiales. Esto se debió
fundamentalmente a que las masas entendieron estas elecciones como
una continuación de la victoria del 15-A en la que de lo que se
trataba fundamentalmente era de "terminar el trabajo" y darle el
"nockaut" a una oposición contrarrevolucionaria que estaba contra
las cuerdas. El propio Chávez planteó las elecciones como la
continuación de la Batalla de Santa Inés para vencer a la reacción y
llamó a cerrrar filas. A esto se une el hecho de que , aunque hay
sectores de vanguardia que a nivel local están haciendo un muy buen
trabajo y empezando a construir una alternativa regional a la
burocracia (el caso de Vargas que analizamos en un artículo de este
periódico es el más claro), a nivel nacional sigue faltando una
dirigencia revolucionaria reconocida por las masas como posible
alternativa a los sectores reformistas y procapitalistas que dominan
la gran mayoría de las posiciones dirigentes en los partidos del
Bloque del Cambio. Ahora, con un "mapa rojo", las masas exigirán a
esos cientos de alcaldes y gobernadores elegidos resultados y que
efectivamente "la revolución dentro de la revolución" que ha
planteado el Presidente empiece a convertirse en realidad.
Mientras la abstención, en el caso de la oposición,
se debe a la desmoralización de su base social tras la derrota del
15-A , en el caso del movimiento revolucionario las causas
fundamentales son dos: en una gran mayoría de lugares la victoria
era prácticamente segura (no es casualidad que los cinco estados con
más abstención: Falcón, Aragua, Vargas, Bolívar y Distrito Federal,
fuesen lugares donde la victoria se daba por hecha). A eso se unía
que muchos de los candidatos oficiales estaban muy desprestigiados y
los candidatos bolivarianos alternativos no aparecían "con
posibilidades", en algunos casos ni siquiera eran conocidos ni
tenían la confianza de las masas.
La nueva
estrategia de la contrarrevolución
Los resultados
del 31 de octubre vienen a confirmar que ,tras la victoria del 15-A,
la revolución ha entrado en una nueva etapa: los
contrarrevolucionarios están muy debilitados, al menos por un
período, y la revolución está ahora "al bate". La lucha es ahora, a
lo interno del proceso, entre los sectores reformistas o
procapitalistas -que dominan la mayoría de las posiciones de
dirección en los partidos del Bloque del Cambio y en distintos
organismos públicos- y los sectores que quieren llevar a la práctica
"la revolución dentro de la revolución", que tenemos a nuestro favor
el hecho de que las aspiraciones de las masas van en esa misma
dirección. Por su parte, la contrarrevolución está en estos momentos
muy dividida, como reflejan las retiradas de Liliana Hernández y
Peña ya durante la campaña electoral y los enfrentamientos
constantes entre distintos dirigentes echándose la culpa de la
derrota. El barco se hunde y todas las ratas están buscando el
"sálvese quien pueda".
Sectores decisivos de la
burguesía (la gran burguesía industrial y financiera) así como el
sector más inteligente del imperialismo, vista su derrota y
conscientes de que -al menos por el momento- no están en condiciones
de poder salir de Chávez, han optado por acudir a la negociación con
el gobierno. Su objetivo es, además de aprovechar el crecimiento
económico actual para hacer todos los negocios que puedan y llenarse
las manos a costillas de los trabajadores y los sectores populares,
apoyarse en los sectores más a la derecha del movimiento bolivariano
y en la burocracia del estado para frenar la revolución y mantenerla
dentro del capitalismo. Estos sectores reformistas creen que con la
negociación van a conseguir que los empresarios inviertan pero están
completamente equivocados. Lo pretendan o no, su política puede
llevar al proceso revolucionario a una situación muy difícil. Lo que
intentan los capitalistas es sacar lo máximo que puedan y apoyarse
durante un tiempo en la negociación y los sectores más a la derecha
del movimiento bolivariano para lograr sus verdaderos objetivos:
desgastar la base social del proceso revolucionario, volver a pasar
a la ofensiva en cuanto puedan y acabar con la revolución a como dé
lugar.
Por supuesto, la clase dominante nunca es
totalmente homogénea y menos cuando las cosas le van mal y sufre
derrotas importantes. Otro sector, en estos momentos minoritario, de
la reacción -integrado fundamentalmente por algunos de sus
representantes políticos, policiales, militares, etc- como resultado
de las derrotas electorales y la sensación de que sus posiciones de
poder se ven amenazadas a corto plazo se está radicalizando y puede
seguir recurriendo a acciones terroristas brutales como el asesinato
de Danilo Anderson. Este asesinato no es una excepción, se suma a
los de varias decenas de luchadores sociales y revolucionarios que
por apoyar este proceso revolucionario han sido asesinados por la
reacción durante los últimos años en diferentes estados,
especialmente en Los Llanos y en la frontera (Zulia, Táchira,...).
El único modo de vengar el asesinato de estos camaradas es llevando
la revolución hasta el final y terminando de una vez con la
impunidad. De hecho no es casualidad de que precisamente los
sectores más radicalizados de la contrarrevolución hayan elegido
como blanco para su saña y violencia al fiscal Danilo Anderson que
era precisamente una amenaza directa e inmediata para ellos y un
símbolo de la revolución y la lucha contra la impunidad en el mundo
de la justicia.
"El salto adelante"
La "nueva etapa de la revolución bolivariana" y
los "diez ejes estratégicos" que ha propuesto Chávez tras la reunión
con centenares de dirigentes nacionales, estadales y locales del
movimiento bolivariano celebrada en noviembre en Fuerte Tiuna deben
ser ubicados en el marco de la contradicción creciente entre la
aspiración de las masas a "hacer la revolución dentro de la
revolución"y solucionar sus problemas, y el obstáculo que
representan la burocracia y los sectores pro-capitalistas de la
dirigencia de los que antes hablábamos a este objetivo.
Chávez, sintiendo que las cosas no van como tienen
que ir y expresando los anhelos de las masas, lanzó una virulenta
crítica en esa reunión a muchos de estos dirigentes y repitió los
ataques al burocratismo que ha realizado en diversos actos públicos.
Incluso señaló directamente a varios de ellos y les criticó con
dureza. Sin embargo, la conclusión del acto fue exigirle a esos
mismos dirigentes, que ya en muchas ocasiones han defraudado las
expectativas puestas en ellos, que presenten proyectos entorno a los
diez ejes estratégicos propuestos por el Presidente para
"profundizar la revolución" y dar "el salto adelante". Estos ejes se
resumen fundamentalmente en "eliminar el burocratismo, combatir la
corrupción, democratizar los espacios comunicacionales, desarrollar
el modelo endógeno y trazar estrategias para erradicar la pobreza"
(Boletín informativo Minci).
Pero el principal
problema al que se enfrenta el Presidente es que, hasta el momento,
ha intentado cambiar la sociedad sin expropiar a los grandes bancos
y monopolios y con un aparato estatal (leyes, AN, jueces, burocracia
del estado, etc) que en esencia sigue siendo el viejo aparato
estatal creado por los capitalistas. Además, sin una dirección
revolucionaria alternativa a la dirigencia reformista actual
(compuesta en su gran mayoría por gente que defiende el sistema
capitalista y no tiene interés en hacer ninguna "revolución dentro
de la revolución") y que tuviera apoyo entre las masas, lo que
intenta hacer Chávez cuando percibe que las cosas no funcionan como
tienen que funcionar es intentar apretarle las tuercas a esa
maquinaria en la que se apoya. Empleando una expresión pronunciada
por él mismo en varios Aló Presidente, "utilizar el látigo". Pero no
es un problema de apretarle las tuercas a la máquina sino de que la
máquina misma (el aparato estatal, la burocracia, los sectores
procapitalistas de la dirigencia bolivariana y el hecho de que el
control de las puntos clave de la economía sigue en manos de la
burguesía) no sirve, es una máquina que sirve a otros fines y clases
sociales y amenaza con asfixiar el proceso revolucionario .
Lamentablemente, el resultado de los diez ejes
estratégicos -aplicados por muchos de esos dirigentes reformistas y
en el marco del capitalismo- no es muy difícil de preveer. La
inmensa mayoría de los alcaldes, gobernadores, directores de
organismos públicos y ministros con los que Chávez intenta dar el
"salto adelante"le presentarán a éste proyectos para "profundizar la
revolución" arrechísimos y luego harán lo mismo que han hecho hasta
ahora o -como explicábamos anteriormente- incluso intentarán
disfrazar concesiones a los capitalistas o medidas contrarias a los
intereses de la clase obrera y los sectores populares con un
lenguaje que suene revolucionario. Ya tenemos algún ejemplo: el
Ministro de Economía Popular en lugar de aumentar las becas de
186.000 Bs a los lanceros de la Misión Vuelvan Caras decide
descontar un 10% de las mismas para "crear un fideicomiso para otras
becas y gastos sociales". En otros casos se anuncian proyectos que
en realidad ya estaban previstos o que son puro maquillaje. Lo único
que puede garantizar dar un salto adelante en la revolución y que
ésta llega hasta el final es que los jóvenes, trabajadores y demás
luchadores revolucionarios seamos capaces de construir una dirección
revolucionaria surgida de las propias bases que gane el apoyo de las
masas bolivarianas.
En todas las Misiones estamos
viendo movilizaciones tanto de los trabajadores como de los
participantes exigiendo el pago de las becas y salarios, mejoras en
los derechos, etc. Éste es el camino. El movimiento obrero,
empezando por la UNT, debe ponerse al frente de todas estas luchas y
llamar a los trabajadores y los sectores populares a movilizarnos
para imponer nuestros derechos a los burócratas y reformistas y
hacer de verdad "la revolución dentro de la revolución". La UNT debe
denunciar cualquier práctica contraria a los intereses obreros y
populares y presentar una alternativa genuinamente revolucionaria
que lleve a la práctica los diez ejes estratégicos propuestos por
Chávez y los concrete en un programa capaz de resolver los problemas
sociales de los trabajadores y los sectores populares. Este programa
en nuestra opinión debe ser socialista. Como ha dicho tambièn el
Presidente Chávez, "en el marco del capitalismo no hay solución a la
pobreza , la miseria y el desempleo".
La conclusión
sólo puede ser una: debemos luchar por el socialismo. Las victorias
del proceso revolucionario que han marcado el final del año 2004 y
este 2005 deben ser el principio de esa batalla. ¡¡Por un rojo y
combativo año para todos los revolucionarios¡¡
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