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Declaración ante la intervención extranjera en Libia
Por FEARAB Santa Fe -
Saturday, Mar. 26, 2011 at 1:10 PM
La Comunidad Económica Europea y Estados Unidos están de acuerdo en cuanto a una intervención militar a Libia. Entre los poderosos no hay un grado de virtud, ni diferencias entre ellos. Solo se trata de prácticas y discursos que caracterizan el cinismo político.
Por otro lado, la actitud de la Liga de los Estados Árabes ha tenido el beneplácito de la Unión Europea. Lamentablemente la postura de este foro de países vinculados al Mundo Árabe, ha sostenido la necesidad de una intervención extranjera en territorio libio, sin tener en cuenta la posición capitulacionista, ni medir las consecuencias de la aventura bélica de la alianza norteamericana-europea.
El principal discurso de soporte de esta postura es el del secretario general de la Liga Árabe, Am Musa, un ex funcionario del corrupto régimen de Mubarak y precandidato a la presidencia de Egipto. Un dirigente que se distingue por un lenguaje demasiado benévolo con el régimen desalojado hace poco más de un mes en el país africano.
Si analizamos en pocas líneas la caracterización de la Liga en los 65 años de existencia, vamos a abordar a una actitud histórica deficiente e irresponsable de este organismo para establecer los marcos de solidaridad e integración de los países que conforman la gran patria árabe, la masa geográfica repartida en el extremo poniente en el Magreb hasta el golfo Árabe y el Arabestán o Al Ahuaz, ocupado por el colonialismo persa.
La Liga árabe ha renunciado permanentemente a la defensa de los derechos inalienables del pueblo palestino. Siempre ha ha mantenido una versión complaciente con los poderosos de turno y humillante ante Israel.
En lugar de coordinar las tareas económicas, culturales, políticas y militares del Mundo Árabe, ha tomado distancia en cuanto conflicto se ha presentado en las distintas regiones vinculadas al arabismo. Hemos visto su inoperancia para solucionar la crisis entre Marruecos y el Frente Polisario por las posiciones del ex Sahara Español. Además, la Liga Árabe está ausente ante el caos que se vive la balcanizada Somalia y también ha mantenido una actitud indiferente ante el cercenamiento de gran parte del territorio sureño de Sudán.
Agregamos al historial negro de esta entidad la deficiencia para acercar posiciones enfrentadas en las luchas intestinas en la Mesopotamia iraquí, luchas que involucran a distintas etnias y grupos religiosos, a menudo alimentadas por Irán.
Existe un problema permanente en el Mundo Árabe vinculado a la injerencia de las fuerzas extranjeras en los temas que son propios de los árabes, pero también hay que aclarar que existen en esa región foros y organismos inoperantes para resolver las problemáticas que afloran en las distintas zonas.
Este cuadro de situación se complementa con los gestos y acciones de Kaddafi, que hoy son temas de autocríticas del propio gobierno libio y, que desborda en arrepentimientos por las malas negociaciones que hizo con los poderosos europeos y con EEUU en distintos momentos. La entrega de militantes del IRA con asilo en Libia, la expulsión de miles de palestinos y el financiamiento de campañas electorales de políticos de Europa figuran en el largo listado de hechos que marcan el comportamiento inadecuado de Moammar Kaddafi. Hoy existe una devolución de esos servicios y el único perjudicado es el pueblo árabe libio.
En esa dirección y en el marco del arabismo, haber mantenido una posición complaciente con los poderes que se perfilaron como neo coloniales en el Mundo Árabe, hoy le significa a Kaddafi un pase de facturas de aquellos que podrían estar a su lado en esta situación coyuntural, pero sin embargo mantienen una actitud indiferente. Pero está claro, que la oposición con sus estandartes monárquicos y, algunos modelos con formatos fundamentalistas jamás podrá representar una alternativa.
El devenir de esta operación armada de Europa y Estados Unidos, podrá estar representada en la división de Libia en dos estados o bien la continuidad y permanencia de Kaddafi al frente de su país integrado, pero en una versión mucho más domesticada.
En todos los casos y, como reaseguro de europeos y norteamericanos, las políticas de desgastes en Libia se van a hacer sentir a partir de bloqueos y censuras permanentes, que pretenderán poner de rodillas al pueblo libio
Federacion de Entidades Argentino Arabes de Santa Fe
23 de Marzo de 2011