Discriminación interreligiosa
Por Juan V. Cino / Iruya Noticias - Friday, May. 16, 2008 at 7:44 PM

El tradicional Te Deum que desde hace mas de cien años venía celebrándose en la Catedral de Salta será reemplazado, este proximo 25 de mayo, por un "acto interrreligioso" que bien pudiera calificarse de discriminatorio.

Las relaciones entre la jerarquía eclesiástica y el matrimonio que nos gobierna desde Olivos están, lamentablemente, teñidas de desconfianzas sordas y de desavenencias mudas.

Se trata de conflictos que tienen que ver con la política y la historia, con el papel del Estado y de la Iglesia en determinados ámbitos de la vida de las personas y, si se quiere, con preferencias ideológicas o filosóficas.

Hay quienes, proclives a ver en las tensiones políticas la expresión de desencuentros personales, sostienen que el conflicto entre los Kirchner y el Cardenal Primado se remonta a los enfrentamientos de los años setenta cuando los primeros adherían a la “jotapé” y el segundo oficiaba misas en los encuentros de la “Mesa del Trasvasamiento Generacional”.

Con independencia de estas consideraciones analíticas, lo cierto es que aquellas reticencias del poder político respecto de la jerarquía católica romperán una larga tradición salteña de conmemoración del 25 de mayo en nuestra Iglesia Catedral.

Privará, además, de la singular misa de doce dominical a las damas y caballeros que han hecho de ese día y de esa hora un momento de especial encuentro con su fe, su familia y sus amigos.

A su vez, el centenar de jubilados que concurren a la Plaza 9 de Julio a tomar el sol dominical y los pudientes que optan por beberse algo en los bares del centro, se verán forzados a emigrar en beneficio de la seguridad del acto oficial.

Para armar este verdadero rompecabezas en el que se entremezclan aspectos litúrgicos, políticos y “de imagen”, el Gobierno de la Nación envió a Salta a un descendiente de aquel célebre Almirante que fuera, sucesivamente, peronista y antiperonista.

El resultado de sus arduas gestiones, fue el diseño de una ceremonia llamada “interreligiosa” que unirá en la Catedral de Salta a los máximos dignatarios de las religiones euroasiáticas con implantación en Salta.

Si bien la Secretaría de Prensa de la Gobernación no ha dado a conocer aún el programa oficial de los actos del 25 de mayo, algunos medios de prensa aventuran que está prevista la asistencia al acto “interreligioso” de dignidades ortodoxas, anglicanas, luteranas y judías locales.

Llama la atención esta arbitraria selección de cultos. Por dos motivos:

En primer lugar porque no hay noticias de que entre los rebeldes de mayo de 1810 figurarán ciudadanos adscriptos a tales cultos.

Y, en segundo lugar, por la prolija exclusión de representantes de las creencias aborígenes y de las nuevas iglesias que, en estas últimas décadas y con audiencia creciente, han proliferado en nuestros espacios urbanos.

La exclusión de las creencias aborígenes choca con un hecho conocido: Que las tropas gauchas que lucharon por nuestra independencia del reino de España estuvieron integradas por miles de indios (diaguitas, calchaquíes, coyas, etc.) cuyos descendientes integran nuestra comunidad.

Algunos de estos han teñido con su singular cultura ciertos ritos católicos (es el caso, por ejemplo, de las ceremonias que celebran a la Virgen de Urkupiña). Otros conservan su ancestral religiosidad y merecen, como no, un lugar en las honras al 25 de mayo de 1810.

Si el señor Olivieri argumentara que no conoce a representantes de estas religiones, me atrevo a sugerirle que investigue por el lado de dos familias tradicionales que, entre sus miembros, conservan antiguas potestades religiosas: U-Allar (no confundir con Wayar, apellido que unas veces es árabe y otras europeo) y Vilca. Sin ir mas lejos.

Jueves 15 de mayo de 2008

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