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Terés: “Tenemos una gran fortaleza y capacidad de lucha”
Por Equipo de Comunicación CTA Rosario - Monday, Jan. 13, 2014 at 11:31 AM

10 enero de 2014. Por Equipo de Comunicación CTA Rosario | En el marco del adelantamiento de la discusión paritaria, el Secretario General de CTA Rosario, Gustavo Terés, y el Adjunto, Gustavo Martínez, plantean las perspectivas para este 2014. Advirtiendo que los acuerdos cerrados entre gobiernos y dirigencia sindical “por arriba” serán respondidos en la calle, con firmeza y unidad de acción, los dirigentes sostuvieron la necesidad de defender el salario mínimo, vital y móvil e ir a una disputa nacional por una más justa distribución de la riqueza.

Terés: “Tenemos una ...
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Muchas veces, en el trajín de las disputas por el ingreso “la gente se olvida de dónde se viene”. Esta afirmación suele ser usada por los aplaudidores oficiales, pero los trabajadores y trabajadoras también tienen memoria. El innegable crecimiento económico que se vio desde el 2003 a la fecha no se generó sobre la base de una profunda reforma impositiva tendiente a una mejora en la distribución de la riqueza. Su pata fue la megadevaluación del 2002, que marcó una violenta transferencia de ingresos de los sectores más desposeídos al capital concentrado, combinado con el manejo oligopólico de sectores clave de la economía por parte de grandes capitales, buena parte de ellos extranjeros, que son a su vez los formadores de precios de la actualidad. No es casual que en el estrepitoso aumento de precios dado de 2001 a esta parte, hayan sido las ramas altamente concentradas las que explicaron la mayor parte de ese incremento.

El especialista Martín Schorr, apunta en sus estudios que “la relación entre salarios y productividad de 2012 está 20 porciento por abajo del nivel de finales del neoliberalismo. Pese a las mejoras dadas hasta 2007 hay una situación aún regresiva”. Y el escenario se mantiene hoy, con una inflación que carcome el poder adquisitivo de los salarios y que puso en escena la disputa paritaria antes de cerrar el año. Sobre esta realidad y sus perspectivas a nivel local y nacional hablamos con el Secretario General de la CTA Rosario y de AMSAFE Rosario, Gustavo Terés (T); y con el Secretario Adjunto de la Central y Secretario General de ATE Rosario, Gustavo Martínez (M).

- Se adelantó la discusión paritaria y es un tema de debate en todos los sectores de trabajadores. En este marco, ¿cuál es el posicionamiento y el plan de acción de la CTA Rosario?

T – Se adelantó la paritaria porque se profundizó la crisis económica que, en relación a los trabajadores, tiene un punto nodal que es el impacto de la inflación. Hay ajuste de salario vía inflación, una pérdida del poder adquisitivo que en los últimos 4 meses se aceleró generando situaciones insostenibles. El poder de compra de los salarios está realmente deteriorado. El dicho más popular en el barrio es que salís con 100 pesos y no compras más de cuatro productos.

En segundo lugar buscamos posicionarnos y advertir la derechización del gobierno de implementar política de ajuste poniéndole techo a la paritaria entre el 18 y el 20%, o el 24% de aumento propuesto por dirigentes sindicales amigos del gobierno que le hacen más el juego a las patronales que a los intereses de los trabajadores. El hecho de utilizar la variable de reducir inflación achicando salarios es un golpe brutal a cualquier desarrollo económico, lo que debería ser a la inversa para dinamizar el consumo interno. Con un aumento del 18% ningún compañero podrá tener una vida digna.

Acá se intenta resolver el problema con un acuerdo de precios. Pero en eso coincidimos con el compañero Nando Acosta, de la CTA Jujuy, que lo que hay que hacer es un gran acuerdo salarial que instale el valor del salario mínimo vital y móvil. Valor que, según los cálculos de los profesionales que dan el valor de referencia al Sindicato de Aceiteros de Rosario, es de $9700. Ese es el horizonte al que hay que apuntar.

Respondiendo al pedido de seriedad de esa dirigencia oficialista, les decimos que nuestra seriedad tiene que ver con el nivel de firmeza y participación que logremos de los compañeros para que esta discusión sea instalada en las asambleas. Hay que plantear un amplio canal de movilización unitaria que va a tener que tener una manifestación política en un paro nacional unitario que impugne a las políticas erráticas del gobierno nacional y las patronales.

- Martínez, hay un argumento esgrimido por parte de los actores que pretenden techar las paritarias que es que “el aumento de salarios genera inflación” ¿qué les responderías?

M – Lamentablemente ese argumento no se lo tenemos que andar respondiendo sólo a Cavallo, López Murphy o los muchachos de la Fundación Libertad, sino al Secretario General de ATE Santa Fe, Jorge Hoffman. Él planteó que si los trabajadores reclamamos un 40% de aumento vamos a ser los responsables de desatar una espiral hiperinflacionaria.

Hagamos la siguiente cuenta, sacando de lado a la gran cantidad de compañeros que cobran menos de $5000. Un trabajador que cobra esta suma y pide un incremento del 40%, llega a un salario de $7000, dos mil pesos por debajo de la canasta familiar de octubre de 2013.

Esa afirmación es una pavada, que tiene el agravante de ser argumento de un sector de la dirigencia de los trabajadores. Es una hijaputez. Hay bastante bibliografía sobre las causas que originaron el Rodrigazo, los procesos hiperinflacionarios de 1989, del 2001. Está claro que los responsables son los grandes formadores de precios, el gran capital y la concentración y no distribución de la riqueza. Estos procesos están impulsados por los poderosos de la economía, no por los trabajadores. El aumento de salarios no sólo no genera inflación, sino que es la única manera de que la democracia no sea solo una palabra, porque cuando los trabajadores hablamos de plata, hablamos de lo que hacemos con la plata, que es comprar lo que es la canasta de alimentos, la educación, la vivienda y no hay nada más legal que pelear por ese salario mínimo.

Con respecto al marco en que se dará la pelea, lo que se ve es que hay una gran pérdida de autoridad y respeto de los trabajadores respecto a los gobiernos. Los gobiernos que no han sabido mantener niveles de equidad e igualdad a trabajadores de un mismo sector lo terminan pagando. Aun sentimos el sabor amargo del pago del bono de fin de año, con $4000 para unos y $1000 para otros. La discriminación a los jubilados es algo imperdonable. Las reivindicaciones son para el conjunto de los trabajadores. El bono de fin de año que es un reconocimiento de que la situación está mal, no llegó a los que más lo necesitan.

T – Después de todos estos años seguimos manteniendo la exigencia del pago del 82% móvil para todos los jubilados y del otro lado la respuesta no sólo es no darlo, sino discriminar a ese sector de trabajadores pasivos.

-Viendo las actitudes que han tomado los gobiernos ante las exigencias de reapertura de las paritarias, ¿cuál es el panorama?

M - Hay una sucesión de mentiras que generan la pérdida de autoridad y respeto y que genera cada vez menos la expectativa de resolución y nos prepara para el conflicto. La campaña que AMSAFE, ATE y otros veníamos desarrollando en torno a las asignaciones familiares termina con una gran burla de gobierno provincial presentando públicamente antes de las elecciones que se aumentaron el 80%. Nadie aplaudió y cosechó repudios por abajo, porque resultó ser un incremento de $80, con una asignación mucho menor a las otorgadas en las demás provincias.

Si hay algo para decir para la próxima paritaria es que los docentes y estatales tenemos una gran fortaleza y capacidad de lucha: si hacemos una medida unitaria el gobernador no va a tener café, no va a tener quién abra la puerta de casa de gobierno. Ni hablar en las consecuencias en sectores como salud y educación. Para no desplegar esa fuerza el gobierno debe dar señales claras de que lo que se va a discutir es salario en su definición constitucional: el salario mínimo, vital y móvil.

- A esto se suma la no modificación del mínimo no imponible, lo que desde la CTA se llama “impuesto al salario”

T – En el aguinaldo le pegaron un golpe tremendo a los compañeros porque les cobraron impuesto a las ganancias. En un sector como el siderúrgico donde el 90% paga impuesto a las ganancias. Y en los talleres que trabajan alrededor de las siderúrgicas hay compañeros que cobran $5000. Los que están abajo, perciben un sueldo miserable y los que tienen un sueldo más acorde, terminan con parte del salario confiscado por este mal llamado impuesto a las ganancias, que es en realidad un impuesto al salario. Esto es una muestra del sector en el cual el gobierno decidió descargar la crisis. Porque en el sector registrado no se discute el salario mínimo y en los sectores precarizados, los salarios están en la línea de la pobreza. La eliminación inmediata del impuesto al salario sigue siendo una exigencia nodal.

- ATE Buenos Aires lanzó la advertencia de un plan de lucha desde febrero. ¿Cómo se perfila la situación en Rosario?

M – La sensación de los compañeros es que no se empieza una lucha, sino que se continúa. Lo que sí, claramente, en una nueva etapa. El gobierno está en condiciones de acordar ‘por arriba’ con una parte de la dirigencia. Lo que no está en condiciones es en pensar que ese acuerdo no va a derivar en un plan de lucha escalonado ininterrumpido durante todo el año.

- El sector de los docentes tiene una situación peculiar, dado que la dirigencia nacional ha adherido y hasta defiende un salario mínimo muy por debajo de lo que aquí se plantea

T - En el ámbito docente y con unidad de acción que se ha dado en el marco de la Central de Trabajadores, planteamos el fracaso de la estrategia de la dirección nacional de CTERA, oficialista al gobierno, centrada en poner un salario mínimo que fue más un techo que un piso para las provincias. Piso que antes se veía como techo claramente en cuatro provincias y hoy se extendió a muchas más, se habla de poco más de $3000. Esa estrategia terminó maniatando las luchas que se dieron en el interior. Por otra parte, cuestionamos enfáticamente a estas dirigencias sindicales provinciales que hablan de seriedad, de defender la democracia, que plantean que el salario es generador de inflación. Nada más alejado de la realidad y la visión de los compañeros. Si hay algo que no ha desaparecido es la contradicción capital – trabajo. A 30 años de la democracia y en una economía que tiene una situación internacional favorable, la discusión sobre la distribución del ingreso es una de las grandes deudas. Pero a esas deudas responderemos con firmeza, unidad y abriendo un canal de movilización para poner a los trabajadores como protagonistas y pelear en la calle por esa justa distribución del ingreso. Esta puja se dirime a lo largo y ancho del país.

- Además de los sectores ocupados hay amplios sectores, muchos organizados y partícipes de la CTA, que agrupan a personas desempleadas. ¿Cuáles son las exigencias inmediatas para ese sector?

M – En primera instancia, hay que destacar que, como los desocupados piden salarios dignos junto a nosotros, los trabajadores aprendimos a reclamar que debe haber una actualización inmediata de todas las asignaciones, de todas las políticas de seguridad social, que debe llegar inmediatamente el Plan Argentina Trabaja a Santa Fe. La solidaridad es el complemento central de toda lucha por una más justa distribución del ingreso. Tomando un sector que compartimos ATE y AMSAFE, recuerdo la creencia de (la ex Ministra de Educación de Santa Fe) Élida Rasino que los comedores escolares iban a desaparecer. Bueno, lejos de mejorar empeoró, y los gastos de funcionamiento de escuelas y hospitales, también unifica el reclamo con estos sectores.

El gobierno está en condiciones de pactar y cerrar acuerdos ‘por arriba’. Ahora, el gobierno y los sindicatos partícipes ya saben el costo que les han generado, el costo político que pagaron internamente. Pero también hay una experiencia de los trabajadores. El gobierno y las direcciones gremiales provinciales están viendo cómo presentan esos acuerdos. La recomendación es que no usen los términos “cláusulas gatillo”, “aumentos en cuotas”, que “no debe superar el incremento de la recaudación”, que a nadie se le ocurra plantear que tenemos que esperar al 1° de abril para cobrar el aumento. Salta a la vista que los acuerdos que se hagan deben contemplarse desde el 1° de enero. Hay un 70% de los compañeros estatales que tienen su salario comprometido, que no cobran lo que deberían porque han tenido que tomar créditos a raíz del deterioro del salario.

- ¿Más allá de los debates coyunturales, qué acciones apuntan como necesarias para ir camino a una más justa distribución del ingreso?

T- Además de las reivindicaciones antes planteadas, hay que ir camino a una profunda reforma fiscal que rompa con el actual esquema que es absolutamente regresivo. Los trabajadores no son los que deben tributar, sino los sectores de poder, los grandes grupos económicos.

Equipo de Comunicación CTA Rosario

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Terés: “Tenemos una gran fortaleza y capacidad de lucha”
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