| versión para imprimir - envía este articulo por e-mail |
Once: ninguna "tragedia"
Por TUN 29 de Mayo -
Thursday, Feb. 23, 2012 at 12:52 PM
29demayoweb@gmail.com
El choque del tren en Once. Ninguna "tragedia" o "accidente". TBA y el grupo Cirigliano hacen grandes negocios con la miseria del FFCC Sarmiento. El gobierno nacional y la CNRT hacen la vista gorda.
choque-de-tren-en-once-1499218.jpg, image/jpeg, 960x640
Once: ninguna “tragedia”
Una vez más, el sistema ferroviario argentino es tapa en las noticias. Esta vez, por haberse cobrado la vida de al menos 49 personas y herido otras 700, luego de que una formación del FFCC Sarmiento chocara contra la barrera de contención de la estación terminal de Once.
Los medios lo bautizaron como “tragedia”, como si fuera una fatalidad fortuita y desgraciada. Nunca tan lejos de la realidad.
Quienes viajamos diariamente a nuestros lugares de trabajo o estudio, conocemos el deplorable estado de los trenes, las vías, los pasos a nivel, etc. que afecta la seguridad y comodidad de los pasajeros y trabajadores ferroviarios.
El FFCC Sarmiento es el peor ejemplo. Demoras, trenes que no salen o que descarrilan, pasos a nivel que no funcionan, vagones abarrotados, puertas que no cierran o abren, ventanas rotas, durmientes sueltos, rieles con más de 70 años de antigüedad, maquinaria de los años ´50, son solo algunos de los problemas que resurgen cada tanto.
Las empresas que son dueñas de las concesiones - en el caso de TBA (Trenes de Buenos Aires) es el grupo Cirigliano, accionista principal del Cometrans y también dueño del FFCC Mitre- hicieron jugosos negocios mediante la construcción o reparación de trenes, la compra de material sobrevaluado en el exterior, la tercerización laboral de sus empleados y los millonarios subsidios de los gobiernos que desfilaron desde 1995.
Con los Kirchner esos subsidios se dispararon, depositando unos 50 millones de pesos por mes en los bolsillos de los Cirigliano. Sin embargo, el dinero no se invierte y el transporte empeora diariamente. Desde 1995, en el tramo Once-Moreno bajó la cantidad de servicios (de 400 a 313) y aumentó el tiempo de viaje (de 50 a 62 minutos). Mientras tanto, desde el gobierno hacen la vista gorda para garantizar el negocio de las concesionarias y la burocracia sindical hace lo propio, formando parte de las empresas concesionarias (como en el caso del Belgrano Norte).
Los sectores populares pagamos con nuestras vidas el costo de los negocios fabulosos de un grupo de empresas privatizadas y la complicidad de un gobierno que en lugar de ponerlos en el banquillo de los acusados, los premia con subsidios.
¡Ministros y empresarios, a la cárcel!
¡El tren, para los trabajadores y el pueblo!