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Especialistas coinciden en necesidad de reconocer matanza de pueblos indígenas
Por La Prensa Austral / Punta Arenas (Chile) - Tuesday, Jul. 31, 2007 at 2:25 PM

- Proyecto del senador Pedro Muñoz genera unánime apoyo entre investigadores de la temática aborigen. - Antropólogo y descendiente kawésqar, José Tonko, cuestiona dichos del abogado e historiador Mateo Martinic, quien señala que las verdaderas asesinas de los indígenas fueron las enfermedades de los blancos.

Especialistas coinci...
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Unánime es el apoyo que genera entre los investigadores ligados a la temática indígena la propuesta de ley del senador Pedro Muñoz, destinada a que el Estado reconozca oficialmente el genocidio contra las etnias australes. La iniciativa, presentada como una moción de ley, propone además el levantamiento de memoriales conmemorativos sobre el tema en Santiago y en Porvenir.
La idea del parlamentario socialista hace hincapié en la desaparición de los pueblos ona (o selknam) y tehuelche (o aonikenk), que habitaron la isla grande de Tierra del Fuego y la Patagonia continental, respectivamente.
Muñoz señala que de esta manera el país recordará con justicia la memoria de las víctimas del proceso de colonización ocurrido a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, porque fueron percibidos como una amenaza contra la ganadería ovina.
Nelson Aguilera, jefe de oficina de asuntos indígenas de Punta Arenas, destaca la propuesta del senador magallánico, que surge como parte de la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato, encargada por el ex Presidente Ricardo Lagos, y cuya estructuración estuvo bajo la responsabilidad del también ex Presidente Patricio Aylwin.
La entidad contó con la colaboración de los descendientes de los pueblos originarios, quienes aportaron con opiniones sobre su percepción de su historia y el impacto que tuvo el hombre blanco en ella. También la comisión planteó una propuesta de medidas de reparación, mitigación o lineamientos para una nueva relación entre el Estado y los pueblos indígenas de Chile.

¿QUE PASO CON LOS TEHUELCHES?
El antropólogo y representante del Consejo Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) comenta que en lo que refiere a Magallanes la comisión determinó dos proposiciones centrales. En principio señala la continuación del plan especial de cobertura total para los indígenas de los canales australes. También plantea la necesidad de crear dos memoriales inspiradas en los dos pueblos desaparecidos en Magallanes.
Aguilera considera válido señalar que estas propuestas no surgen de las propias organizaciones constituidas. Pero igual aclara que no se puede hablar en términos generales de genocidio, porque se estaría cayendo en una imprecisión histórica, además que efectivamente en el caso ona sí hubo persecuciones, erradicación forzada de personas y reducción de misiones, pero eso no pasa en la historia tehuelche.
“Comparto la opinión de Alfredo Prieto, a través de sus investigaciones, en el sentido de que sí hubo un intento sistemático porque las personas indígenas en ese momento abandonaran progresivamente sus prácticas tradicionales, para transformarse entre comillas en personas civilizadas. Eso cabe dentro de las definiciones tradicionales que la antropología ha dado al etnocidio”, advierte.
En el caso particular de los tehuelches, apela a la literatura existente que señala que los aborígenes concurrían periódicamente a la colonia de Punta Arenas hasta 1890, pero a partir de esa época sus visitas empiezan a hacerse más esporádicas.
La última familia que se asentó en territorio chileno de la Patagonia es la del Cacique Mulato, que recibió un terreno extenso en el sector de Laguna Blanca. Pero cuando éste muere, su familia decide retirarse de esos territorios hacia 1895 y dejan de llegar a Chile. El último avistamiento en sectores cercanos a la frontera con Argentina corresponde a 1905.
“La retirada de los tehuelches de la Patagonia chilena obedece a variables casuales o fortuitas. Entiendo que de acuerdo a una de las tesis que sostiene Mateo Martinic en su libro acerca de este pueblo una de las variables habla de enfermedades infecciosas en Punta Arenas, como la viruela, que generó algún grado de temor de los indígenas de aproximarse a la ciudad y de mantenerse al margen del contacto con los blancos”, explica.

ATAQUE AL PUEBLO KAWESQAR
José Tonko es un reconocido antropólogo e investigador. A su currículo profesional se suma un importante valor agregado: es descendiente directo de la etnia kawésqar.
Al teléfono desde Santiago, donde reside por razones laborales, Tonko también opina sobre la propuesta de Pedro Muñoz.
Junto con destacar la validez de la iniciativa parlamentaria, entrega nuevos argumentos que permiten abordar lo que efectivamente ocurrió con las etnias australes durante el proceso de colonización.
A su juicio, está claro que los kawésqar no eran una población numerosa en comparación con otras como los onas, pero precisa que también hubo un número de kawésqar que resultó afectado por las matanzas organizadas por el aventurero europeo Julio Popper. “Por esos hechos también debería considerarse a los kawésqar en el genocidio austral ocurrido en Chile. Me parece interesante plantear esto, porque lo que pasó en el sur de Chile fue una matanza ex profeso para eliminar a los antiguos habitantes”, opina.
De acuerdo a los registros existentes, señala que la matanza de las etnias originarias fue más cruel que en el resto del país. Ejemplos da varios. “En el caso de los mapuches se estableció una guerra, donde se cometieron atrocidades. Pero en la zona austral hubo una matanza total, donde no había una especie de guerra, sino que el objetivo principal era eliminar a todos los habitantes antiguos para poder instalar un asentamiento nuevo, creando estancias para que los colonos pudiesen trabajar”, advierte.
Esto ocurrió porque los onas consideraban que les pertenecían todos los animales que deambulaban en su hábitat. Y cuando aparecen nuevas especies como las ovejas, los aborígenes consideraron que los ovinos eran como cualquier otro animal y empezaron a cazarlos. Pero los ejemplares introducidos tenían dueños y por esta causa los indígenas se convirtieron en un problema que originó su matanza sostenida en el tiempo.
Esto queda demostrado en las crónicas de la época que señalan que por cada indígena muerto había que presentar sus correspondientes orejas para recibir el pago efectivo. Una práctica que obviamente resulta terrible de entender y justificar en estos días.

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