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Los pueblos originarios agradecieron a la Pachamama en el Parque Lezama
Por Telam - Saturday, Sep. 01, 2012 at 12:37 PM

30 de Agosto - Más de dos mil integrantes del pueblo colla, guaraní, aymara, entre otras comunidades originarias, participaron de una emotiva manifestación de agradecimiento a la madre tierra, Pachamama, en el Parque Lezama de la Ciudad de Buenos Aires. "Hoy vinimos a agradecer a la madre tierra por todo lo que nos dio. Estamos celebrando la Pachamama en Buenos Aires porque nos parece importante recuperar las tradiciones de los pueblos originarios y su cultura", dijo a Télam Milagro Sala, líder de la Tupac Amaru, una de las organizaciones convocantes. La dirigente estimó que "la Pachita" debe volver "a estar en el espacio público y festejarse de manera colectiva. Los abuelos nos hicieron entender esto". En un sector del Parque Lezama, ubicado en el porteño barrio de San Telmo, los participantes se ubicaron en una gran ronda, para homenajear a la pacha, agitando las "uipalas", banderas de colores que simbolizan la unión de los pueblos originarios. De aquella multitud, sobresalió la fuerte presencia de una anciana de vincha, poncho y pollera, con su rostro marcado por el tiempo y el viento norte: Mama Quilla, "amauta", sabia, maestra, artesana y líder de su pueblo, Tiwanacota.

"Así se llama el imperio que habitó desde el 1500 AC hasta el 1200 DC el altiplano boliviano y sus alrededores llegando a ocupar regiones de Perú y Chile", explicó uno de los organizadores.
Mama Quilla explicó a Télam que "la Pachamamita nos da comida, nos cuida. Pero también quiere comer. Eso estamos haciendo ahora", concluyó con un "jallalla, hermana", saludo aymara que expresa esperanza, satisfacción y agradecimiento por la vida.
Los referentes que encabezaron junto a Mama Quilla la ceremonia, entre ellos Sala, -quien pidió tomar distancia a la prensa "por respeto"- se descalzaron y formaron a su vez una pequeña ronda en el centro del espacio circular preparado para hacer la celebración.
A unos pasos de allí, los organizadores habían levantado una prolija pila de leños y a escasos metros estaba la ofrenda, que durante la ceremonia se le entregó a la "Pacha", a quien se le devuelve en agradecimiento todo lo que dio durante el año.
Huevos, arvejas, lentejas, porotos, quinoa, maíz pelado, frutas, verduras y hortalizas, pan, bebidas, cigarros, hojas de coca, adornados con serpentinas de colores fueron algunas de las ofrendas.
Mama Quilla, y el resto de referentes originarios, fueron tomando en sus manos algunos de esos alimentos y entre oraciones y cánticos los pusieron sobre la pila de leños, que ardió.
Más tarde, el resto de la ofrendas fueron volcadas en el gran pozo en la tierra, en el que también derramaron agua, cerveza y vino, mientras rodeaban el pozo bailando y cantando.
La ceremonia fue acompañada por una orquesta de trompetas, trombones, tubas, y un cohesionado grupo de jóvenes de poncho y chulos (gorros con orejeras), que cantaban al unísono y saltaban.
"Pertenezco al pueblo colla. A la tierra le damos de comer porque ella nos da a nosotros", dijo Laura de sombrerito ovejudo y pollera vistosa, junto a otras mujeres, con los mismos trajes, ubicadas también en ronda.
Una vez que los líderes terminaron con la ofrenda, comenzó a acercarse el grueso de la concurrencia, que de dos en dos, fue volcando alimentos en el pozo, que se había cavado en el parque.
"En algún momento soñamos poder volver a recuperar lo que es nuestro: las tierras sin contaminación, las aguas sin contaminar y el aire limpio", redondeó Sala, como una manera de explicar el espíritu de la ceremonia ancestral.

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