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Alfaro actualiza la controversia del siglo XVI sobre si los indios tienen alma
Por La Vanguardia -
Wednesday, Jul. 13, 2005 at 11:18 AM
El director valenciano estrena mañana en el Lliure la obra de Carrière protagonizada por Ferran Rañé y Manuel Carlos Lillo.
La dialéctica del tema es "tan parecida a la de nuestros días, con palabras que podría haber dicho Bush", señala el director.
LA VANGUARDIA - 13/07/2005
Efe y Redacción. BARCELONA
El director teatral Carles Alfaro estrenará mañana en la sala Fabià Puigserver del Teatre Lliure y en el marco del festival Grec de Barcelona su versión de La controversia de Valladolid, de Jean-Claude Carrière, que recrea una de las polémicas más vivas del siglo XVI sobre si los indios de América tenían o no alma.
Alfaro presentó ayer el espectáculo, del que dijo que estaba planteado como "voyeurismo histórico" para el público, que asistirá a la "escenificación de una ficción teatral" estrenada por el autor francés con motivo del V centenario del descubrimiento de América en el Festival de Aviñón.
Colaborador antaño de Luis Buñuel y también de Peter Brook (para quien hizo la dramaturgia de su famoso Mahabharata),Carrière escribió esta obra primero en formato de novela y después como obra teatral. El director teatral valenciano, responsable de éxitos como La caiguda y Romul el gran, califica el texto como "una obra dialéctica de enorme dinamismo de ideas", que estará en la cartelera del Lliure desde mañana hasta el 24 de julio.
Tiene como protagonistas principales al filósofo, teólogo y jurista Ginés de Sepúlveda (Manuel Carlos Lillo) y al obispo dominico Bartolomé de las Casas (Ferran Rañé). Recrea uno de los debates más célebres que se suscitó tras la conquista de América, cuando en 1550 un legado papal fue enviado a Valladolid.
El legado (Enric Benavent) tenía la misión precisa de determinar si los indígenas eran seres humanos completos y verdaderos, criaturas de Dios descendientes de Adán o si, como se afirmaba, eran seres de una categoría diferente, inferior o incluso súbditos del imperio del diablo.
Ginés de Sepúlveda propugnaba la evangelización radical y la supresión de los valores indígenas y en aquella época acababa de publicar en Roma su "tratado de las justas causas de la guerra contra los indios".
Bartolomé de las Casas era defensor de la causa india, de la evangelización pacífica y contrario a la esclavitud. Alfaro se centra en el espectáculo en la dialéctica que suscita el tema, "tan parecida a la de nuestros días", con palabras que "podría haber dicho George Bush y que no son ciencia ficción". La obra sirve también como reflexión sobre las duras condiciones de vida de los actuales indígenas de Guatemala, Chiapas o Perú.
Carles Alfaro firma también la escenografía del montaje en un espacio austero, muy sencillo, una especie de isla en medio de la nada, que quiere recrear la sala capitular de un convento, "un espacio fácilmente asimilable a la clandestinidad para que los protagonistas puedan hablar sin amagos".
En el espectáculo participa también un colono (Quim Lecina), que representa el poder de la explotación de los indios, en un periodo en el que la mano de obra empieza a escasear a causa de la mortalidad de los indígenas.
El espectáculo llega al Grec a propuesta de sus creadores, que harán una gira por Catalunya y por el resto de España y que ayer explicaron el interés demostrado ya por el teatro de la Abadía de Madrid.
Esta producción tenía acordada la participación y representaciones con los teatros de la Generalitat valenciana, que querían estrenarlo antes del Grec, previsión que no se ha cumplido por "razones que aún no entendemos", según ha explicado el portavoz de la productora Bitó.
www.lavanguardia.es/web/20050713/51188992016.html