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Y el desmonte continúa
Por Línea Capital / Posadas - Wednesday, Apr. 18, 2007 at 7:46 AM

Posadas (Línea Capital). Otra vez el tema del desmonte y la utilización de las comunidades aborígenes en la devastación de la selva misionera vuelve a los medios, mientras el Estado aclara que tiene 1200 personas para controlar tres millones de hectáreas y por lo tanto, sus acciones son insuficientes.

El corresponsal Julio César Vázquez informó ayer de una situación irregular en la aldea Guavirá Poty, próxima a la reserva privada de Yaguarundí, en el municipio de San Pedro: cada vez que salen, “se encuentran con la devastación irracional, donde aparentemente compradores de madera -o subcontratistas de las grandes empresas reforestadoras del norte misionero- negociaron con los paisanos, aunque los paisanos dicen que no. Pero hay desbosque y el aprovechamiento de la madera que todavía les queda. Si bien no hay más monte virgen, había especies maderables de muy buena talla”, dijo el periodista.

En una charla con el programa Escuchame un Poquito, de La Voz Capital, explicó la situación que después fue ampliada por una funcionara del ministerio de Ecología que se limitó a dar las explicaciones de cómo funcionan las áreas de control. Pero admitió que son pocos para toda la provincia.

Vázquez: “hay una devastación irracional”

-Hay desmontes en la provincia y hay uno que nos preocupa que está en la biosfera Yabotí ¿es así?

-Está en las inmediaciones de la biosfera Yabotí, pertenece a la periferia de esta reserva que tiene como epicentro a los saltos del Moconá, en la frontera con Brasil. En realidad hay cosas muy llamativas como el que sucedió con la aldea aborigen Guavirá Poty, que está apenas a ocho kilómetros de la ruta Nacional 14, en el paraje llamado El Paraíso, a 12 kilómetros de San Pedro, lo que quiere decir que la zona intrusada, la zona quemada donde están plantando pinos, especies exóticas, está a menos de 20 kilómetros de San Pedro. Y hay un tema puntual que es más que llamativo, que a la salida de la picada Santa Rita, a 400 metros de ahí, hay un puesto de control de Ecología, es decir que en las narices de los funcionarios y de un puesto de riguroso control de Ecología estaban saliendo camionadas de madera de ley de la reserva esta.

-¿Es para preguntarse seriamente hasta que punto no hay complicidad?

-Seguramente, porque además este puesto no sólo sirve a la gente de Ecología sino que cada tanto, gendarmería hace ahí controles de ruta. Los controles de rutina son muy frecuentes que se hagan ahí en ese mismo puesto, que es una zona muy poblada además. El Paraíso es un asentamiento muy antiguo que fue creciendo alrededor de una fábrica de madera terciada que en los años 50 estuvo enclavada ahí alrededor de 20 años. Pero repito, ahí hay control las 24 horas y todos los camiones que salen tienen que pasar rigurosamente y parar en el lugar para el correspondiente control.

-¿Y qué se dice en la zona respecto a esa situación?

-En realidad no todo el mundo se preocupa, el caso puntual de la denuncia que hace el dueño de la reserva privada Yaguarundí, Martín González, que cada tanto al recibir turistas, salen a recorrer las inmediaciones y la aldea –Guavirá Poty es vecina a la reserva- y ahí se encuentran con la devastación irracional, donde aparentemente compradores de madera -o dicen también subcontratistas de las grandes empresas reforestadotas del norte misionero- negociaron con los paisanos, aunque los paisanos dicen que no. Pero hay desbosque y el aprovechamiento de la madera que todavía les queda ahí. Si bien no hay más monte virgen, había especies maderables de muy buena talla.

Otenweller: “los controles no son tan sencillos”

La funcionaria del Ministerio de Ecología, Recursos naturales Renovables y Turismo, Gabriela Otenweller, también fue consultada por La Voz Capital sobre la situación particular del desmonte en la aldea Guavirá Poty.

En ese sentido dijo que “las comunidades aborígenes, ninguna, tiene autorización (al desmonte) por la sencilla razón que ellos respetan su cultura y dependen de la biodiversidad. Muchas veces vemos que las extracciones son al lado de las aldeas y cuando hay denuncias, Ecología va al lugar del hecho. A esa aldea fuimos en diciembre. Pero (la Ley de) el Corredor Verde no prohíbe la tala del bosque: cualquier persona que es propietaria tiene derecho a convertir su bosque, respetando las leyes, donde no puede voltear zonas de suelo 6 B o pendiente de más del 20 por ciento.

-¿Ustedes podrían llegar a intervenir las aldeas aborígenes en caso de denuncias de que se esta talando?

-En caso de denuncias asistimos al lugar, verificamos el hecho y generalmente pedimos colaboración de ellos porque la provincia tiene que controlar tres millones de hectáreas y tenemos 120 personas para ello. El control es constante en rutas y propiedades y con 120 personas no es tan sencillo.

-Un vecino de zona centro nos contaba que los camiones pasan por un puesto de control de Ecología ¿Qué pasa con ese control?

-Hay un puesto de control en Paraíso. No tengo información de la gente que está en Paraíso, porque hacemos relevamientos y esta gente de Posadas se la lleva Pozo Azul y nos traen semanalmente las actuaciones que hacen en esa zona y, depende, si está debajo del puesto de control -porque tampoco la gente está haciendo el control de ruta de los camiones que salen de Yabotí- porque está al otro lado de esta ruta.

-En caso que Ecología detectara un camión que resulte sospechoso, ¿puede actuar de oficio?

-Siempre actúa de oficio, en el momento que uno circula en la ruta sin el remito forestal que ampara la carga. Muchos de los camiones decomisados en comisarías o en puestos de gendarmería son camiones que no tienen la correspondiente documentación.

-¿Qué sanción se aplica?

-En el caso de propiedades fiscales y tenemos la obligación de cuidar lo nuestro. Se decomisan las cosas. Se decomisan las máquinas, las motosierras, la madera, la unidad y se realiza la denuncia penal ante el juzgado.

17 de abril

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