Una escuela guaraní de Misiones pide ayuda : Argentina Indymedia (( i ))

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Una escuela guaraní de Misiones pide ayuda
Por Infobae - Monday, Oct. 27, 2008 at 1:07 PM

Miercoles 22 de Octubre de 2008. Por Elizabeth Garrido (Infobae.com)

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En el corazón de la provincia, un grupo de docentes enseña a más de 70 niños aborígenes los valores de su cultura y cómo mantenerla viva frente al avance de la ciudad. La vida en pleno monte.

El ingreso a la ciudad de Aristóbulo del Valle, en Misiones, recibe a los turistas con un camino plagado de variados colores, imponentes paisajes selváticos y una vegetación majestuosa que se combina con el rojo de su tierra. Y también se encuentra el espíritu de su gente, el origen de un pueblo que nació de la impronta del guaraní íntimo del monte y su mezcla con el inmigrante, el "colono", como los llaman en el lugar.

En ese marco pluralista se encuentra la Escuela Bilingüe Nº 657, pequeño bastión educativo que sobrevive, en medio de la inmensidad de las largas extensiones plagadas de verde, a un sistema que muchas veces se olvida de los que viven fuera de la ciudad. Y mucho más si los alumnos no son hijos del hombre blanco.

"La 657", como la llaman en el lugar, es una institución bilingüe por su sistema educativo de combinación de lengua castellana-guaraní. El reducido grupo de maestros que trabaja en el lugar intenta reforzar a los estudiantes aborígenes su cultura y dotarlos de las armas para que puedan sobrevivir en un mundo que no los tiene como parte de su estructura.

"Antes venían a estudiar con el solo objetivo de poder defenderse en un mundo que los discrimina, ahora quieren estudiar para llegar a ser profesionales y ayudar a su comunidad", afirmó a Infobae.com la directora de la institución, Mónica De Lima, quien desde hace 10 años trabaja con un grupo aproximado de 75 alumnos.

Según la representante de la escuela, el nivel de asistencia de los alumnos es alto, al igual que su rendimiento. "Un chico con la concentración que ponen estos alumnos, sumado a los avances tecnológicos, podría llegar a mucho", explica la docente aunque también destaca que muchos de sus estudiantes deben faltar a clase para cumplir sus responsabilidades familiares.

Esas obligaciones con su gente más cercana están relacionadas con los tiempos de la cosecha y la posibilidad de vender sus productos a los mejores precios. El rol de los menores muchas veces no está determinado, pero siempre se trasladan familias enteras a los lugares de producción y es en ese momento en el que se producen las ausencias casi en masa. Las aulas quedan prácticamente vacías pero el objetivo continúa.

Un material especial
Este colegio, como otros tres en la provincia, conjuga un programa pedagógico aprobado por el Ministerio de Educación de la Nación con la cultura guaraní. Pero, pese a que el sistema es reconocido, hasta el momento la escuela no cuenta con material bibliográfico acorde a las exigencias de este sistema.

"La lengua guaraní y su cultura se trasmite de forma oral, por esta razón no se tienen libros en la lengua materna sobre sus enseñanzas", explicó De Lima mientras muestra los afiches realizados por los alumnos en castellano y guaraní (ver imágenes). Desde esta necesidad básica para fortalecer lo enseñado, las seis maestras que trabajan en el lugar, junto a un auxiliar docente que conoce profundamente la cultura del pueblo originario, preparan un material en guaraní-castellano con las historias propias de la comunidad.

"Sólo falta una empresa o entidad que quiera y pueda hacer las impresiones que no sólo nos serviría en la zona sino también para las demás escuelas que también enseñan con esta modalidad".

El proyecto en cuestión ya fue aprobado por el Ministerio de Educación, ahora falta una ayuda para que pueda ser una idea en concreto. Aunque para muchos una impresión en serie puede ser algo simple, para este colegio es complejo y realmente necesario.

El monte como marco
Ingresar a la escuela es acercarse a un mundo totalmente distinto. La naturaleza en estado absoluto es su marco y este recóndito lugar sólo tiene algunos signos de lo que uno dejó en la agitada ciudad.

Los celulares son objetos sin utilidad, salvo que se quiera utilizar su cámara. La única conexión con la ciudad de Aristóbulo del Valle es la ruta por donde pasan a toda velocidad los micros locales, camiones que recorren los caminos del Mercosur y los ciudadanos del lugar. Estos últimos son los que están atentos a los pedidos de las docentes y sus alumnos.

En caso de una emergencia, las maestras saben que la forma más rápida de encontrar ayuda es la ruta. Pero también los "sargentos", aquellos que secundan a los caciques, están atentos a todo lo que pasa en el lugar. También son aquellos que imponen y hacen cumplir las reglas internas en cualquier lugar.

"Ellos están siempre mirando, hablando con los alumnos y observando respetuosamente lo que hacemos. Los "sargentos" quieren que los chicos aprendan contenidos en castellano pero también que mantengan viva su cultura", destacó la docente mientras varios niños a su alrededor limpiaban el pequeño patio techado en donde el barro hacía de escenografía.

"Los chicos limpian todo lo que ensucian, ordenan los materiales y se encargan de cuidar a los más chicos, especialmente en lo que respecta la vuelta a casa que muchos deben hacer caminando horas por la vera de la ruta".

Ésta no es la única escuela en el país que ayuda a mantener viva la cultura de uno de los pueblos originarios. Estas docentes tampoco son las únicas que viajan durante horas por una ruta a un lugar inhóspito para seguir enseñando. Pero siempre fortalece el espíritu por el amor a los ideales tener en cuenta este tipo de casos, ejemplos de personas que sólo quieren hacer lo correcto en lo suyo.

Gentileza: fotos Ernesto Pampin