) La revolución venezolana se encuentra en una
encrucijada. Después de derrotar en dos ocasiones a la contrarrevolución se
enfrenta a una nueva y furiosa ofensiva. Esto significa que las fuerzas
contrarrevolucionarias no se conforman con la derrota. Cada vez están más desesperadas
y su desesperación las hace más decididas y violentas. Además, combinan los
métodos legales y semilegales de lucha (la campaña por el “referéndum”) con
preparativos de lucha armada. Los primeros con un objetivo propagandístico
para el consumo externo y con un significado secundario. Los segundos
constituyen la esencia de su estrategia. Todo combinado con una campaña de
sabotaje económico, alteración de la cadena de distribución de alimentación y
actos de motín.
2) El arresto de paramilitares colombianos en Venezuela indican la existencia
de una conspiración bien preparada para derrocar al gobierno y asesinar a
Chávez. Los peligros a los que se enfrenta la revolución son muy reales. Por
lo tanto, ha llegado el momento de sacar todas las conclusiones necesarias y
dar los pasos para asestar un golpe decisivo a la contrarrevolución.
3) La sociedad venezolana ahora está extremadamente polarizada a favor y en
contra de la revolución bolivariana, a derecha e izquierda. A la izquierda
están los trabajadores, campesinos y pobres venezolanos, que están luchando
para defender la revolución y llevarla hacia adelante. A la derecha se
encuentran los contrarrevolucionarios venezolanos, encabezados por los
banqueros, terratenientes y capitalistas, que han conseguido arrastrar tras
de sí a una parte importante de la clase media. El abismo entre estos dos
campos antagónicos es enorme y no se puede superar. Todos los intentos de
compromiso son inútiles.
4) El imperialismo estadounidense continúa impulsando, apoyando y financiando
las fuerzas de la contrarrevolución interna, esperan que hagan el trabajo
sucio por él. Pero correctamente ha llegado a la conclusión de que la
oposición interna es demasiado débil para triunfar basándose en sus propias
fuerzas. Por lo tanto, Washington está preparando una campaña de terror,
utilizando a fuerzas paramilitares colombianas que trabajan en colaboración
con los contrarrevolucionarios internos. Esto significa una declaración de
guerra.
5) Tarde o temprano, la situación tendrá que resolverse con una victoria
decisiva en un sentido u otro. La revolución todavía no ha pasado el punto de
no retorno. Todas las conquistas de las masas conseguidas con el gobierno
Chávez pueden todavía ser liquidadas. El movimiento puede ser empujado hacia
atrás. Eso es lo que intentan conseguir los contrarrevolucionarios mientras
que los trabajadores luchan por derrotarles. La cuestión del poder todavía no
está decidida. En un futuro no demasiado lejano se tendrá luchar y ganar la
batalla decisiva.
6) ¿Quiénes son los contrarrevolucionarios? Son los mismos burgueses que
gobernaron Venezuela durante décadas. Saquearon y arruinaron el país,
mientras se llenaban los bolsillos y las cuentas bancarias con la riqueza
creada por la clase obrera. Son los funcionarios locales del imperialismo
estadounidense, son los mismos políticos y burócratas, corruptos y
degenerados contra quienes se rebeló Hugo Chávez expresando la voluntad del
pueblo venezolano.
7) El programa de la contrarrevolución es una mezcla de mentiras, fraude e
hipocresía. Pretenden defender la “democracia” pero pasan por alto que Chávez
ha ganado regularmente con mayorías convincentes cada una de las citas
electorales. Dicen que defienden el imperio de la ley, pero la violan
constantemente -hasta el punto de intentar llevar a cabo un golpe de estado
para derrocar a un gobierno elegido democráticamente. Dicen que defienden el
orden, pero constantemente provocan desorden y caos para intentar encubrir
sus intrigas contrarrevolucionarias. Pretenden ser patriotas venezolanos pero
han vendido su país al imperialismo estadounidense y tienen sus fortunas en
cuentas bancarias de Florida. Ahora están apoyando activamente la invasión de
Venezuela por fuerzas contrarrevolucionarias extranjeras.
8) En la lucha entre la revolución y la contrarrevolución, los
contrarrevolucionarios han contado con una gran ventaja: el control de los
puntos clave de la economía. Durante la llamada huelga (en realidad un cierre
patronal), los capitalistas venezolanos infligieron un terrible daño a la
economía. Las pérdidas totales superan los siete mil millones de dólares.
Además, estos llamados “patriotas” han exportado miles de millones de dólares
a bancos de Florida, privando a la economía venezolana de esa inversión tan
necesaria. Junto al sabotaje económico están alterando la distribución de
comida controlada por tres o cuatro grandes monopolios, para provocar subidas
de precios artificiales y escasez de los producto alimenticios básicos. Están
agotando los nervios de Venezuela para intentar provocar la máxima
dislocación, desempleo y dolor. Calculan que esto enfriará el entusiasmo de
las masas por la revolución. También quieren crear caos y desorden, intentan
crear las condiciones para un golpe de estado de los altos mandos del
ejército con la excusa de “restaurar el orden”.
9) El elemento decisivo en la ecuación es la clase obrera. Los trabajadores
de Venezuela ya han comenzado a luchar contra la ofensiva de los empresarios.
Han tomado la iniciativa, en algunos casos han ocupado las fábricas
abandonadas por los empresarios, comenzaron a introducir elementos de control
obrero en algunas empresas, han creado sindicatos democráticos, han obligado
a los empresarios a pagar los salarios no abonados y los beneficios sociales.
Hay que adoptar y generalizar estas iniciativas. Demuestran el camino hacia
adelante.
10) Un papel particularmente pernicioso lo están jugando los llamados
“dirigentes sindicales” de la CTV. Estos lugartenientes obreros corruptos y
degenerados del Capital hace mucho que vendieron su alma a los empresarios y
la CIA. Han renunciado a cualquier derecho a ser considerados parte legítima
del movimiento obrero. Han sido expulsados del movimiento.
11) La construcción de la UNT es una tarea urgente. Debemos fortalecer y
construir los sindicatos democráticos y dotarlos de un programa de lucha. ¡A
construir una federación sindical de masas! A elaborar un programa de
reivindicaciones basadas en las necesidades inmediatas de los trabajadores:
la lucha contra los cierres de fábricas y el desempleo, el elevado costo de
la vida, etc.
12) La UNT anunció recientemente una campaña para organizar al 80 por ciento
de la fuerza laboral en los sindicatos (apoyada públicamente por el
presidente Chávez). Esto es un paso en la dirección correcta. Organizando a
las capas desorganizadas, la revolución puede cortar la hierba bajo los pies
de la vieja burocracia sindical de derecha corrupta. Esta iniciativa debe
llevarse a cabo de una forma enérgica en todos los niveles. Al mismo tiempo hay
que hacer un llamamiento a los trabajadores que siguen en los sindicatos
afiliados a la CTV para que luchen para democratizarlos y que se unan a la
UNT. Allí donde esto no es posible será necesario crear nuevos sindicatos
democráticos, pero siempre con el objetivo de organizar a todos los
trabajadores y no sólo a las capas más avanzadas.
13) Para evitar el sabotaje, el despilfarro y la corrupción, los trabajadores
de la industria deben comenzar a ejercer el control sobre la producción. Los
funcionarios corruptos deben ser echados. A los directores que participaron
en la contrarrevolución y el sabotaje de la producción se les debe dar un
ultimátum: o desisten de estas actividades y sirven al pueblo, o serán
despedidos sin pensión y sin todos los demás derechos. Los casos serios de
sabotaje deben ser castigados con arresto y encarcelamiento. Los directores
corruptos y contrarrevolucionarios deben ser sustituidos por personas
honestas y dedicadas a la causa de la revolución. Esto sólo se puede
conseguir con la introducción del control y la dirección democrática de los
trabajadores.
14) ¿Pueden los trabajadores dirigir la industria? Esos escépticos que
cuestionan la capacidad de los trabajadores para dirigir la industria han
tenido su respuesta. Fueron los trabajadores los que derrotaron los intentos
de los empresarios de sabotear la economía con el cierre empresarial de hace
dos años. Los trabajadores de PDVSA han demostrado su capacidad para dirigir
incluso las industrias más grandes y complejas. Lo han hecho con un gran
nivel de calificación y competencia.
15) En cualquier caso, los trabajadores no estarán solos. Contarán con la
ayuda de la mayoría de los ingenieros, científicos, técnicos y directores
honestos, que no son saboteadores o contrarrevolucionarios y que
verdaderamente desean una Venezuela próspera y victoriosa. La población de
Venezuela tiene enormes reservas de talento y creatividad. Atraerán a su lado
a todo lo mejor de la sociedad venezolana, incluida la flor y nata de los
intelectuales. Los talentos creativos de la población bajo el capitalismo
están paralizados por un sistema que sitúa los beneficios por encima de los
intereses de la mayoría. Esto también es verdad para aquellos que ocupan
posiciones de dirección en los niveles mas bajos. En una economía socialista
planificada, sus habilidades podrán ser bien utilizadas aplicando la
tecnología y métodos más modernos para estimular la productividad en interés
de todos.
16) El control obrero inmediatamente acabará con toda la corrupción, despilfarro
y nepotismo, los excesivos beneficios y los ingresos extras de los
empresarios. ¡Hay que abrir los libros de cuentas! Obligar a todas las
empresas a revelar sus verdaderos beneficios. Esto reduciría de manera
importante el despilfarro y ayudaría a canalizar estos recursos hacia la
producción para el desarrollo de Venezuela. Sin embargo, el control obrero
por sí mismo no puede resolver los problemas fundamentales de la sociedad.
Sólo es un paso transicional hacia la nacionalización de los medios de
producción y hacia una economía planificada.
17) Los elementos de control obrero ya existen. Los trabajadores han ocupado
algunas fábricas cerradas por los empresarios. Durante el sabotaje de la
industria petrolera, incluso Hugo Chávez expresó su apoyo a la consigna:
“Fábrica cerrada, fábrica ocupada por los trabajadores”, aunque después el
gobierno realmente no dio ningún paso serio para resolver el problema de los
trabajadores que habían ocupado las fábricas. Los casos aislados de control
obrero sólo pueden triunfar parcial y temporalmente. Hace falta un plan total
de producción que pueda integrar a los diferentes sectores de la economía y
la producción. Pero esta planificación e integración choca inmediatamente
contra la barrera de la anarquía capitalista (el “mercado”). No puede haber
progreso real a menos que se superen los obstáculos.
18) El principal poder de la contrarrevolución consiste en su posesión de los
medios de producción. Continúa ejerciendo el control sobre los puntos clave
de la economía, que los utiliza para poner un lazo corredizo sobre el cuello
de la población venezolana. La única forma de impedir este sabotaje económico
y eliminar el despilfarro y la corrupción que son la consecuencia inevitable
del capitalismo, es destruir la fortaleza económica de la burguesía. Mientras
los contrarrevolucionarios continúen detentando el poder económico, la
revolución luchará con una mano atada a la espalda.
19) La tierra, los bancos, las empresas de seguros y las grandes industrias
deben ser nacionalizados. Esto se puede hacer con la aprobación de una
legislación urgente en el Congreso, apoyada con un llamamiento a los
trabajadores para hacerse cargo desde abajo, para introducir el control
obrero e impedir el sabotaje de los empresarios y garantizar una transición
pacífica y ordenada hacia una economía planificada. El presidente de la
república puede explicar este paso a la población apareciendo en televisión y
explicando los escandalosos beneficios de los empresarios, el despilfarro, la
corrupción y el nepotismo, el sabotaje sistemático de la economía.
20) Nacionalizando los puntos clave de la economía bajo la dirección y el
control democrático de los trabajadores será posible introducir un genuino
plan de producción que movilice todos los recursos productivos de Venezuela
para la satisfacción de las necesidades de la población: un programa de
construcción de viviendas, escuelas y hospitales puede comenzar
inmediatamente, utilizando los considerables ingresos petroleros del país
para financiar un plan de inversión ambicioso. Se podría eliminar el
desempleo, y todos los ciudadanos tendrían el derecho y la obligación de
trabajar. Este plan, que garantizaría una mejora inmediata de los niveles de
vida de la inmensa mayoría, sólo sería posible basándose en la
nacionalización. No su puede planificar lo que no se controla y no se puede
controlar lo que no se tiene.
21) A menos que se den pasos decisivos para tomar el control de la economía,
la población venezolana se enfrentará a un futuro de creciente caos
económico, desempleo y pobreza. La enorme riqueza petrolera de Venezuela no
será suficiente para evitar esto. Pero incluso sin eso, el intento de
combinar medidas de nacionalización con la economía de mercado provocará
distorsiones y, particularmente, una inflación que acabará con las conquistas
y provocará dislocación económica. La nacionalización de los puntos clave de
la economía es por lo tanto una medida absolutamente necesaria y urgente de
autodefensa para la mayoría, para proteger sus intereses vitales y el derecho
más fundamental: el derecho a la vida.
22) El primer paso debe ser la nacionalización de los bancos. Un sector
importante del sistema bancario venezolano está bajo el control de dos grupos
bancarios españoles. Además, una gran parte del dinero que circula anualmente
en el sistema financiero realmente es dinero propiedad del estado,
directamente o a través de las empresas estatales, en particular la PDVSA.
Sin embargo, el control de estos recursos financieros está en manos privadas
y es utilizado para financiar la contrarrevolución y sabotear la economía.
Sin la nacionalización de los bancos será imposible planificar la economía.
El control del crédito es una de las palancas fundamentales de la economía
moderna. Sin esto, nada se puede llevar a cabo. El estado debe saber cuánto
dinero hay, de dónde viene y a dónde va. Una estricta contabilidad nacional
es la condición previa para una economía planificada.
23) La nacionalización de los bancos permitiría al estado ejercer un control
real y no ficticio sobre la economía, controlar la afluencia de capital y la
inversión en aquellos sectores que afectan a los intereses de la mayoría y
los requerimientos objetivos de la economía. Los trabajadores de la banca
pueden jugar un papel clave en la nacionalización de los bancos. Saben todo
lo relacionado con las estafas y con los movimientos especulativos de
capital. Saben como los contrarrevolucionarios utilizan grandes sumas de
dinero para el sabotaje y las intrigas. Hay que hacer un llamamiento a los
trabajadores de la banca para controlar el movimiento de capital, para
garantizar un cambio de manos tranquilo de los bancos y evitar actos de
sabotaje.
24) Los logros de la revolución son reales y palpables. Se han tomado medidas
importantes en interés de los trabajadores, los campesinos y los pobres,
particularmente la reforma agraria, la sanidad y los planes de educación que
han llegado a millones de venezolanos. Pero todas estas conquistas están
amenazadas. Pueden dar marcha atrás y lo harán si la contrarrevolución vuelve
a tener el control. Para garantizar las conquistas de la revolución éstas
deben ser irreversibles. Esto significa un cambio fundamental en la sociedad.
Esto plantea la cuestión del poder.
25) Toda revolución en la historia, en última instancia, se resuelve
respondiendo a la pregunta: ¿quién tiene el poder? ¿quién manda en casa?
Hasta que no se responda a esta pregunta la revolución no habrá terminado. Al
inicio de la revolución bolivariana Hugo Chávez lanzó un desafío a la vieja
oligarquía. Su poder fue desafiado pero no fue derrocado completamente.
Comenzó una lucha colosal, que todavía no se ha decidido en un sentido o en
otro. Todo depende de la resolución de esta lucha.
26) En el fondo, la cuestión del poder se puede reducir a una cosa: ¿quién
controla el poder del estado? Esta es la cuestión decisiva. El estado en
última instancia consiste en cuerpos de hombres armados, el ejército, la
policía, etc., En un régimen capitalista normal la burguesía controla el
estado y lo utiliza para oprimir a la mayoría de la sociedad, para garantizar
su poder y privilegios. Controla no sólo el ejército y la policía, también
los jueces, la burocracia y cada una de las ramas del poder ejecutivo.
27) Sin embargo, hay períodos excepcionales en la historia, períodos en los
que la lucha de clases alcanza un punto muerto, cuando las cosas no están
suficientemente claras. Venezuela está atravesando una situación compleja.
¿El estado venezolano es burgués? En la medida que la burguesía sigue siendo
la clase dominante, en la medida que continúa teniendo y controlando los
puntos clave de la economía, en la medida que no se ha roto su poder
económico, Venezuela sigue siendo un país capitalista y el estado sigue
siendo burgués. Esto significa que la revolución no ha llegado hasta el
final, que se ha detenido a medio camino y por lo tanto todavía el proceso
puede volverse en su contrario.
28) El estado todavía es un estado burgués, pero es un estado burgués con
características peculiares. La más peculiar es que la burguesía -al menos
temporalmente- ha perdido el control de partes clave de su propio estado.
Esto parece una afirmación contradictoria, pero es sólo la expresión de una
contradicción real que existe en la economía. La sociedad venezolana está dividida
por la mitad. La extrema polarización de clases afecta a todo, incluido el
estado, que también está dividido. Un sector del ejército se ha pasado al
lado de la revolución bolivariana. Esto incluye la aplastante mayoría de los
soldados normales y suboficiales, pero también un número significativo de
oficiales como el propio Chávez. Esto crea enormes dificultades para la
burguesía venezolana que no tiene el mismo control del ejército y la casta de
oficiales que existe en Gran Bretaña o EEUU.
29) Muchos oficiales sinceramente apoyan la revolución. Los escalafones
superiores tendrían que haber sido purgados después del colapso del golpe de
estado de abril de 2002. En general, el ambiente predominante no es favorable
a la contrarrevolución. La amenaza externa representada por el imperialismo
estadounidense y Colombia galvanizarán los instintos naturales del ejército a
luchar y dar apoyo al presidente. Los contrarrevolucionarios, al menos por el
momento, se encuentran en una situación difícil. Pero desde fuera es difícil
decir cual es la verdadera correlación de fuerzas que hay dentro del
ejército. Esto sólo quedará claro con los acontecimientos.
30) En última instancia, la correlación de fuerzas dentro del ejército está
determinada por la correlación de fuerzas de clase en la sociedad. En la
medida que la revolución avanza y golpea decisivamente a sus enemigos, tanto
internos como externos, en la medida que las masas están en pie y activas, el
ala revolucionaria de las fuerzas armadas tendrá valor y estará fortalecida.
Pero las vacilaciones y las retiradas desalentarán al ala revolucionaria y
animarán a los contrarrevolucionarios.
31) Chávez y sus seguidores se están basando en el apoyo de las masas para
golpear a la oligarquía y al imperialismo. Originalmente no tenían una
perspectiva socialista sino sólo la noción de acabar con la corrupción y
modernizar Venezuela. Querían una sociedad más justa e igualitaria, pero
imaginaban que era posible conseguirlo sin romper los límites del
capitalismo. Pero esto inmediatamente los hizo entrar en conflicto con la
burguesía y el imperialismo. Las masas tomaron las calles y dieron al proceso
una dinámica totalmente diferente. El movimiento de masas ha dado un impulso
a Chávez y a su vez él ha impulsado el movimiento en una dirección
revolucionaria.
32) Cuando Hugo Chávez fundó el Movimiento Bolivariano su intención era
limpiar el establo maloliente en el que se había convertido la vida política
venezolana. Este era un objetivo limitado y muy modesto, pero se encontró con
la feroz resistencia de la oligarquía dominante y sus sirvientes. Se ganó el
odio eterno de los ricos y poderosos, y la lealtad y el amor de las masas.
Hugo Chávez por primera vez dio a los pobres y oprimidos una voz y alguna
esperanza. Ese es el secreto de la extraordinaria devoción y lealtad que
muestran hacia él. Los despertó a la vida y se ven reflejados en él.
33) Eso explica el odio igualmente extraordinario que la clase dominante
muestra hacia Chávez. Es el odio de los ricos por los pobres, del explotador
por el explotado. Detrás de este odio hay miedo, temor a perder toda su
riqueza, poder y privilegios. Este es un abismo que no se puede superar sólo
con palabras. Es la división fundamental de la sociedad en clases.
34) La revolución defiende la democracia. Pero una lucha consistente por la
democracia inevitablemente hace que la revolución entre en conflicto con los
intereses creados de los terratenientes, banqueros, capitalistas y el
imperialismo. Es decir, si la democracia revolucionaria quiere conseguir sus
objetivos debe estar preparada para ir más allá de los límites del
capitalismo. Debe emprender acciones para destruir el poder económico de la
oligarquía. Si no lo consigue inevitablemente terminará en derrota, la
victoria de la contrarrevolución y la completa erradicación de la democracia
en Venezuela.
35) Aunque prestan juramento por la democracia en cada frase, la oligarquía
venezolana y el imperialismo son los enemigos de la democracia. Quieren una
“democracia” en la que todo el mundo pueda decir lo que quiera mientras la
minoría adinerada decide lo que ocurre. La única clase que está sinceramente
interesada en la democracia es la clase obrera y sus aliados naturales, los
campesinos pobres y los pobres urbanos. La verdadera democracia no sólo se
conseguirá cuando el poder de la oligarquía haya sido destruido para siempre
y el poder esté en manos de la clase obrera. Lo que hace falta no es la
ficción hueca de la democracia burguesa formal, donde el pode real está en
manos de los banqueros y los capitalistas, sino una verdadera democracia de
la clase obrera, basada en la nacionalización de la tierra, los bancos, las
grandes industrias y con un plan democrático de producción.
36) El programa inmediato debe ser:
a) fusión de los bancos y nacionalización del sistema bancario;
b) fusión de las empresas de seguros y nacionalización del sector
financiero;
c) abolición del secreto comercial: ¡apertura de libros!;
d) control y gestión obreras de PDVSA y todas las demás grandes empresas y
nacionalización de todos los demás sectores de la industria petroquímica, gas
y energía; e) organización de la población en asociaciones de consumidores y
cooperativas para controlar los precios y la distribución de comida y otros
productos, medidas que se podrán llevar a cabo a través de la nacionalización
de los monopolios que controlan la cadena de distribución;
f) nacionalización de la tierra, expropiación de las grandes haciendas y
formación de cooperativas campesinas para gestionar la agricultura;
g) nacionalización de las grandes empresas de transporte y la creación de
sistemas de transporte unificado;
h) monopolio estatal del comercio exterior.
37) El imperialismo estadounidense está jugado al gato y el ratón con
Venezuela. Después de haber sido derrotado en dos asaltos directos, está
recurriendo a métodos de asedio. Está presionando a los otros gobiernos de
América Latina para aislar a la revolución venezolana, que es considerada un
punto de referencia peligroso para el descontento de las masas de todo el
continente. Está amenazando a Venezuela con ponerla de rodillas por medio de
sanciones económicas. Al mismo tiempo está preparando activamente una campaña
de terrorismo y subversión.
38) Ante el temor de verse implicado, Washington está conspirando activamente
con los círculos dirigentes en Colombia, no sólo para aislar a Venezuela y
ejercer presión, sino incluso para preparar una intervención directa contra
la revolución venezolana. Está constantemente intrigando en la Organización
de Estados Americanos (OEA) para interferir en los asuntos internos de
Venezuela. El papel de la OEA es como el de un “vecino amistoso” que aconseja
a un hombre que está siendo atacado por una banda de ladrones: que se quede
quieto, que no grite muy alto porque sino provocará a los ladrones y
molestará a todo el vecindario. ¡Con “amigos” como estos la población
venezolana no necesita enemigos!
39) Por supuesto que es necesario hacer uso de la diplomacia -adoptar toda
medida posible para evitar el aislamiento de Venezuela- para desarrollar
relaciones amistosas, comerciales, etc., con Argentina, Brasil y, por
supuesto, con Cuba. Sin embargo, basarse en esto sería extremadamente miope.
Los gobiernos pueden cambiar y pueden caer bajo la presión del imperialismo.
No hay garantía de que esto no ocurrirá en el caso de Brasil o Argentina.
40) En última instancia, los únicos aliados verdaderos de la población
venezolana son los trabajadores y campesinos oprimidos de América Latina. De
ellos siempre se puede depender para defender la revolución venezolana, pero
de sus gobiernos no. Finalmente, la verdadera defensa de la revolución
venezolana no consiste en la diplomacia sino en una consistente política
revolucionaria e internacionalista con el objetivo de extender la revolución
a toda América Latina y más allá.
41) El presidente Chávez ha demostrado un gran valor al enfrentarse a los
imperialistas. Él ha dicho: “Si hay una intervención imperialista lucharemos
contra ellos durante cien años”. Sin duda las masas estarán dispuestas al
mayor de los sacrificios por la revolución. Ellas han despertado a la vida
política y han adquirido una nueva esperanza y sentido de su propia dignidad
humana. Así que las masas tienen tremendas reservas de energía
revolucionaria. Esto es algo que los imperialistas y los
contrarrevolucionarios son incapaces de comprender. Sin embargo, basarse
exclusivamente en la voluntad de hacer sacrificios de las masas es un error.
Las masas pueden sacrificar su “hoy” por el “mañana”, pero sólo hasta cierto
punto. Esto siempre hay que tenerlo en cuenta.
42) Finalmente la cuestión económica es decisiva. Sólo en 2003 el PIB
venezolano cayó un 18 por ciento, a pesar de los elevados precios del
petróleo. Según algunos cálculos, los niveles de vida han caído hasta el
nivel de los años cincuenta. Con estos métodos, la contrarrevolución está
intentando socavar el apoyo del gobierno, culpándolo de los resultados de su
propio sabotaje. Por ahora los planes de la contrarrevolución no han
triunfado. Las masas permanecen ferozmente leales a la revolución y al
presidente Hugo Chávez. Pero esta situación no puede durar indefinidamente.
43) Por ahora la economía venezolana ha contado con la ayuda del aumento de
los precios del petróleo. En 2003 el precio del barril de petróleo venezolano
(26,25 dólares) fue aproximadamente un 17 por ciento más alto que el año
anterior. El presidente Chávez ha intentado aliviar los efectos de la crisis
introduciendo el control de precios e intercambio. Parte de los ingresos del
PDVSA se han desviado a programa sociales y de vivienda. Los estrictos
controles de cambio han estimulado los ingresos internos del BCV, de 13.000
millones de dólares en enero a 22.000 millones ahora. La devaluación de 1.600
a 1.920 bolívares por dólar, también ha ayudado. La tasa de crecimiento ha
subido rápidamente, aunque esto es en parte un reflejo de la recuperación
natural después de una profunda caída tras el cierre empresarial.
44) Estas medidas han conseguido aliviar parcialmente las condiciones de las
masas. Les ha servido para ganar tiempo. Pero tendrán que pagar un precio.
Sobre bases capitalistas estas medidas tienden a provocar efectos
inflacionarios. El bolívar se está devaluando profundamente en el mercado
negro. La inflación ha subido a una tasa anual del 27 por ciento -la tasa más
elevada de la región-. A largo plazo, esto es insostenible. Tarde o temprano
se reflejará en nuevas crisis más severas, escasez y desempleo. Así que los
problemas fundamentales permanecen.
45) Si la revolución no avanza, si no toma el control de los puestos de mando
de la economía, el crecimiento del desempleo y la pobreza pueden minar el
espíritu de lucha de las masas. Por ahora, este no parece ser el caso. La
recuperación económica ha dado un cierto margen de maniobra. Las masas siguen
encarnizadamente leales a Chávez. La correlación de fuerzas todavía es
favorable a la revolución y desfavorable a la contrarrevolución. Pero esto
puede cambiar. Si las masas no ven un cambio fundamental y sobre todo una
acción decisiva contra los contrarrevolucionarios, la frustración y el
desencanto pueden comenzar. El péndulo puede regresar de nuevo a la derecha.
46) Comenzando con las menos conscientes, las capas desorganizadas, el
ambiente de apatía puede prender entre las masas. Al no ver un avance real,
los trabajadores pueden cansarse y desilusionarse. Con cada paso atrás los
reaccionarios se envalentonarán y pasarán a la ofensiva. Los elementos
vacilantes pueden ponerse detrás de la contrarrevolución. Este ambiente puede
transmitirse al estado. Algunos de los “amigos” de la revolución de las capas
superiores de la burocracia, el ejército y la policía, pueden abandonar al
presidente y pasarse a la contrarrevolución, alegando que la revolución ha
sido secuestrada por “extremistas” que no llevan a otra cosa que al caos. La
prensa a sueldo intensificará su campaña de difamación y calumnias. El
escenario estará preparado para un golpe de estado contrarrevolucionario bajo
la bandera del “orden”.
47) Las masas han gastado enormes energías para llevar la revolución a donde
hoy está. Han recorrido un largo camino, pero el punto decisivo todavía no se
ha atravesado y ahí está el verdadero peligro que puede dar marcha atrás todo
el proceso. Entre la base hay una creciente conciencia de esto. La frustración
está creciendo entre los activistas. Este es el peligro. Esta frustración
puede llevar a la impaciencia y aventuras ultraizquierdistas por parte de una
capa de activistas que han llegado más lejos que el resto de la clase. Esto
podría tener consecuencias negativas para la revolución.
48) La reacción ha sido derrotada, pero no ha desaparecido. Está esperando
una situación favorable para actuar. La idea de que es posible aplacar a la
contrarrevolución desplegando “moderación”, es extremadamente imprudente y
completamente contraproducente. La contrarrevolución y el imperialismo no se
pueden apaciguar con palabras dulces. Este hecho se puede ver en el escándalo
de los paramilitares colombianos. Lo que hace falta no es “moderación” sino
una acción decisiva.
49) La revolución ha atraído a muchos amigos. La mayoría de ellos son
verdaderos y honestos. Pero algunos de estos “amigos” no están actuando en
interés de la revolución. No son en absoluto revolucionarios, sino
reformistas. Y el destino histórico del reformismo siempre es conseguir
resultados que son diametralmente opuestos a los que pretenden. Por supuesto
que están guiados por las mejores intenciones. Pero el camino del infierno
está pavimentado de buenas intenciones.
50) Los reformistas dicen que no se debe hace nada que pueda provocar a los
imperialistas, debemos ser cautos, diplomáticos, etc., etc., Pero el
argumento de la “provocación” a los imperialistas es falso de principio a
fin. Los imperialistas no necesitan ser provocados. Desde el primer día
fueron hostiles hacia la revolución. No han perdido ninguna oportunidad de
atacarla. Ya han organizados dos intentonas de golpe y están preparando una
tercera bajo bandera del referéndum. No es ese o aquel discurso, esta o
aquella acción la que los provoca, la propia existencia de la revolución para
ellos es una provocación. No estarán satisfechos hasta que no la destruyan.
51) Los falsos “amigos” de la revolución y los seudo marxistas dicen que,
como la revolución venezolana es democrática y popular, no socialista,
entonces no puede emprender ninguna acción contra la propiedad privada. Esto
es pura sofistería. La Revolución Americana del siglo XVIII fue una
revolución democrático burguesa y los revolucionarios de 1776 no dudaron en
confiscar la propiedad de los seguidores de la corona inglesa. Después de la
Guerra Civil Americana, el gobierno de EEUU no dudó en confiscar la propiedad
de los esclavistas del sur valorada en miles de millones de dólares en moneda
moderna. Estos ejemplos de la historia norteamericana demuestran claramente
que las exigencias de la revolución suplantan los llamados derechos sagrados
de propiedad.
52) ¿Desde cuando los derechos de propiedad de una minoría explotadora y
opresora tienen más peso que las necesidades de la aplastante mayoría? La
democracia significa el gobierno de la mayoría. Y nosotros defendemos una
democracia consistente. La revolución venezolana, siguiendo el excelente
ejemplo de la Revolución norteamericana, igualmente no debe vacilar en
adoptar medidas para eliminar el poder económico de la minoría
contrarrevolucionaria.
53) Un argumento a menudo utilizado por los reformistas es que es necesario
ganar a la clase media y por lo tanto no se debe ir demasiado lejos en el
ataque al imperialismo. La primera mitad de esta declaración es correcta,
pero contradice directamente la segunda. Es posible y necesario ganar a un
gran sector de la clase media, pero nunca se conseguirá hacer esto si
aceptamos la política de los reformistas, que sólo puede alejar a las masas
de la pequeña burguesía y echarlas en brazos de la contrarrevolución.
54) Las clases explotadoras son una pequeña minoría de la sociedad. No pueden
gobernar sin la ayuda de un gran número de sub explotadores y sub sub
explotadores. Utilizando su poder económico y su control de los medios de
comunicación, han movilizado a la masa de clase media venezolana para que se
oponga a la revolución. Bajo la falsa bandera de la “democracia” han
organizado disturbios callejeros y enfrentamientos. Sus tropas de choque son
los hijos de los ricos -los sifrinos-, parásitos adinerados, opuestos
fanáticamente a las masas. La enfurecida pequeña burguesía está resentida con
las concesiones que han hecho a los pobres y que consideran una amenaza para
sus propios privilegios. Hacen mucho ruido cuando se lo requieren, pero
realmente sólo son polvo humano, fácilmente removible por el viento cuando se
enfrentan al movimiento de las masas.
55) Sin embargo, la pequeña burguesía no es una clase homogénea. Hay
contradicciones dentro de la clase media que se pueden expresar en escisiones
en la oposición. Las capas superiores de la clase media están formadas por
elementos privilegiados -abogados prósperos, profesores universitarios,
directores de bancos y políticos- que están cerca de la oligarquía y son sus
dispuestos sirvientes. Las capas más bajas -los pequeños comerciantes,
pequeños campesinos, empleados de banco, etc.- están más cerca de la clase
obrera y se las puede ganar. Sin embargo, la manera de ganar a las capas más
bajas de la pequeña burguesía no es haciendo concesiones a sus dirigentes
(realmente sus explotadores políticos) sino pasando a la ofensiva contra los
grandes banqueros y capitalistas, demostrando una actitud de firmeza absoluta
y decisión.
56) Un sector de la oposición está formado por personas que han sido
engañadas por los contrarrevolucionarios. Se las puede ganar para la
revolución. La forma de ganarlas es a través de medidas destinadas a
expropiar a los grandes capitalistas y adoptando medidas en interés de los
pequeños comerciantes y pequeños empresarios. Se las debe convencer de que la
revolución es invencible y que sus intereses están más garantizados si unen
sus fuerzas con la clase obrera contra los grandes bancos y monopolios.
57) La llamada “democracia” burguesa es un gigantesco fraude, detrás se
esconde la DICTADURA DEL GRAN CAPITAL. Esta dictadura oprime no sólo a los
trabajadores sino también a la clase media. Lo que hace falta no es el fraude
vacío de la democracia burguesa formal -donde el poder real está en manos de
los grandes bancos y monopolios- sino una democracia real -una democracia de
la clase trabajadora- basada en la propiedad colectiva de la tierra, los
bancos y la industria.
58) Hay que dejar claro que estas medidas de nacionalización sólo van
dirigidas a los grandes capitalistas, banqueros y terratenientes. No tenemos
intención de nacionalizar los pequeños negocios, granjas o tiendas. Estas no
juegan ningún papel independiente en la economía porque dependen
completamente de los grandes bancos, supermercados, etc., Nosotros haríamos
un llamamiento a los pequeños comerciantes, etc., a que apoyasen el programa
de nacionalización, que también se corresponde con sus intereses.
59) La nacionalización de los bancos permitirá al gobierno garantizar a las
pequeñas tiendas créditos fáciles y baratos. La nacionalización de las
grandes plantas fertilizadoras permitirá a vender a los campesinos
fertilizantes baratos. La eliminación de los intermediarios y la
nacionalización de los grandes supermercados, grandes empresas de
distribución y alimentación, puede proporcionar a los campesinos un mercado
garantizado y un precio justo para sus productos, y al mismo tiempo reducir
los precios al consumidor.
60) No hay más ciego que el que no quiere ver. A pesar de todo, todavía hay
quien continúa defendiendo la ralentización del ritmo de la revolución para
aplacar a la contrarrevolución y al imperialismo. Puede que sus ideas sean
sinceras, pero están dando un consejo falso y peligroso. No es posible detener
la revolución a medio camino. No es posible hacer media revolución. O la
revolución se lleva hasta el final o perecerá.
61) Los reformistas se consideran grandes realistas. En realidad son los
utópicos más ciegos. Quieren un capitalismo “más humano”. Pedir al
capitalismo que se humanice es como pedirle a un tigre que coma lechuga en
lugar de carne. No es casualidad que los capitalistas venezolanos sean los
peores enemigos de la revolución bolivariana. No es casualidad que luchen con
todos los medios a su disposición para destruirla y derrocar a Chávez. Nunca
podrán reconciliarse con la revolución. Las palabras elegantes no los
convencerán. Hay que derrotarlos y desarmarlos. Su poder económico debe
terminar. No hay otra salida.
62) En el momento actual, como ha dicho el propio Chávez, la revolución
venezolana se parece a Sísifo, el personaje mitológico griego, que empujaba
un pesado canto rodado hasta la cima de una escarpada montaña, sólo para
verlo caer de nuevo. Con un poco de esfuerzo, el canto puede ser empujado
hasta la cima de la montaña y el problema quedaría resuelto. Pero si nos
detenemos, el canto se deslizará y aplastará a muchas personas en el proceso.
63) Sólo el movimiento revolucionario de las masas desde abajo impidió el
triunfo de la contrarrevolución en el momento del golpe de estado de abril de
2002. Las masas derrotaron a los reaccionarios y a los imperialistas. En ese
momento habría sido sencillo infligir una derrota decisiva a los
reaccionarios, porque estaban divididos y desmoralizados. Si el presidente
hubiera movido un dedo, todo habría terminado. La clase obrera habría tomado
el poder pacíficamente, sin un baño de sangre o guerra civil.
Desgraciadamente, la oportunidad se perdió. La revolución demostró ser
demasiado moderada y cauta.
64) ¿Cuál fue el resultado? ¿Esta moderación y cautela impresionó a los
contrarrevolucionarios? ¿Los calmó? No. Los animó. Los contrarrevolucionarios
se reagruparon y prepararon para una nueva ofensiva, la llamada “huelga” que
tenía como objetivo paralizar la economía. Todo el mundo sabe que esta
“huelga” estuvo organizada y planificada por la CIA con la ayuda de los
empresarios venezolanos y los burócratas sindicales corruptos. De nuevo, este
intento fue derrotado por el movimiento revolucionario de los trabajadores
venezolanos.
65) Después del primer golpe Hugo Chávez intentó ser conciliador con los
reaccionarios. Intentó negociar con ellos e incluso restituyó a los viejos
directores de la PDVSA. Ellos lo recompensaron organizando el cierre patronal
que infligió un daño serio a la economía venezolana. ¿Qué lecciones podemos
sacar de esto? ¿Podemos concluir que la actitud conciliadora es la única
forma de desarmar a la contrarrevolución y al imperialismo? Sólo un loco
diría eso. La verdadera conclusión es que la debilidad invita a la agresión.
66) La experiencia ha demostrado que la única base firme de apoyo de la
revolución está en las masas, y en las primeras filas de las masas, la clase
obrera. Las masas quieren defender a Chávez. ¿Cómo lo hacen? Sólo aumentando
la presión desde abajo, organizando comités de acción, aprendiendo a utilizar
armas. La forma de ayudar a Chávez es llevar a cabo una lucha implacable
contra los enemigos de la revolución, echarlos de los puestos de poder que
tienen y preparar el camino para una reorganización radical de la sociedad.
67) En otras palabras, la clave del éxito consiste en desarrollar y
fortalecer el movimiento independiente de la clase obrera y sobre todo
construir el ala marxista revolucionaria del movimiento. Nuestro consejo a
los trabajadores de Venezuela es el siguiente: ¡confiad sólo en vuestra
propia fortaleza y vuestras propias fuerzas! ¡Confiad sólo en el movimiento
revolucionario de las masas! Esa es la única fuerza capaz de echar a un lado los
obstáculos, derrotar a la contrarrevolución y comenzar la toma del poder en
sus propias manos. Esa es la única garantía de éxito.
68) Los reaccionarios ahora están en una posición débil, pero como cualquier
animal arrinconado puede resultar peligroso. Están desesperados y este
ambiente de desesperación puede llevarlos a adoptar métodos desesperados.
Ahora está bastante claro que están conspirando con Washington y sus agentes
colombianos para asesinar a Chávez y crear el caos como un primer paso para un
nuevo golpe. Para frustrar los planes de la contrarrevolución es necesaria la
mayor de las vigilancias por parte del movimiento de masas. Sólo la acción
decisiva de las masas pueden desarmar a la contrarrevolución y volverla
inofensiva.
69) La única de forma de llevar la revolución hasta el final es de abajo a
arriba. La tarea más urgente es la formación de comités de acción, comités
por la defensa de la revolución. Pero en esta situación concreta los comités
deben estar armados. La consigna de este momento es la milicia popular. La
revolución sólo puede defenderse contra sus enemigos si se arma.
70) Chávez ha defendido el armamento de los trabajadores. Él dijo: “Cada
pescador, estudiante, cada miembro del pueblo, debe aprender a utilizar un
rifle, porque ese es el concepto del pueblo armado junto con las Fuerzas
Armadas Nacionales para defender la soberanía del sagrado suelo de
Venezuela”. Esto es mil veces correcto. Un pueblo que no está preparado para
defender su libertad con las armas en la mano no merece ser libre. El
armamento general de la población es la condición sine qua non, no sólo para
la defensa de la revolución contra los enemigos externos e internos, sino
para llevar adelante la revolución hasta el final y defender los derechos
democráticos de la población.
71) Las palabras del presidente Chávez deberían trasladarse inmediatamente a
los hechos. En vista de la amenaza que representan los enemigos externos e
internos de la revolución, el gobierno debería crear escuelas especiales de
entrenamiento militar de la población. Los oficiales competentes leales a la
revolución deben organizar el entrenamiento necesario para el uso de las
armas, táctica y estrategias. La única forma de responder a la amenaza de
agresión es con la formación de una milicia popular de masas. Cada barrio
obrero, fábrica, pueblo, escuela, debe convertirse en un baluarte de la
revolución, dispuesto a luchar.
72) La cuestión del estado es la más fundamental de todas. El propio
presidente se queja del sistemático sabotaje de la burocracia, el sabotaje
del parlamento por el filibusterismo de la oposición, los jueces
reaccionarios, policías, etc. ¿Cómo puede basarse la revolución en estos
viejos burócratas y funcionarios heredados del pasado? ¿Cómo puede confiar en
jueces que fueron nombrados por el antiguo régimen? ¿Cómo puede purgarse el
viejo estado? ¡Ningún demonio estará dispuesto a cortarse sus garras! Lo que
hace falta es tomar una gran escoba y barrer toda esta basura. Un nuevo orden
social requiere un nuevo tipo de administración, una administración
verdaderamente democrática que proceda del pueblo y que refleje sus deseos y
aspiraciones.
73) El gobierno ha llevado a cabo una purga parcial del estado. Eso es
positivo pero no ha ido demasiado lejos. Es necesario remover a todos los
conservadores, todo los aliados abiertos y ocultos de la contrarrevolución de
los puestos de poder e influencia. Todo el poder debe estar en manos de
revolucionarios dedicados cuya lealtad a la causa del pueblo esté fuera de
toda duda. Una purga seria sólo se puede hacer desde abajo, y sólo la pueden
hacer las propias masas. Las masas están impacientes por actuar, echar a un
lado todos los obstáculos que impiden avanzar a la revolución y conseguir
todos sus objetivos. La clave del éxito reside en desarrollar y extender el
movimiento de masas y darle una forma organizada.
74) La única forma de llevar hacia delante la revolución es desde abajo. El
movimiento de masas debe tener una forma y expresión organizadas. Esto sólo
se puede hacer con la creación de comités de acción, elegidos
democráticamente en cada centro de trabajo, barrio obrero, oficina, refinería
de petróleo y pueblo. Los comités deben unirse a todos los niveles -local,
regional y nacionalmente-. Sólo de esta forma se pueden poner las bases para
un nuevo poder en la sociedad: el poder obrero.
75) La primera tarea de los comités es organizar la lucha contra la
contrarrevolución. Deberían patrullar los barrios obreros, evitar el crimen y
el sabotaje, arrestar a los contrarrevolucionarios y mantener el orden.
Deberían tomar el control del transporte y el suministro de comida y otras
necesidades básicas, controlar los precios y acabar con la especulación, la
corrupción, la explotación y otros abusos, garantizar una distribución justa
para todos. De esta forma las masas pueden adquirir experiencia en el
control, supervisión, contabilidad y regulación que las preparará para cosas
más grandes cuando llegue el momento para ellas de participar en la
administración de la sociedad.
76) La policía metropolitana de Caracas y otras fuerzas policiales
controladas por la oposición son conocidas por ser el centro de la actividad
contrarrevolucionaria. Están funcionando como un estado dentro del estado,
dirigiendo provocaciones contra el gobierno, asesinando a personas y creando
caos. Esto es completamente inaceptable. Estas fuerzas reaccionarias deben
ser desmanteladas y sustituidas por una milicia popular bajo el control de
los comités revolucionarios locales y sindicatos.
77) Defendemos una democracia genuina -una democracia obrera- en las líneas
defendidas por Lenin y puestas en práctica por los bolcheviques en 1917:
a) elecciones libres y democráticas con derecho a revocación de todos los
funcionarios del estado;
b) limitación de los salarios de los funcionarios, no deberían recibir un
salario superior al de un trabajador calificado, se pueden pagar otros gastos
legítimos pero deben estar abiertos para una inspección;
c) el armamento de la población, la transformación del ejército en una
milicia popular;
d) la participación de toda la población en todas las tareas de la
administración de la industria, sociedad y estado.
78) Si la contrarrevolución triunfa, el resultado será una pesadilla para la
población de Venezuela. La mascara sonriente de la “democracia”
inmediatamente desaparecerá para revelar la cara fea de la reacción. Los
empresarios estarán sedientos de venganza por todas las derrotas y
humillaciones que han sufrido en los últimos años. Querrán dar a los
trabajadores y a los pobres una lección que nunca olvidarán. La venganza
sobre las masas será terrible. Convertirán la revolución en polvo, la
aplastarán completamente. Esta es una perspectiva terrible. Pero no significa
que sea inevitable. Todo depende de la clase obrera y su dirección.
79) Lo que hace falta es un programa revolucionario consistente, basado en
principios científicos. Eso sólo lo puede proporcionar el marxismo. Para
ganar esta lucha a vida o muerte no basta con la sinceridad y el coraje.
Muchas veces en la historia un ejército valiente con muchos soldados ha caído
derrotado por un ejército pequeño formado por tropas entrenadas y dirigidas
por comandantes capaces. El papel de un partido marxista revolucionario es
análogo al de las tropas entrenadas y comandantes experimentados.
80) Es completamente falso contraponer la lucha por la democracia y el
imperialismo frente a la lucha por el socialismo. La lucha por una democracia
revolucionaria sólo triunfará en la medida que se convierta en una lucha
contra la dictadura del Capital. Por lo tanto, la lucha por la democracia, si
quiere triunfar, debe llevar directamente a la lucha por el poder obrero y el
socialismo. No hay un “camino intermedio” y todos los intentos de encontrarlo
necesariamente llevarán al desastre. Terminarán con la liquidación de la
revolución y la destrucción total de la democracia en Venezuela.
81) Hay algunas personas que se llaman marxistas pero que en la práctica han
abandonado completamente el punto de vista revolucionario del marxismo. Su
“marxismo” simplemente tiene un carácter abstracto y académico, no guarda
relación con el mundo real de la lucha de clases. Dan todo tipo de argumentos
“inteligentes” e “intelectuales” para demostrar que Venezuela no está
preparada para el socialismo, o que no está madura la situación (para estas
personas nunca es el momento adecuado) y cien argumentos más para convencer a
los trabajadores de que no intenten tomar el poder. En realidad, no tienen fe
en la clase obrera o la revolución. Temen a la contrarrevolución, temen al
imperialismo, temen el sonido de su propia voz y desean transmitir este temor
a los trabajadores.
82) En realidad, la situación en Venezuela está completamente madura para la
transferencia del poder a la clase obrera. La burguesía ha revelado su total
incapacidad para gobernar. Por otro lado, la revolución no ha llegado hasta
el final. La única consecuencia posible de esto es el caos. La revolución ha
alcanzado un punto donde es imposible el funcionamiento normal del
capitalismo. Los capitalistas retiran su dinero y organizan una huelga de
capital. Sólo el accidente afortunado de la subida de los precios del
petróleo permite al gobierno mantener algo parecido a una vida económica
real. Pero esta situación altamente inestable no puede durar. La lucha entre
las clases amenaza con producir estancamiento y colapso. Debe decidirse en un
sentido u otro. 83) El argumento de que Venezuela no está preparada para el
socialismo no soporta el más mínimo examen. Venezuela es una nación
potencialmente rica, con superabundancia de petróleo y otras materias primas.
La clase obrera constituye la mayoría decisiva de la sociedad. Los
trabajadores han demostrado un enorme coraje, creatividad y espíritu
revolucionario. Han demostrado su voluntad de cambiar la sociedad y tomar el
control de la industria. Lo que hace falta es una dirección audaz.
84) Los elementos oportunistas, enmascarados bajo el nombre de socialismo,
sostienen que la clase obrera no es lo suficientemente consciente para llevar
adelante la transformación socialista de la sociedad. Esto es simplemente la
expresión del esnobismo de los elementos de clase media que no conocen a la
clase obrera ni están en contacto con ella. Toda la experiencia de la lucha
de la clase obrera en Venezuela durante los últimos años demuestra
precisamente lo contrario. En la medida que hay un problema de conciencia en
la revolución venezolana, ese no es un problema de la clase obrera sino de la
dirección del movimiento obrero que va por detrás de su clase y no consigue
sacar las conclusiones necesarias.
85) Detrás de la contrarrevolución está el poderoso imperialismo
estadounidense. Los hilos de todas las intrigas, complots y conspiraciones se
pueden seguir hasta la embajada de EEUU y la CIA. El imperialismo
norteamericano se opone irreconciliablemente a la revolución bolivariana
porque ha despertado a la masa de pobres y desposeídos, les ha dado una nueva
esperanza y un sentido de su propio poder y dignidad. Washington está
aterrorizado porque esto está sirviendo de polo de atracción y guía para los
trabajadores y campesinos de toda América Latina. Están decididos a sabotear
y aplastar la revolución.
86) La actitud de Washington se pudo ver en el primer golpe, cuando el
gobierno estadounidense se apresuró con una rapidez indecente a reconocer a
los bandidos contrarrevolucionarios. Esto demostró la hipocresía de sus
argumentos sobre la “democracia”. Como siempre los imperialistas
estadounidenses sólo apoyan la “democracia” cuando conviene a sus intereses.
Cuando no les gusta lo que vota la mayoría, apoyan golpes
contrarrevolucionarios y dictaduras. El hecho de que el golpe en Caracas
depusiera a un gobierno elegido democráticamente era sólo un pequeño detalle.
87) Todo el mundo sabe que la mano de Washington está detrás de cada acto de
la contrarrevolución en Venezuela. Incluso un ciego podría verlo. Pero
todavía hay personas que imaginan que el imperialismo estadounidense dejará
tranquila a Venezuela sólo con que detenga la revolución. Esta es la lógica
de un niño pequeño que oye ruidos por la noche y se cubre la cabeza con la
sábana. Imagina que si se queda muy quieto y cierra los ojos el peligro
desaparecerá. Pero un adulto sabe que la forma de enfrentarse al peligro no
es cerrando los ojos.
88) Todo el mundo está de acuerdo en que el imperialismo es el enemigo más
implacable de la revolución bolivariana. ¿Pero qué es el imperialismo? El
imperialismo es el capitalismo monopolista. Es un sistema de relaciones
mundiales basados en el dominio del planeta por un puñado de grandes empresas,
la mayoría de ellas localizadas en EEUU. Las actividades militares del
imperialismo son sólo una expresión de los intereses de estas grandes
empresas. Los cuarteles generales del imperialismo están en Washington, pero
tiene a sus chicos de los mandados locales en Venezuela -los banqueros y
capitalistas venezolanos-. La burguesía venezolana baila la melodía que toca
Washington. Una lucha seria contra el imperialismo es impensable sin una
lucha implacable contra la burguesía.
89) El imperialismo estadounidense está preparando claramente nuevos ataques
contra la revolución venezolana. Está diseminando traidoramente la mentira de
que Venezuela apoya a las guerrillas colombianas de las FARC. Esto es una
provocación que tiene la intención de preparar el camino para una futura
intervención militar de las fuerzas armadas colombianas contra Venezuela. La
acusación de que el gobierno venezolano es culpable de apoyar el
“narcoterrorismo” es otra indicación de que el imperialismo estadounidense
prepara una agresión armada utilizando al ejército colombiano y grupos
paramilitares. Las recientes declaraciones del senado colombiano señalan
inequívocamente en la misma dirección. Ahora tenemos la prueba directa de que
las bandas fascistas de los paramilitares colombianos están activas en suelo
venezolano. Serán utilizadas como tropas de choque de la contrarrevolución.
Esta perspectiva añade mayor urgencia a la reivindicación del armamento de la
población.
90) Para garantizar el futuro de la revolución venezolana es necesario
infligir una derrota decisiva a la contrarrevolución interna, eliminar de una
vez por todas la quinta columna que proporciona a los imperialistas
estadounidenses una base para sus operaciones contra la revolución, que está
constantemente implicada en sabotajes y está conspirando activamente con los
terroristas contrarrevolucionarios extranjeros para hundir al país en el caos
y un baño de sangre. Es necesario llevar la revolución hasta el final. Este
es el primer paso.
91) “¡Pero los estadounidenses nos invadirán!” exclamarán nuestros críticos.
La lógica de este argumento es que si no hacemos nada evitaremos los ataques
de la contrarrevolución y el imperialismo. Lo correcto es exactamente lo
contrario.
92) Naturalmente, no queremos un enfrentamiento militar con EEUU o Colombia.
Pero la forma de evitar este conflicto no es seguir el consejo de los
reformistas, sino más bien lo contrario. Cuanto más decidida sea la actitud
de la población venezolana, cuanto más demuestre su disposición a luchar, menor
será el ansia del imperialismo estadounidense por una nueva aventura militar.
Inversamente, cuando mayores sean las vacilaciones, cuando mayor sea la
actitud conciliadora, mayor será la presión para intervenir de la fracción
belicista de la administración Bush.
93) A pesar de su inmenso poder, el margen de maniobra del imperialismo
estadounidense está limitado por la situación general mundial. Empantanado en
aventuras militares en Iraq y Afganistán. El ambiente de las masas en EEUU
cada vez es más crítico. Por lo tanto, es poco probable que contemplen la
posibilidad de una intervención militar directa en Venezuela, incluso a la
misma escala que su intervención en Haití. Comprende que Venezuela no es
Haití y que se enfrentarían a una resistencia de masas.
94) El poder del imperialismo estadounidense es enorme, pero no ilimitado. En
Iraq los invasores norteamericanos se enfrentan a una insurrección general de
masas que no pueden derrotar, a pesar de su tremendo poder militar. Si se
enfrentaran a insurrecciones en todas partes no serían capaces de intervenir.
95) Napoleón insistía en la importancia vital de la moral en la guerra. No
sólo es una cuestión de armas y tecnología militar, sino de voluntad para
luchar y ganar. Las masas ya han demostrado que están dispuestas a luchar
para defender la revolución. En dos ocasiones han derrotado a la
contrarrevolución. ¿No lucharían más entusiastamente si tuvieran el poder en
sus manos? Cualquier intento de preparar una intervención armada contra
Venezuela se encontraría con huelgas, manifestaciones e insurrecciones. Iraq
demuestra que es imposible someter a todo un pueblo cuando ese pueblo está
armado y movilizado para luchar. Sin embargo, la mejor defensa es una
política internacionalista.
96) Es verdad que el imperialismo tiene un poder y unas reservas colosales.
¿Pero tiene la revolución venezolana reservas? Sí, unas enormes reservas de
apoyo entre las masas de los pueblos oprimidos y explotados de América Latina
y la clase obrera de todo el mundo. Por eso una política internacionalista es
esencial. Con el poder en sus manos los trabajadores venezolanos deben hacer
un llamamiento a los trabajadores del resto del continente para que sigan su
ejemplo.
97) En toda América Latina hay pobreza, hambre y desesperación. Un
llamamiento revolucionario no caería en saco roto. Los imperialistas y los
reaccionarios se quedarían paralizados si hubiera un movimiento
revolucionario general. Esto tendría serias repercusiones dentro de los
propios EEUU, donde el ambiente de las masas está cambiando como resultado de
la aventura iraquí.
98) La revolución bolivariana no puede triunfar si permanece dentro de los
límites del capitalismo. No puede mantenerse indefinidamente dentro de los
estrechos límites del estado nacional. La revolución bolivariana puede
comenzar en Venezuela, pero su triunfo final depende del derrocamiento de los
gobiernos de los explotadores de América Latina y más allá.
99) La visión original de Bolívar -el gran hijo del pueblo venezolano- no era
una revolución nacional, sino una revolución que uniera a los pueblos de toda
América Latina y el Caribe. Esa era realmente la única forma de conseguir la
verdadera independencia, libertad y prosperidad del continente. Pero la
visión de Bolívar fue traicionada por la burguesía y la aristocracia criolla.
Las oligarquías avariciosas y corruptas balcanizaron el territorio
latinoamericano, dividiendo estados nacionales que a menudo provocaron
guerras fratricidas por los territorios. Esto debilitó América Latina y la puso
bajo el dominio del imperialismo, que saqueó sus recursos, destruyó su enorme
potencial y redujo a su población a la miseria y la desesperación.
100) Hoy, la visión de Bolívar de una América Latina unida mantiene toda su
validez. Es la única forma de avanzar. Pero nunca se podrá materializar sobre
la base del capitalismo. La burguesía ha tenido casi doscientos años para
demostrar lo que puede hacer y ha quedado al descubierto su bancarrota. Sólo
el proletariado, aliado con los campesinos, los pobres urbanos y las demás
clases explotadas, puede cumplir esta perspectiva. Para hacer esto debe
expropiar a los terratenientes y capitalistas, para crear una Federación
Socialista de América Latina.
101) Con la unión de los vastos recursos económicos de América Latina en un
plan socialista de producción común, el enorme potencial económico del
continente se podría materializar por primera vez. Comparado con esto, los
pequeños y miserables proyectos de la burguesía, como MERCOSUR, demostrarán
ser una minucia insignificante. En el espacio de dos planes quinquenales, se
generarían suficientes recursos para transformar completamente las vidas de
millones de hombres, mujeres y niños. Esa es la perspectiva que nosotros
ofrecemos a las masas de América Latina. Es la única causa por la que merece
luchar. Cuando las masas sean conscientes del potencial, lucharán con
tremenda energía. Enfrentados a una insurrección revolucionaria general en
toda América Latina, los imperialistas estadounidenses demostrarían su
impotencia. Si no son capaces de someter a Iraq mucho menos podrían someter a
toda América Latina. En lugar de intervenir, se enfrentarían a movimientos
revolucionarios en casa.
102) Los escépticos dirán que es utópico. Pero lo que realmente es utópico es
pensar que con la “moderación” podemos evitar la contrarrevolución. Las
condiciones para la revolución socialista están maduras en Venezuela y están
madurando en toda América Latina. Lo que hace falta es una dirección valiente
que lo acepte y actúe en consecuencia. Esos “realistas” que intentan detener
la revolución a medio camino, independientemente de sus intenciones
subjetivas, están jugando al mismo juego que la contrarrevolución. Lo que
defienden es la peor de las utopías.
103) La lógica de la situación está impulsando a la clase obrera a tomar el
poder en sus manos. Esta tarea sería inmensamente más fácil si existiera una
poderosa tendencia marxista en el movimiento bolivariano que empujara en esta
dirección. Pero el movimiento está confuso, su programa no está claro. Esta
confusión hay que despejarla lo más pronto posible y dejar absolutamente
claros los objetivos del movimiento.
104) Las fuerzas del marxismo existen pero todavía son demasiado débiles para
proporcionar una dirección decisiva. La tarea más urgente es superar esta
debilidad tan rápidamente como sea posible y unir a todas las fuerzas del
genuino marxismo como el único sector consistentemente revolucionario del
movimiento bolivariano. La unificación de El Militante y El Topo Obrero
marcaron un paso importante en esta dirección. Pero es sólo el primer paso.
Otros deben seguir.
105) El mayor de los peligros para los marxistas venezolanos es la
impaciencia, el sectarismo y el ultraizquierdismo. La Corriente Marxista
Revolucionaria en la actualidad es una minoría del movimiento de masas. No
podemos imponer nuestras soluciones sobre él. Debemos resistir las
tentaciones de presentar ultimátum. Debemos ser pacientes con las masas,
trabajar codo a codo con ellas para ganar su respeto y confianza. Nuestra consigna
es la de Lenin en 1917: ¡Explicar pacientemente!
106) Debemos constituirnos como una parte integral del movimiento de masas,
el ala de izquierda del Movimiento Bolivariano. “Pero eso significa
sacrificar la independencia del partido” dirán los sectarios. En realidad, la
independencia del ala marxista es una cuestión política y no organizativa.
Debemos ser absolutamente independientes en nuestras ideas, programa,
política y métodos. Debemos también luchar por llevar estas ideas al
movimiento de masas, abonarlo con las ideas del marxismo y luchar para ganar
la mayoría. Las condiciones están maduras, porque la experiencia concreta de
la clase obrera en los últimos años las está llevando a sacar las
conclusiones más avanzadas.
107) La primera tarea es ganar a los trabajadores y jóvenes más avanzados,
que están activos en y alrededor de las organizaciones revolucionarias
(Círculos Bolivarianos, asambleas revolucionarias, sindicatos democráticos,
etc.,). Primero debemos ganar a los elementos avanzados y después, a través
de ellos, podremos llegar a las masas. Debemos decir a los activistas del
movimiento que los marxistas también somos parte del movimiento. Estamos
dispuestos a trabajar por él, construirlo, fortalecerlo y luchar junto con
ellos contra nuestros enemigos comunes. No buscamos imponer nuestras ideas.
Todo lo que pedimos es el derecho a defender nuestro punto de vista de clase
independiente y luchar por nuestras ideas dentro del movimiento.
108) No hay ninguna contradicción entre la construcción de una corriente
marxista revolucionaria y participar activamente en el Movimiento
Bolivariano. En realidad, las dos cosas son inseparables. Los marxistas deben
trabajar y luchar junto a las masas, empujar el movimiento hacia delante,
explicar en cada momento lo que es necesario para que el movimiento triunfe.
109) La primera condición para nuestro éxito es la formación de cuadros. Lo
único que nos separa del resto del movimiento, aparte de ser los elementos
más militantes y revolucionarios, es nuestra actitud seria hacia la teoría y
las ideas. El marxismo es el socialismo científico y el punto de vista
científico es absolutamente necesario si la clase obrera quiere triunfar.
Tenemos una comprensión clara de los acontecimientos nacional e internacionalmente,
un método y estrategia coherentes. En contraste, todas las demás tendencias
se caracterizan por la confusión, la falta de claridad, la ambigüedad y la
completa ausencia de una estrategia coherente. Las consecuencias de esto
quedarán cruelmente al descubierto cuando se desarrollen los acontecimientos.
Los jóvenes y los trabajadores comenzarán a comprender a través de su
experiencia la superioridad del marxismo.
110) O la mayor de las victorias o la más terrible a de las derrotas, esa es
la elección que tiene ante sí la revolución venezolana.
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