ALAN WOODS Y CELIA HART EN VENEZUELA
Por EL MILITANTE -
Sunday, Apr. 24, 2005 at 3:57 PM
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Encuentro de Alan Woods y Celia Hart con
dirigentes y líderes populares del MDD-Vargas |
Podemos avanzar ya
hacia el socialismo. Hay que aprovechar este momento favorable para
hacerlo o la contrarrevolución volverá a atacar |
Autor : William Sanabria -
CMR Venezuela Fecha : ( 22-Abril-2005 ) Categoria : Venezuela
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lunes 18 de abril varias decenas de dirigentes y líderes populares y
comunitarios del Movimiento Democracia Directa (MDD) del Estado
Vargas se reunieron en el Consejo Municipal de La Guaira para
debatir con Alan Woods y Celia Hart Santamaría sobre El Socialismo.
El MDD-Vargas acaba de constituirse oficialmente hace
escasas semanas luego de que en un referéndum en el que participaron
más de 1.000 personas (con un 98% de votos favorables) los
activistas del antiguo Colectivo Vargas Revolución (COVAREV)
decidieran incorporarse al movimiento que impulsa el comandante
William Izarra y constituir el mismo en el Estado Vargas.
Desde la CMR hemos acompañado y apoyado al COVAREV
desde su fundación. Este colectivo surgió precisamente de la lucha
de los sectores más a la izquierda de la base del MVR en Vargas
contra la burocracia estatal y la imposición de candidatos a dedo.
En una consulta popular más de 12.000 bolivarianos apoyaron a la
dirigente social y popular Gladys Requena como candidata a
Gobernadora y al actual concejal y líder popular Miguel Montes como
candidato a Alcalde. La decisión del aparato del MVR de negarse a
que las bases decidiesen y se realizasen primarias desencadenó la
formación de COVAREV, colectivo que obtuvo más del 10% de los votos
en las elecciones a Gobernadores y Alcaldes del 31 de octubre.
Desde entonces estos camaradas vienen compartiendo
luchas e intercambiando ideas con la CMR primero como COVAREV y
ahora como MDD Vargas.
El acto de este lunes fue
presentado por el camarada Francisco Rivero, quien destacó la
importancia del impulso que ha dado al proceso bolivariano en los
últimos meses el llamado del Presidente Chávez a avanzar hacia el
socialismo.
A continuación Celia Hart, conocida
intelectual marxista cubana (hija de los dirigentes históricos de la
revolución: Armando Hart y Haydee Santamaría), hizo un repaso por
los aspectos más destacados de la revolución bolivariana y destacó
cómo esta se ha convertido en una inspiración y una guía para miles
de revolucionarios latinoamericanos. Insistió en especial en el
enorme estímulo que ha representado el avance de la revolución en
Venezuela en los últimos años para la Revolución Cubana y en las
enormes posibilidades que ha abierto el proceso revolucionario
venezolano, particularmente desde la victoria del 15 de Agosto y de
las declaraciones de Chávez sobre la necesidad del socialismo, de
hacer realidad el sueño tantas veces aplazado del Ché de extender la
revolución a toda América Latina y abrir el camino a una
Latinoamérica unida y socialista.
Alan Woods empezó
su exposición destacando la enorme fuerza que ha demostrado el
movimiento revolucionario venezolano. Por primera vez en la
historia, un golpe militar dirigido por la clase dominante,
triunfante y que incluso ya había asumido el poder fue derrotado en
menos de 48 horas por la movilización espontánea y masiva de las
masas. Los trabajadores, campesinos y pobres urbanos comprendieron
instintivamente, sin que nadie los llamase, que sólo su movilización
podía cambiar las cosas. Y en cuanto se movilizaron, todo el aparato
represivo del estado se vino abajo y fue incapaz de hacer nada
frente al empuje del movimiento revolucionario.
Alan
destacó que la fuerza motriz de la revolución está en las masas, en
su coraje, su capacidad de lucha y su conciencia, puesta de
manifiesto nuevamente en la lucha de los trabajadores -especialmente
los petroleros- para derrotar el cierre patronal de diciembre de
2002 y enero de 2003 y, más recientemente aún, en la magnífica
movilización de las masas -organizadas en patrullas y UBEs- para
derrotar a la contrarrevolución en la Batalla de Santa Inés y el
referéndum del 15 de agosto.
Alan criticó a los
intelectuales y dirigentes que en lugar de hacer conscientes a los
trabajadores de su fuerza y plantear un programa concreto y un
método que permita movilizar esa fuerza, se dedican a lanzar jarras
de agua fría sobre las masas y decirnos una y otra vez que "somos
débiles", "no podemos".
"Sí podemos -explicó Alan-,
claro que podemos, sin el permiso de la clase obrera y de los
explotados no se enciende una luz, no se mueve una rueda. Si todo
ese poder se pone en marcha en una misma dirección esa fuerza es
invencible, como demostraron el 12 y 13 de abril". Alan comparó esta
fuerza con el vapor, que concentrado mediante un pistón y encauzado
hacia un objetivo concreto se convierte en una fuerza capaz de
movilizar cualquier cuerpo físico. "En cambio, si se dispersa y no
encuentra ese cauce, ese pistón, se evapora y se diluye, se pierde".
"La clase obrera es la mayor fuerza que existe en
cualquier sociedad moderna potencialmente- explicó Alan- pero
también necesita un pistón. Y ese pistón es un partido
revolucionario de masas". Una organización que unifique a los
principales militantes y activistas revolucionarios en primer lugar
y sepa darles a estos formación, un programa y un método de trabajo
que les permita ganar el apoyo y el reconocimiento de las bases del
movimiento bolivariano.
Alan insistió en las
condiciones para hacer realidad una democracia de los trabajadores y
empezar a avanzar hacia el socialismo que ya explicó en anteriores
eventos (elegibilidad y revocabilidad de todos los cargos, que estos
cobren el salario de un obrero calificado, armamento general de
pueblo y rotatividad de las funciones administrativas y
burocráticas) y estas fueron acogidas por los asistentes con el
mismo entusiasmo que se repite cada vez que son planteadas.
Con los principales recursos económicos bajo el
control de la mayoría de la población se podrían construir un millón
de viviendas y al mismo tiempo dar empleo a los obreros de la
construcción desempleados. Y así con todos los sectores.
Alan terminó insistiendo en otra idea central que ha
manifestado en todas sus intervenciones. "La revolución venezolana
no es todavía irreversible. Los imperialistas y la oligarquía han
cambiado de táctica e intentan ahora, tras fracasar sus ofensivas
frontales en tres ocasiones, derrotarla mediante el sabotaje, la
infiltración y el desgaste. A esto se añade el peligro siempre
presente del magnicidio contra el Presidente. la revolución sólo
triunfará cuando rompa el control de la oligarquía sobre la economía
y solucione de forma definitiva los problemas de las masas. Si no lo
hace, o tarda demasiado en hacerlo, existe el riesgo de que sectores
de las masas caigan en la apatía y la desmoralización, y ése sería
el momento que elegiría la contrarrevolución para volver a atacar".
"Ustedes tienen fuerza más que suficiente para
vencer, pero hay que aprovechar esa fuerza para construir una
dirección revolucionaria marxista que lleve el movimiento a la
victoria definitiva. Ante el pueblo venezolano se abre una
disyuntiva: o la más grande de las victorias y el inicio de la
extensión de la revolución a todo el continente o la más terrible de
las derrotas".
Los camaradas que intervinieron
manifestaron su total acuerdo con estas ideas y preguntaron acerca
de cómo hacer posible el socialismo y sobre las razones del fracaso
del modelo de la URSS. también hubo muchas denuncias acerca del
freno que representa la burocracia. Especialmente interesante fue la
intervención de los dirigentes del MDD Vargas, Gladys Requena y
Francisco Rivero, quienes explicaron la necesidad de luchar contra
el reformismo sustituyendo el aparto estatal actual por uno basado
en la toma de decisiones en asambleas y en la participación directa
de los trabajadores. Gladys destacó la necesidad de avanzar hacia el
socialismo y Francisco destacó el hecho de que "la mayoría de las
personas que componían el auditorio no tenían ningún pasado
militante ni relación con la política antes del 98 y hoy son
dirigentes en sus comunidades y sectores, están en primera línea de
batalla e incluso están sacando a través de su propia experiencia
conclusiones socialistas".
En la respuesta, Celia
Hart criticó la teoría del socialismo en un sólo país de Stalin y la
opuso al pensamiento de revolucionarios de distintos países pero que
habían coincidido en la necesidad de una revolución internacional
como el Ché, Martí o León Trotsky. Alan destacó la vigencia de las
ideas del marxismo hoy, explicó la actualidad de las ideas
fundamentales de Marx sobre la concentración de la riqueza cada vez
en menos manos mientras aumenta el número de pobres, en el poder
creciente de los monopolios (hoy conocida bajo el nombre de
globalización). Sobre todo demostró con distintos ejemplos
históricos que la llamada "revolución por etapas" ha fracasado una y
otra vez y que las únicas revoluciones democráticas y
antiimperailistas que han triunfado son las que han avanzado hacia
el socialismo, tal como explicaba Trotsky en su teoría de la
Revolución Permanente.
Alan se refirió a Simón
Bolívar, Ezequiel Zamora y Simón Rodríguez como a tres grandes
revolucionarios cuyas ideas no contradicen en absoluto las de Marx
sino que más bien son complementadas por las de este. "Al igual que
Bolívar aprendió del mundo -como decía el slogan del III Encuentro
de Solidaridad con la revolución-, en su caso de las ideas de la
Revolución Francesa y aplicó estas ideas de forma creativa a
Venezuela y América latina, así la revolución bolivariana necesita
el marxismo, que no es algo que se pueda copiar, ni repetir como un
loro, sino algo que debemos estudiar y aplicar creativamente para
convertir a la revolución bolivariana en una revolución socialista".
Alan terminó citando la idea de Bolívar de una
Federación de los pueblos latinoamericanos como una idea
profundamente revolucionaria "a la que sólo habría que añadir una
cosa: que esa federación -en la etapa actual del capitalismo, el
imperialismo- sólo se puede hacer realidad expropiando a los
capitalistas y avanzando hacia el socialismo, nacionalizando la
tierra, la banca y los latifundios bajo control obrero y llevando a
cabo la planificación democrática de la economía en función de las
necesidades sociales y no de las ganancias de unos pocos. Eso sólo
es posible si la clase obrera se pone al frente de las masas y toma
el poder en todo el continente".
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