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Boletín de Docentes de Base en el POP - Santa Fe/E. Ríos
Por Docentes de Base en el POP -
Wednesday, May. 29, 2013 at 1:59 PM
docentesdebase@yahoo.com.ar
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Superemos las trabas
burocráticas, las dilaciones y mentiras de las paritarias...
VOLVAMOS A
PONERNOS DE
PIE
Cientos de miles de trabajadores docentes en muchas
provincias del país hemos comenzado en pie de lucha el 2013
enfrentando el ajuste, hoy llamado eufemísticamente “sintonía
fina”, que planificado por el Gobierno Nacional y aplicado con
distintos matices por los gobiernos provinciales, no es otra
cosa que un sistemático plan de pago de la deuda externa a costa
de nuestros salarios.
Si bien mucha es la fuerza que pusimos en acción los
docentes de cada provincia, son muchos los recursos que la
patronal tiene a disposición y pone en práctica para
doblegarnos.
Así implementan desde la Ley de Asociaciones Profesionales
-inventada por Perón- que nos ordena cómo debemos organizarnos,
cuántos y cómo decidimos medidas de acción directa, y que nos
arroja como consecuencia estas organizaciones regimentadas,
llenas de trabas para luchar y burócratas enquistados en sus
sillones, obsecuentes de cuanto gobierno de turno haya, hasta la
Ley de Paritarias –vuelta a la luz en su versión aggiornada por
Kirchner- que nos impone quiénes, cuándo, y qué discutir con la
patronal.
Se hace necesario tener en claro cómo se combinaron
estos elementos nefastos para frenar los conflictos que se
venían desarrollando.
En primer lugar se presenta la gran puesta en escena de la
paritaria Nacional Docente. Se sientan el Gobierno Nacional y
los dirigentes de los sindicatos nacionales –CTERA, UDA, AMET,
CEA y SADOP- a negociar nuestro salario. En nuestro caso,
justamente la cúpula de CTERA, Estela Maldonado, Sonia Alesso,
yaskistas y por lo tanto exponentes del apoyo al Kischnerismo,
si los hay. Tal como si pusiéramos a dos lobos a cuidar las
ovejas. Pero por sobre todas las cosas, no hay engendro tan
mentiroso como la Paritaria Nacional Docente, porque tal como lo
expresa el mismísimo ministro Sileoni cuando da por cerrada las
negociaciones unilateralmente, “el Ministerio de la Nación sólo cumple una función
orientadora, no tiene la gestión directa de las 45 000 escuelas
ni de los 960 000 docentes que educan en todo el territorio del
país; esa responsabilidad corresponde a las autoridades de las
provincias y de la ciudad de Buenos Aires”. El sentido común haría que cualquiera se pregunte y
¿para qué se sienta entonces?. Sin embargo como estos tipos no
son cualquiera, para ellos el sentido común no cuenta. Lo único que vale son los
intereses que representan. Inventan el gran verso de la Paritaria Nacional para
mantener el control político sobre los trabajadores docentes y
no permitir que nuestros sueldos vayan un poco más allá de lo
que a la presidenta y los grupos económicos que representa les
conviene. Se sientan a fijar lo que Ministerio y burócratas de
CTERA llaman “salario testigo” o el “piso salarial”. De hecho,
el monto –acordado o no- que sale de este engendro, se termina
convirtiendo en el techo, en el tope que después pretenden
imponernos los Gobiernos Provinciales.
Este año los dirigentes de CTERA se sentaron a la
paritaria con el reclamo inconsulto del 30% que de por sí no
compensaba siquiera el deterioro que vienen sufriendo nuestros
magros salarios. Y después de un mes de discutir puntitos más
puntitos menos, Sileoni dio un portazo e impuso por decreto la
burla del 16% para marzo, lo que lleva el sueldo del que recién
se inicia a $3248, el 3% para setiembre-noviembre (sueldo
inicial de $3332) y el 3% para diciembre-febrero (sueldo inicial
3416). Esto es lisa y llanamente hundirlos en la pobreza
hasta el 2014 como mínimo.
En el marco de inflación creciente, con las bases de
muchas provincias resolviendo planes de lucha y las otras
organizaciones gremiales rechazando semejante propuesta, la
junta Ejecutiva de CTERA no tuvo más remedio que “rechazar”
también, pero fue la última entidad en expedirse, solicitando
hasta último momento el reinicio de la paritaria. Así forzado
por el contexto, el rechazo se convirtió en un paro de 24 hs. de
no inicio, una jornada de movilización y una campaña por una
nueva Ley de Financiamiento Educativo.
Mientras los docentes de Catamarca, Formosa, Santiago
del Estero, Mendoza, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco,
Buenos Aires, Neuquén, Santa Cruz y Tierra del Fuego llevamos
adelante planes de lucha con distintas medidas para lograr
torcer la política salarial de migajas en cuotas que pretenden
imponernos el Gobierno Nacional y los provinciales, CTERA sólo planteó un saludo a la bandera y una vez
más dejó que la docencia de cada provincia se arregle como pueda. Lo que es más grave aún, ni se inmutó ante la
represión brutal sufrida por los docentes que realizaban cortes
de ruta en Chaco, ni ante las agresiones y golpizas recibidas
por los docentes que tomaban Edificios de Rentas en Tierra del
Fuego. Todo el caudal de lucha de las bases docentes se dirigió
con distintos grados de profundización y prolongación en el
tiempo hacia los gobiernos provinciales. En algunas lograron
sortear los escollos burocráticos como en Tierra del Fuego que
siguieron la lucha parando el 23 y 24 de mayo o en Neuquén y en
Buenos Aires que sostuvieron hasta hace poco y que ya tienen
resuelto continuar. Otros pudimos seguir luchando hasta donde
nos dieron las fuerzas para resistir las trabas y trampas de las
burocracias cómplices.
En el caso de Santa Fe, la Comisión Directiva
Provincial celeste, hoy llamada Frente Trabajadores de la
Educación, con la Secretaria Adjunta de CTERA, Sonia Alesso a la
cabeza, cacareó no aceptar una propuesta totalmente insuficiente
pagada en tres escalones, para luego presentar como superadora
una propuesta muy similar, engañando a la base con porcentajes
ofrecidos inflados. Es decir, incluyendo dentro del aumento
sumas fijas que se pagaban por única vez. De esa manera lograron
desarticular el plan de lucha haciendo votar un 26,4 % que ni
remotamente es tal.
En Entre Ríos por ejemplo, el Congreso de AGMER ignoró
los miles de votos de los docentes por continuar la lucha y los
traicionó aceptando la misma oferta que se había rechazado a
nivel nacional con una ínfima diferencia de algún puntito que se
agregaría por antigüedad y que en lugar de en tres cuotas se
otorgaría en dos. Vaya con la diferencia…
Hoy estas burocracias provinciales que responden a la
misma línea política de la Junta ejecutiva de CTERA, siguen
sentadas en paritarias y comisiones técnicas discutiendo y
acordando a nuestras espaldas condiciones de trabajo, formas de
ingreso, fechas de concursos y traslados, el estado de los
edificios escolares y hasta el de los motores de las lanchas que
trasladan alumnos y maestros a las islas entrerrianas.
Cuestiones que no dejan de ser importantes, pero de lo más
importante, de lo que realmente debiera ocuparse una paritaria
en serio, es decir del salario, de cómo vamos a hacer para vivir
los que vivimos de nuestro trabajo, nada. Esa discusión está
cerrada hasta el 2014. No podemos permitirlo.
Las paritarias nacionales, las provinciales, las
traiciones y mentiras de las burocracias de CTERA y de los
sindicatos provinciales nos arrojan resultados nefastos: tiempos
de supuestas negociaciones otorgados a la patronal para dilatar
nuestras luchas; acuerdos de aumentos escalonados que jamás se
debieron permitir; y un mosaico de desigualdad salarial en todo
el país, en el que se oscila entre los más bajos $3248 ( Chaco,
Formosa, Jujuy, Entre Ríos, Misiones, Catamarca) y los que están
dentro de lo peor algo mejor ( Tierra del Fuego $5039, Santa
Cruz $4677, Santa Fe $4720, Córdoba $4180, Chubut $4237) por dar
algunos ejemplos, lo que aniquila el principio de igual salario
por igual trabajo.
Como trabajadores dispuestos a
defender nuestro derecho a una vida digna, debemos proponernos
enfrentar la ley de paritarias, superar las dilaciones, mentiras
y trabas que ésta nos impone. No permitir que las burocracias
sigan pactando permanentemente con los gobiernos en nuestro
nombre. El camino es confiar sólo en nuestras propias fuerzas,
organizarnos desde las bases para volver a retomar la pelea y
buscar todos los caminos para coordinar acciones con todos
aquellos que tengan voluntad de lucha.
Volvamos a ponernos de pie, por un salario igual al costo de la canasta familiar, hoy $11.000.