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Los pueblos de Venezuela y Colombia deben movilizarse contra la injerencia imperialista
Por USI de Venezuela (sección UIT-CI) - Friday, Jul. 30, 2010 at 4:53 PM
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Los pueblos de Venezuela y Colombia deben movilizarse contra la injerencia imperialista en la región

Los pueblos de Venezuela y Colombia deben movilizarse contra la injerencia imperialista en la región
Por:

Unidad Socialista de Izquierda (USI)

http://www.laclase.info



Repudiamos la agresión imperialista a Venezuela



El gobierno venezolano anunció este jueves la ruptura de relaciones diplomáticas con Colombia, en rechazo a las pretensiones de los gobiernos de Colombia y EEUU de inspeccionar el territorio venezolano, alegando la presencia de campamentos de la insurgencia guerrillera colombiana.

Uribe cierra su gobierno haciendo una vez más el papel de punta de lanza del imperialismo en la región, y siguiendo al pie de la letra las recetas injerencistas dictadas por sus jefes políticos de los EEUU. La respuesta del gobierno venezolano, por su parte, se mantiene dentro de los estrictos marcos de la política burguesa, al buscar la mediación de Lula y Kirchner, mientras que Chávez intenta conciliar con el presidente electo Juan Manuel Santos, quien representa la continuidad del uribismo en el poder en Colombia.

Aunque no tenemos nada en común con la política y los métodos de las organizaciones guerrilleras colombianas, ya que consideramos que son equivocados y les han llevado al aislamiento con respecto a las organizaciones populares y obreras del vecino país, repudiamos que el gobierno colombiano de Uribe por mandato del gobierno de los Estados Unidos les catalogue como organizaciones terroristas y desarrolle una campaña de aniquilamiento en su contra, negando el carácter político del conflicto.

La guerrilla colombiana surgió hace más de 50 años como expresión genuina de la lucha campesina y popular contra el despojo brutal que los grandes terratenientes y el aparato militar han adelantado contra el campesinado pobre de la nación hermana, y contra un régimen político de exclusión impuesto a sangre y fuego por los gobiernos de turno. La guerra sucia y el terrorismo de Estado han significado, según confesiones de los jefes de los escuadrones paramilitares, más de 30 mil ejecuciones y desapariciones en las últimas dos décadas.

Cumpliendo con el rol de peón del imperialismo yanqui y de consolidación del proyecto político paramilitar, el gobierno colombiano ha pactado con el imperialista Obama la instalación de 7 bases militares gringas en Colombia, sepultando cualquier vestigio de soberanía del hermano pueblo colombiano sobre su propio territorio. Consecuente con su orientación de violar la soberanía de cualquier país bajo el pretexto de una guerra preventiva, Uribe y Santos han bombardeado territorio ecuatoriano en 2008 y han secuestrado a varios ciudadanos colombianos en territorio venezolano, bajo acusaciones de pertenecer a los grupos insurgentes.

Ahora, presionan al gobierno venezolano para que persiga y entregue ante las autoridades colombianas a militantes de las organizaciones insurgentes. Nuestro partido repudia las pretensiones del imperialismo y Uribe de inspeccionar territorio venezolano, y reclamamos plena soberanía nacional para que seamos las venezolanas y los venezolanos los que decidamos quien puede permanecer en nuestro territorio. No será el gobierno colombiano, el imperialismo yanqui, la OEA, la ONU, ni ningún organismo internacional burgués el que decida quién es digno de permanecer en la tierra de Bolívar.

Deploramos que el gobierno del Presidente Chávez en anteriores ocasiones haya cedido al imperialismo y realizado pactos en materia seguridad que le comprometen a cooperar con las fuerzas de seguridad colombianas, que como es sabido tienen un oscuro y amplio prontuario de violación de los derechos humanos en el marco del terrorismo de Estado; razón que nos lleva a manifestar que no depositamos ninguna confianza en que el gobirno venezolano tendrá una posición firme y consecuente hasta el final contra esta nueva agresión del imperialismo a través de su peón Alvaro Uribe. La intención de Uribe y el imperialismo es presionar por un mayor giro a la derecha por parte del gobierno chavista, y que este se convierta en su aliado incondicional en la lucha contra la insurgencia.

Siendo la OEA un verdadero Ministerio de Colonias Norteamericanas, como lo afirmara el Che Guevara, repudiamos que ese organismo y sus integrantes se presten para que un gobierno provoque, agreda y amenace a Venezuela o a cualqueir nación del continente americano. La OEA ha avalado todas las agresiones yanquis sobre territorios y naciones de nuestro continente, razón mas que suficiente para desconocer sus actuaciones.

El gobierno venezolano, titubeante y ambiguo, continúa legitimando y avalando a este organismo nefasto con su participación en el seno del mismo, y lo que es peor, ha invocado recientemente la participación de la OEA en el conflicto de Honduras, constituyéndose en una grave capitulación política, que culminó en el fortalecimiento del golpismo en ese país centroamericano. Por su endeble política exterior, zigzagueante y motivada por el mezquino interés de buscar apoyos a su proyecto nacionalista-burgués, el gobierno de Chávez es incapaz de asumir una postura verdaderamente antiimperialista, llegando al colmo de sembrar expectativas en Obama, al expresar de manera cursi que el presidente yanqui encarnaba "las esperanzas de la humanidad", y que deseaba ser "su amigo".

De igual manera ha obrado Chávez frente a la ultraderecha colombiana, llamando en numerosas ocasiones "hermano" y "amigo" a Uribe, pactando operaciones militares y policiales conjuntas con el gobierno colombiano, haciendo proyectos colosales binacionales en materia energética, para beneplácito de las transnacionales que controlan el negocio petrolero y gasífero en Venezuela por la vía de las empresas mixtas.

De manera significativa, pocos días antes de la crisis precipitada por la agresión injerencista de Uribe, Chávez declaraba públicamente que estudiaba asistir a la toma de posesión de Juan Manuel Santos y que esperaba reestablecer las relaciones diplomáticas y económicas con su gobierno, echando al cesto de la basura la reclamación con respecto a la instalación de las bases militares gringas, diferendo que llevó a la congelación de las relaciones un año antes. Crear expectativas en torno a la figura de Santos, quien es el heredero político de Uribe y el responsable directo del bombardeo de la frontera ecuatoriana en marzo de 2008 y el arquitecto del acuerdo para instalar las 7 bases gringas en Colombia, es otro contrasentido más del gobierno burgués venezolano.

Ningún gobierno está obligado a entregar a luchadores sociales a sus enemigos, por más equivocados que estén o por más erradas que sean sus políticas. Entregarlos a sus enemigos significa ser cómplices de las medidas de encarcelamiento, extradición y juicios amañados que los explotadores aplican contra los luchadores populares.

La mejor política para seguir aislando al gobierno de Uribe y a su fiel servidor Juan Manuel Santos, es llamando al pueblo colombiano a movilizarse en defensa de su soberanía, que no permita la entrega de su territorio a las potencias internacionales y que enfrente a un gobierno que favorece los intereses de los magnates, los empresarios, los terratenientes, los banqueros, y las multinaciones que saquean al país.

Por otra parte, el gobierno venezolano debe abstenerse de tomar represalias contra los trabajadores colombianos que laboran en territorio venezolano y que se desplazan por la frontera, así como los pequeños comerciantes que trabajan a ambos lados de la frontera, obstaculizando su desplazamiento por las carreteras nacionales y extorsionándolos con la excusa del conflicto bilateral. Los trabajadores venezolanos extendemos nuestra solidaridad al pueblo colombiano y le llamamos a combatir juntos contra la política de gobiernos burgueses y antiobreros a ambos lados de la frontera, y que en el caso de Colombia además es un gobierno subordinado totalmente al imperialismo.

Rechazamos contundentemente la posibilidad de que ambos gobiernos alimenten la perspectiva de un enfrentamiento militar fratricida entre los ejércitos de ambos países, y llamamos a mantenernos alerta y de ser necesario movilizarnos por la paz.

De igual manera, condenamos a la derecha opositora venezolana, que en su gran mayoría se ha pronunciado a favor de la injerencia imperialista y la inspección del territorio venezolano por parte de militares yanquis y de Colombia. Esta posición es aberrante por su contenido antidemocrático y proimperialista, y demuestra que la derecha venezolana está totalmente plegada a la política de Uribe y Obama y en contra de los intereses del pueblo venezolano.

Por todo lo anteriormente expuesto, debemos mantener la más absoluta independencia ante los gobiernos burgueses a ambos lados de la frontera. Los trabajadores y los sectores populares venezolanos debemos debatir ampliamente sobre el carácter de este gobierno, que en pleno proceso electoral y ante el evidente proceso de ruptura con su política antiobrera y de entrega a las transnacionales, ante el desengaño de millones de personas con las fantasías del socialismo del siglo XXI, pretende sacar un saldo electoral de su posición ante la agresión de Uribe, razón por la cual esgrime un discurso belicista que no se corresponde con lo que la actual situación exige, que es una actitud firme pero sin estridencias guerreristas.

Sólo la movilización popular y obrera en Venezuela y Colombia pueden derrotar la política injerencista del imperialismo, por ello llamamos a protestar masivamente por la expulsión de las bases militares gringas y contra las pretensiones de inspeccionar el territorio venezolano, todo esto como parte de la lucha por el verdadero socialismo con democracia obrera.

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