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La cocina de la primera batucada tucumana diversa
Por carlos dellepiane - Tuesday, Jun. 08, 2010 at 1:23 AM
tukudellepiane@hotmail.com

Crónica comentada de cómo se fue armando la movida que desembocó en la gran Marcha por la Diversidad en Tucumán, primer evento callejero de este tipo en esta ciudad que se va acercando al millón de habitantes. Según los cálculos más optimistas llegamos a ser 2000 en la Plaza. No seremos tantxs, pero no importa: VAMOS POR MÁS!!!

La cocina de la prim...
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El viernes 28/5 en la Plaza Independencia protagonizamos la primera movida callejera en Tucumán a favor del derecho de todas y todos a formar pareja y familia sin distinción de sexo/género y que la identidad de género y la preferencia erótica no determinen una consideración legal y social diferenciada.
Tal vez hubo otras movidas similares, por ejemplo, el primer Encuentro por la Diversidad que hicimos en marzo en el Piletón del Parque Avellaneda, pero en este caso el motivo convocante era específico: la plena libertad de todas y todos en cuanto al tipo de familia que queremos elegir, y además, en simultáneo se realizaba en la misma Plaza una movida en contra de nuestros derechos.
Un sector de las iglesias evangélicas: la Iglesia de Dios Pentecostal, la Iglesia Presbiteriana y la Iglesia el Señor es mi Rey, se movilizaron en defensa de un modelo excluyente y cerrado de familia patriarcal y heterosexista. Marcelo Baik, presbiteriano, dijo que "no nos oponemos a los homosexuales. Ellos son personas y queremos lo mejor para ellos", "lo que no queremos es que se destruya el modelo actual de familia", en tanto que Nancy Balbuena, de la tercera iglesia mencionada, trajo a sus hijos para "defenderlos" ya que ellos "saben qué es un homosexual".

Esta actitud defensiva se hizo patente cuando la peregrinación devota rodeó la Plaza y se aproximó a la esquina donde murgueábamos con lxs compañerxs de Pechando el Camión: la columna avanzaba bien por el medio de la calle cercada por férreos y HOMOgéneos cordones de muchachos (todos varones) que iban tomados de las manos, como defendiendo al rebaño de posibles ataques por parte de lxs "pervertidxs". Cabe aclarar que ellxs eran al menos 300 y nosotrxs con suerte llegábamos a 50.
En un momento dado, con un par de compañeras notamos que unos ratis estaban molestando a un grupo de adolescentes que se habían acercado a nuestra batucada y que ahora estaban a unos cincuenta metros. Fuimos a ver qué pasaba y resultó ser que dos pibes se habían metido en la marcha evangelista tomados de la mano, y que los canas para evitar un posible quilombo los habían sacado de la columna.
Estos pibes con sus peinados cortajeados y su alegre bardo le pusieron el toque de color a una ya de por sí colorida batucada callejera por el derecho del Amor a no ser acordonado en moldes estrechos.
Porque no se puede decir que somos personas_en un tono de que nos están concediendo serlo_y al mismo tiempo asignarle a nuestra forma de amar un valor secundario y condenar a las formas concretas de relacionarnos a un lugar clandestino, un escalón por abajo del amor correcto: el amor heterosexual.
Afirmar que es necesario proteger de "los homosexuales" a niñxs y adolescentes equivale a poner a quienes se considera "homosexuales" en el lugar de lo peligroso, de lo nocivo, de lo dañino. Es comprensible que el grupo dominante a nivel socio-sexual: los varones heterosexuales y el grupo subordinado a ellos y alienado a su ideología: las mujeres heterosexuales vean peligroso nuestro avance, que cada vez es más masivo y manifiesto, no sólo el avance de los colectivos no-hetero en la apropiación de espacios de visibilidad, libre expresión y derechos, sino el avance general del cuestionamiento a la heterosexualidad como norma, cuestionamiento que comienza a ser planteado incluso por muchxs "heterosexuales".
Es el momento de avanzar en la politización hacia dentro de la movida por la diversidad, y desde ahí hacia fuera, hacia toda la sociedad, y esa politización exige pasar de la denuncia de la heteronorma a la impugnación y la disidencia respecto de la heterosexualidad entendida como régimen político-sexual normativo, aspecto fundamental e institución fundante del patriarcado, HETEROpatriarcado.
Es momento de tomar cada vez más por asalto el espacio público: el de la calle y la plaza, sí, pero también el de la Red, el de los medios, el espacio público construido en gran medida por las empresas productoras de información y comunicación, y que tantas veces nos imponen lógicas hegemónicas que incluyen concepciones ideológicas del género y la sexualidad funcionales a la dominación masculina heterosexual, por ejemplo a traves del conjunto de estereotipos y roles asignados a cada colectivo no-hétero.
La masculinización de las representaciones acerca de la diversidad sexo/genérica es explícita en el modo en que La Gaceta comenta y describe la marcha y su contramarcha. Por empezar la nota comienza refiriéndose al "matrimonio gay", lugar común que ya ha sido naturalizado, gracias a los medios y su insistencia abreviadora, como sinónimo sin más de unión afectivo-sexual entre personas del mismo sexo o con identidades sexo/genéricas no binarias (trans, queers, y también quienquiera que no se encasille) Esa práctica discursiva, en apariencia inocente, es nefasta porque invisibiliza una gran cantidad de opciones afectivo-sexuales e identidades que no caben en lo "gay". Se ha hecho de una identidad particular referida a los varones homosexuales blancos, burgueses y su correspondiente subcultura, una suerte de "identidad diversa global", pretendidamente neutral en términos de género, clase y raza. Es algo similar a lo que ocurre con el género masculino "neutral", que sirve al mismo tiempo para designar a la clase dominante a nivel socio-sexual: los varones, y a la humanidad en su conjunto: "EL HOMBRE".
Pues bien, La Gaceta nos pinta a Las Hojas como una de las "organizaciones que defienden los derechos de los gays". No lo somos. Somos una agrupación de personas que nos planteamos la deconstrucción, el demantelamiento o la destrucción_elegí la que más te guste_del sistema heteropatriarcal, y ejercemos la crítica también sobre las políticas, las representaciones y las praxis ejercidas por las mismas colectivas no-hetero, entre las cuales nos incluimos, es decir una crítica hacia dentro de la movida por la diversidad y sus expresiones culturales y políticas. Lo "gay" es un aspecto más del complejo y cambiante mundo de la diversidad, un aspecto ligado, como no puede ser de otro modo, a contextos culturales, sociales y políticos determinados, a momentos históricos, a países con suficiente poder material y simbólico como para imponer sus imaginarios culturales a países dependientes como el nuestro.
En muchos de nuestros debates trebolares se ha planteado una serie de incómodas preguntas acerca de la posibilidad y la oportunidad que tenemos, desde acá desde esta curiosa ciudad de provincias en un país inmenso, joven y diverso al extremo, de crear nuestras propias y nuevas diversidades.
Que ninguna religión, nacionalidad , ideología o etnia se arrogue la propiedad privada del Amor.

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