MÀS SOBRE EL ENCUENTRO DE EMPRESAS RECUPERADAS.
Por EL MILITANTE -
Thursday, Nov. 03, 2005 at 6:33 AM
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Chávez anuncia más expropiaciones, el
movimiento obrero debe tomar la iniciativa |
1er Encuentro
Latinoamericano de Empresas Recuperadas por los Trabajadores
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Autor : Jorge Martín Fecha
: ( 02-Noviembre-2005 ) Categoria : Fábricas ocupadas
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ste es
un encuentro histórico. Por primera vez, trabajadores de fábricas
ocupadas de todo el continente nos hemos reunido (Serge Goulart,
Consejo Unificado de fábricas ocupadas de Brasil)
Hemos demostrado cómo los trabajadores podemos
dirigir las empresas, y eso significa que podemos dirigir la
sociedad (Ricardo Moreira, PIT-CNT, Uruguay)
Más de
400 personas de 235 empresas recuperadas por los trabajadores y 20
centrales sindicales, participaron en el 1er Encuentro
Latinoamericano de Empresas Recuperadas por los Trabajadores, en
Caracas del 27 al 29 de Octubre.
Ésta fue en realidad
una reunión histórica, la primera vez que trabajadores implicados en
ocupaciones de fábricas en diferentes países se reunían para
discutir los problemas a los que se enfrentan, compartir sus
experiencias y sacar conclusiones políticas de su lucha. Y una
reunión de estas características sólo podía celebrarse en la
Venezuela revolucionaria, dónde contó con el apoyo del gobierno
Bolivariano de Chávez.
En el acto de instalación, que
se celebró en el Teatro Teresa Carreño, con más de 3000 activistas
obreros presentes, el presidente Chávez explicó como es el
capitalismo el que cierra empresas y que estas “deben ser
recuperadas por los trabajadores”. Comparó la lucha del movimiento
de empresas recuperadas con la lucha por la independencia de la
dominación española en el siglo XIX, y subrayó el “potencial de los
trabajadores de nuestro continente para romper las cadenas y dejar
atrás el capitalismo”. Presidiendo el evento se encontraban varios
ministros venezolanos, dirigentes sindicales del continente y
trabajadores de las empresas tomadas (incluyendo Edgar Peña, el
dirigente obrero de Invepal).
Las tomas de empresas
que se están dando en el continente son parte de la lucha por la
auténtica soberanía y la liberación de la dominación de los EEUU,
afirmó Chávez. Pero al mismo tiempo dejó claro que “el pueblo y los
obreros de los EEUU también tienen un papel a jugar en esta
batalla”.
Chávez también explicó su opinión en
relación al movimiento obrero y su relación con el gobierno
bolivariano. Empezó por saludar la formación de la Unión Nacional de
Trabajadores, pero añadió que la nueva central “ni depende ni
dependerá del gobierno, debe ser autónoma y libre” de éste. El viejo
modelo sindical, “sindicatos que terminaron negociando a espaldas de
los trabajadores: dirigentes como aquí, en Venezuela, que terminaron
enriqueciéndose y negociando con los patronos la vida de los
trabajadores”, debe quedar definitivamente atrás
Chávez propuso la creación de una red de empresas
recuperadas por los trabajadores, para que puedan colaborar e
intercambiar experiencias. Finalmente anunció la expropiación de dos
empresas más, Sideroca y el Central Azucarero Cumanacoa. Esto fue
recibido con una ovación cerrada por parte de los 3,000 trabajadores
presentes que gritaban “así, así, así es que se gobierna”. Sideroca,
en el Zulia, es una empresa que fabrica tubos para la industria
petrolera y que fue abandonada por sus dueños hace seis años. El 6
de setiembre un grupo de antiguos trabajadores y las comunidades
locales decidieron tomar las instalaciones para impedir que los
dueños se llevaran la maquinaria, y empezaron a exigir su
expropiación bajo cogestión obrera. El Central Cumanacoa ha estado
funcionando a mitad de su capacidad desde que fue privatizado en
1992, y más recientemente la situación ha empeorado, llegando a un
punto en que operaba a sólo un 20% de su capacidad. Los trabajadores
y los productores de caña locales venían exigiendo su expropiación.
Chávez anunció que firmaría los decretos de
expropiación antes de salir para la cumbre de Mar del Plata en
Argentina esta semana. También añadió que seguirían otras
expropiaciones y mencionó la planta de procesamiento de tomate
Caigua en Guárico. Caigua fue tomada por los trabajadores el 7 de
julio después de un conflicto sobre el impago de salarios, y cuando
los trabajadores se dieron cuenta que el propietario quería vender
la pasta de tomate que estaba almacenada en la planta. Una vez más,
los trabajadores exigieron que la planta fuera expropiada y
entregada a los trabajadores.
Pero el presidente
añadió que la idea no era expropiar las empresas para que sus
trabajadores “se hicieran ricos de la noche a la mañana”, sino para
que la producción beneficiara a las comunidades en su conjunto. En
la misma línea, durante el transcurso del Encuentro, trabajadores de
Caigua declararon que “nosotros no queremos crear 57 capitalistas,
vamos rumbo al socialismo”.
Como dijo Serge Goulart:
“éste es un presidente que se pone del lado de los trabajadores, no
sólo en palabras y en discursos, sino con hechos concretos como
estas dos expropiaciones”.
Debates sobre la toma
de empresas
Después de la instalación, el evento
se dividió en diferentes reuniones, una para dirigentes y
organizaciones sindicales, otra para trabajadores de las empresas
tomadas y una para representantes parlamentarios y de gobiernos.
El debate sobre las formas de propiedad que deberían
tomar estas empresas recuperadas estuvo presente en el Encuentro.
Los compañeros del grupo Cipla-Interfibra-Flasko-Flaskepet de
empresas bajo control de los trabajadores en Brasil (ver:
http://paginas.terra.com.br/noticias/cipla/) insistieron en la
reivindicación de la estatización bajo control de los trabajadores.
Serge Goulart, coordinador del Consejo Unificado de fábricas,
insistía: “Estamos en contra de la idea de una “economía solidaria”.
En realidad eso significaría convertir a los trabajadores en
capitalistas, debilitar a la clase obrera, y, al competir en un
mercado capitalista, sólo podrían triunfar hundiendo a otras
empresas. Estamos a favor de la estatización, pero la estatización
bajo control de los trabajadores para impedir el surgimiento de una
nueva burocracia.”. Añadió que esta lucha sólo podía verse como
parte de la lucha general por la “nacionalización de la banca y las
multinacionales para planificar la economía en beneficio del
pueblo”. “Si no puede haber socialismo en un solo país, ¡aún menos
puede haber socialismo en una sola fábrica!” dijo con convicción.
Al preguntarle sobre el debate que el presidente
Chávez ha abierto sobre el socialismo del siglo XXI, Serge Goulart
respondió: “La revolución venezolana es extraordinaria porque
confirma todo lo que los marxistas siempre habíamos dicho. Empezó
como una lucha contra el imperialismo y por la soberanía nacional.
Pero entonces vimos la entrada de la clase obrera en la escena, con
la lucha contra el sabotaje petrolero, y la revolución fue más allá.
Al igual que con la nacionalización de Venepal el 19 de enero de
este año. Empezó como una lucha antiimperialista pero, o se
convierte en socialista o será aplastada. (…) Se va a plantear la
cuestión de la nacionalización de los bancos y las multinacionales y
eso lo tienen que hacer los trabajadores”.
Orlando
Chirino, coordinador nacional de la UNT, explicó el contexto en que
se dan estas tomas de empresas: “Es un síntoma de la degeneración
del capitalismo, que lleva a un proceso de desregulación,
flexibilización y un aumento de la explotación de los trabajadores.
El capitalismo ya no es el sistema progresista que una vez fue”. El
proceso de toma de empresas no está exento de contradicciones o
dificultades. En el caso de Venezuela en particular, la mayoría de
los trabajadores implicados no tienen ninguna experiencia previa de
organización o lucha sindical, y se enfrentarán a muchos problemas.
Pero para Orlando, la tarea de los sindicatos es dar a este
movimiento instintivo de toma de empresas para defender el empleo
“una expresión consciente, con el objetivo final de la socialización
de los medios de producción”.
Tanto Chirino como los
representantes sindicales de la empresa eléctrica del estado
venezolano CADAFE, insistieron en que la gestión obrera era
enormemente progresista y “la única manera de derrotar el
burocratismo y la corrupción que amenazan la revolución
bolivariana”.
Acuerdos de cooperación
Como parte del Encuentro, hubo reuniones entre
los representantes de diferentes empresas recuperadas que llegaron a
acuerdos mutuamente beneficiosos. Se insistía en que estos no eran
simplemente acuerdos de intercambio comercial, sino que se basaban
sobre principios de cooperación mutua, transferencia de tecnología,
etc. Entre los acuerdos firmados está uno entre Venezuela y el grupo
de empresas bajo gestión obrera Cipla-Interfibra-Flasko-Flaskepet en
Brasil. Por una parte la petroquímica estatal Pequiven venderá
materias primas a Cipla a precios preferenciales, y por la otra
PDVSA comprará tuberías de plástico a Cipla. Pero al mismo tiempo,
los trabajadores de Cipla-Interfibra proporcionaran a Venezuela la
tecnología y el conocimiento para crear una serie de empresas que
hagan marcos de PVC para ventanas y puertas y otro tipo de
materiales para la construcción. Todo esto permitirá a Venezuela
evitar la dominación del mercado de estos tipos de plástico por
parte de un puñado de multinacionales de los EEUU.
La
importancia de este acuerdo reside en que en realidad el gobierno
venezolano está dando apoyo directo a un grupo de empresas en Brasil
que han sido tomadas y gestionadas por sus trabajadores y que han
sido amenazadas en varias ocasiones con el desalojo y la cárcel para
sus dirigentes por parte del sistema judicial brasileño. Esto
inevitablemente servirá de aliento a grupos de trabajadores en
Venezuela y en toda América Latina a la hora de plantearse tomas de
empresas.
Internacionalismo y antiimperialismo
El Encuentro también tuvo un marcado carácter
internacionalista. La presencia de una delegación de la COB
boliviana trajo un soplo de las tradiciones revolucionarias de los
mineros y obreros bolivianos. Jaime Solares, secretario ejecutivo de
la COB, subrayó “el papel clave del proletariado a nivel
internacional” y añadió que “el socialismo no ha muerto, sigue
estando vigente”. También advirtió de la amenaza de intervención
internacional contra la revolución boliviana, en especial el peligro
que representa la base instalada por los EEUU en el Chaco de
Paraguay, en la frontera con Bolivia.
También se
discutió la situación de Haití. Julio Turra, de la CUT brasileña
dijo claramente que “las tropas brasileñas en Haití están al
servicio del imperio”. La declaración final de las centrales
sindicales presentes hace un llamamiento “a la retirada de las
tropas de ocupación de Haití, Irak y Afganistán”.
También se expresó una oposición firme al ALCA. Como
dijo Ricardo Moreira, del PIT-CNT de Uruguay, “la única integración
real no es la integración comercial, sino la integración desde la
clase obrera... que es la clase más revolucionaria”. Los
sindicalistas argentinos anunciaron un paro de labores nacional el 4
de noviembre contra la presencia de Bush en la Cumbre de las
Américas en Mar del Plata.
Clausura y conclusiones
Finalmente, después de tres días de duro trabajo
y discusiones, de compartir experiencias de los diferentes grupos de
trabajadores que se vieron obligados a tomar sus empresas para
defender su fuente de ingresos, 500 trabajadores, representantes
sindicales y una serie de funcionarios del gobierno venezolano
(incluyendo la Ministro de Trabajo María Cristina Iglesias y otros
ministros), se reunieron para el evento de clausura.
El ambiente era de entusiasmo, y antes del inicio del
evento todos los presentes se levantaron a corear la consigna
popularizada por el movimiento de empresas ocupadas de Argentina:
“aquí están, estos son, los obreros sin patrón”. Casi 200
trabajadores había venido de la Argentina para participar en este
Encuentro, y el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER)
había jugado un papel clave en su organización.
Se
leyeron y aprobaron las conclusiones de las diferentes reuniones y
después uno de los dirigentes de los trabajadores de Caigua leyó un
documento conjunto, llamado el Compromiso de Caracas, que fue
aprobado por aclamación. Los trabajadores de las empresas
recuperadas también habían aprobado su propia declaración que
explica la importancia del Encuentro: “Nos encontramos para impulsar
nuestro movimiento, para defenderlo, para ayudarnos unos a otros, y
hacer más fuerte nuestra lucha contra el enemigo común de los
pueblos, el capitalismo que lleva a la guerra y planifica la miseria
en todo el planeta”.También defendía abiertamente el derecho a la
ocupación de empresas: “La quiebra de las empresas es
responsabilidad de los capitalistas y los gobiernos, los
especuladores financieros y las multinacionales. Cada fábrica
cerrada es un cementerio de puestos de trabajo, así como lo es el
latifundio en el campo. (...) Por eso los trabajadores del campo y
la ciudad tienen derecho a ocupar las fábricas y las tierras para
defender su trabajo y la soberanía de nuestros países. Por eso
ocupamos las empresas y las pusimos a producir.”
La
declaración saluda el anuncio de más expropiaciones por parte del
presidente Chávez: “En Venezuela, que vive una revolución, los
trabajadores colocaron en el orden del día la expropiación, con
control de los trabajadores de estas empresas de diferentes maneras.
Saludamos el anuncio del compañero Chávez durante la instalación de
este Encuentro, de realizar dos nuevas expropiaciones de empresas y
colocarlas bajo control de los trabajadores. Es esto lo que
necesitamos en todos nuestros países”
También la
resolución explica el carácter y objetivos finales del movimiento:
“Deseamos avanzar hasta el control total de la economía por parte de
los trabajadores para ponerla planificadamente al servicio de todo
el pueblo. Nuestro movimiento es antiimperialista y anticapitalista.
Es un grito y un movimiento organizado de la clase trabajadora
contra el régimen de la propiedad privada de los grandes medios de
producción que sólo puede sobrevivir haciendo la guerra, explotando
y oprimiendo a los pueblos.”
La declaración advierte
de los peligros a los que se enfrenta el movimiento: “Nuestra
resistencia no pasó desapercibida a los patrones, el gran capital y
sus organismos internacionales, que nos tratan de perseguir y
reprimir. Pero también de ver formas de destruir nuestra resistencia
envolviendo a los trabajadores con diversas formas de colaboración
de clase, tentándolos con posibilidades de integración individual en
el régimen capitalista.” Para resistir estos intentos se acordó
crear una red internacional de empresas tomadas y gestionadas por
los trabajadores: “Desde hoy nos levantaremos como un sólo cuerpo si
en cualquier país los gobiernos nos reprimieran o amenazaran con
cerrar las empresas que controlamos”.
La declaración
concluye con un llamamiento inspirador: “Ellos cierran, nosotros
abrimos las fábricas. Ellos roban las tierras y nosotros las
ocupamos. Ellos hacen las guerras y destrozan las naciones, nosotros
defendemos la paz y la integración soberana de los pueblos. Ellos
dividen, nosotros unimos. Porque somos la clase trabajadora. Porque
somos el presente y el futuro de la humanidad. Convocamos a todos a
continuar esta lucha, ampliarla y a reunirnos otra vez en el próximo
año para profundizar la unidad y la lucha que llevamos junto con
toda la clase obrera y los pueblos en contra del enemigo común de la
humanidad. ¡Venceremos!”
Sin duda el Encuentro
servirá para impulsar la lucha de los trabajadores en América Latina
y el mundo. Durante la instalación del evento, Julio Turra de la CUT
explicó como “cuando el gobierno Chávez declara la guerra al
latifundio, es un aliento a los compañeros del MST. Cuando expropia
a los patronos golpistas es un aliento a la lucha de los compañeros
de Brasil que hace 3 años exigen al gobierno Lula que expropie las
empresas abandonadas”.
En Venezuela la reunión no se
quedó entre las cuatro paredes de las salas de reuniones, sino que
fue más allá. Los dos canales de TV del estado Vive y VTV,
informaron en detalle del Encuentro y pasaron documentales y
programas sobre las empresas recuperadas en diferentes países;
trabajadores de las empresas tomadas participaron y hablaron en el
“Aló Presidente”. Ahora la tarea de los trabajadores y del
movimiento sindical en Venezuela es tomar ese llamamiento, tomar la
lista de 700 empresas paralizadas por sus dueños y empezar a
recuperarlas. Aquí los trabajadores hasta el momento se han
encontrado con un presidente que simpatiza con esa idea y que
incluso les ha animado a llevarla a cabo en más de una ocasión.
Sin duda, éste fue un Encuentro que pasará a la
historia del movimiento obrero latinoamericano. En palabras de
Ricardo Moreira del PIT-CNT: “Hemos demostrado cómo los trabajadores
podemos dirigir las empresas, y eso significa que podemos dirigir la
sociedad”
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