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Neuquén: Tradición Mapuche en la celebración del año nuevo en San Martín de los Andes
Por Turismo530 - Monday, Jun. 25, 2007 at 9:53 AM

Las comunidades Mapuche de Argentina y Chile se reunen cada año en sus lugares sagrados, en varias provincias de nuestros país como en las regiones chilenas, cada uno en su sitio pero respetando siempre una misma creencia, es que para la comunidad mapuche no existen fronteras, ni límites territoriales.

Hoy, domingo 24, los pueblos originarios del sur celebran su año nuevo. La ubicación geográfica de San Martín de los Andes hace posible la convivencia de dos culturas diferentes. Que deben convivir pese a que una de esas culturas despojó salvajemente a la otra de su territorio.

Lo que la cultura cristiana denomina “Las Fiestas”, tiene su inicio el 24 de diciembre. Allí se depositó el nacimiento de Jesús, como un fenómeno que evidencia los ciclos recurrentes de la muerte y la resurrección de todo lo vivo.

Una semana más tarde, se levantan las copas dándole la bienvenida al año nuevo. Esta celebración tiene su origen en los antiguos pueblos nórdicos europeos en coincidencia con el inicio del invierno boreal.

El 21 de diciembre es el día más corto del año en el hemisferio norte, y la noche más prolongada. A simple vista, apenas tres días más tarde, cualquier observador puede verificar que el sol sale antes y se pone después.

Es entonces que el motivo para celebrar aparece a la vista: la luz regresa, y con ella la vida en sus ciclos recurrentes.

No debe resultarnos extraño que en estos rituales que los herederos de esta cultura iluminemos los cielos con fuegos artificiales, tengamos como centro de la escena a un árbol preferentemente de hoja siempre verde, y que repartamos regalos que impliquen la certeza del regreso de la abundancia. Pues bien. Esto es completamente coherente para el hemisferio norte. Pero en el hemisferio sur, el día más corto del año es el 21 de junio, el del comienzo del invierno, y tres jornadas más tarde, los pueblos originarios advertían que el sol empezaba a salir más temprano y a ponerse más tarde cada día. Es el solsticio de junio.

Es el año nuevo de los pueblos del sur del planeta: la Fiesta Grande,- Areté Guazú-, de los guaraníes, el Inti Raymi o Fiesta del Sol entre los quechua, el Wiñoy Xripantu de los mapuche.

una vez más, entre los esteros mesopotámicos, las quebradas puneñas, o las estepas y los bosques de nuestra Patagonia, los pueblos del sur del mundo volverán a celebrar el regreso de la vida.

En la celebración mapuche, en los alrededores de San Martín de los Andes y a lo largo de todo su territorio ancestral, los integrantes de las comunidades se reúnen alrededor del rehue,- el lugar sagrado-, y allí se comparte el alimento, la danza, la bebida ceremonial, el diálogo, el consejo, circula el conocimiento de los mayores, y se lleva a cabo una rogativa.

El sentido de esta unión colectiva en el ruego es para que todo aquello que tenga oscuridad, retroceda, al igual que ocurre en los cielos.

Vaya a saber por qué en nuestra sociedad está instaurada la creencia de que en el invierno los días se acortan y las noches se alargan, cuando ocurre exactamente al revés.

El 21 de junio, el del comienzo del invierno, es la jornada con menos horas de luz solar y más de oscuridad. Y a partir de ese inicio invernal, el sol sale cada día antes y se pone después, para alcanzar el día más largo del año,- el 21 de diciembre-, que es el del comienzo del verano. Ahí sí, los días empiezan a acortarse mientras se van prolongando las noches.

Evidentemente cuando leemos y enriquecemos nuestro nivel cultural, comprendemos que mucho tenemos que aprender de los verdaderos dueños de nuestra tierra, esos a los que llamaron salvajes, que sufrieron el mayor genocidio de la historia mundial, y que sin embargo nunca dejaron de ejercer el derecho a sus costumbres pese a la adversidad.

Hace varios años ser un "indio" era un deshonor; para la sociedad ignorante y cretina que robó sus tierras y aplastó su cultura, un aborigen era un ser despreciable; muchos llegaron a cambiarse el nombre y hasta el apellido para poder insertarse en la "sociedad" y no ser humillado.

Hoy por suerte vamos entendiendo que la Campaña del Desierto fue tan canalla como el mismo General Roca y queda reflejado quien era el salvaje y quien el "humano" en esta historia que aun no termina ni terminará hasta que de alguna forma sean reivindicados quienes fueron los primeros habitantes de esta tierra.

Feliz año nuevo!!!

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