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“El Estado abandonó a las 17 familias argentinas”
Por Fuente: Radio Salta - Wednesday, Feb. 26, 2014 at 4:21 AM

25/02/2014 | Los delegados de la organización del pueblo originario Kolla llegan hoy a la ciudad de Salta para que el Gobierno provincial aclare sobre la situación de las 17 familias argentinas que quedaron en territorio boliviano.

“El Estado abandonó ...
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“El Estado argentino no tomó ninguna precaución respecto del límite en Abra de Santa Cruz”, dijo contundente David Sarapura, miembro del Qullamarka.
Los delegados de la organización del pueblo originario Kolla llegan hoy a la ciudad de Salta para que el Gobierno provincial aclare sobre la situación de las 17 familias argentinas que quedaron en territorio boliviano.
Sucede que las decisiones sobre el nuevo establecimiento del límite internacional, en el departamento de Santa Victoria Oeste, las tomaron entre las cancillerías de ambos países y nunca se tuvo en cuenta la opinión de la comunidad originaria que habita ancestralmente la tierra.
“Acá se puso un mojón nuevo y le dijeron a la gente que es Bolivia y nunca tuvieron el consentimiento de la comunidad originaria; además eso es ir contra las leyes porque nunca fueron consultados”, dijo Sarapura.
Aseguró que toda la problemática sobre las cuestiones de límites sobreexpuestos o solapados, donde habitan comunidades aborígenes, serán puestos sobre la mesa ante el Ministerio de Gobierno de Salta porque las 17 familias kollas del Abra de Santa Cruz “quedaron vulnerables, al margen de toda decisión y avasallados en sus derechos humanos”.
Sucede que ninguna de las autoridades del Estado argentino tuvieron en cuenta a las familias que viven allí desde tiempos inmemoriales y que tienen la ciudadanía argentina desde hace al menos tres generaciones.
En noviembre del año pasado pusieron un nuevo mojón y de repente los argentinos viven en suelo boliviano.
Nunca antes, en al menos 90 años, ningún boliviano tuvo tierras ni vivienda en la zona.
Además hay que decir que siempre fueron reconocidos como argentinos, pues votaron en elecciones de nuestro país, se atendieron en hospitales y tuvieron todos los beneficios por el hecho de ser ciudadanos argentinos.
Amenazas
El 14 de febrero último hubo una reunión con autoridades bolivianas y, según las familias argentinas, los funcionarios del gobierno de Evo Morales estaban disgustados por las publicaciones periodísticas donde se mostraba la crítica situación de las familias argentinas.
Los vecinos volvieron asustados por las amenazas de expulsión y lo relataron ante las cámaras de este medio.
Sin embargo El Tribuno logró comunicarse con el secretario ejecutivo del Gobierno Autónomo de Tarija, Roberto Ruiz Bass Werner, quien llevó tranquilidad a las familias argentinas.
“De ninguna manera nosotros expulsaremos a las familias argentinas que quedaron en el lugar y vamos a respetar todos sus derechos y la propiedad de la tierra. Ellos deben aceptar la soberanía y vivir en función de las leyes bolivianas”, dijo Ruiz Bass Werner.
Respecto de la propiedad de la tierra dijo que deberán comenzar los trámites en el Instituto Nacional de Reforma Agraria de Bolivia.
Negó la presencia de militares en la zonas aunque aseguró que luego de las publicaciones “fue a la zona un grupo del Ministerio de Defensa de La Paz, en donde había algunos militares, para realizar un informe”.
Negó también cualquier tipo de amedrentamiento y llevó tranquilidad a los argentinos.
En el mismo sentido, el senador por Santa Victoria Oeste, Lino Flores, dijo que “no vamos a permitir que vulneren los derechos de los argentinos y el lunes de la semana que viene voy a ir al Abra de Santa Cruz para visitar a los vecinos y dialogar con ellos”.
De cualquier modo, la gente del Qullamarka está molesta con la grave ausencia de acción de los funcionarios argentinos ya que sostienen que toda acción de límites debe realizarse con el consentimiento de los originario, que preexisten a los dos Estados, y que se debería haber establecidos plazos para una adaptación a los cambios.
“Que los bolivianos se vuelvan”
La situación de 17 familias argentinas que viven en un territorio que empezó a considerarse boliviano en los últimos meses generó preocupación de legisladores nacionales, debates y llamados de atención, pero también expresiones xenófobas. En internet se abrió una página para pedir que los bolivianos que viven en Argentina “se vuelvan a su país”.
La web fue uno de los medios por los que más se difundieron opiniones de tono discriminatorio a raíz de las publicaciones de El Tribuno sobre el problema en la frontera norte.
El domingo se formó un portal denominado “Que se vuelvan a Bolivia”. “Esta página fue armada para dar apoyo moral a las familias que están pasando por un mal momento”, justifica la presentación del sitio.
“Estoy haciendo un ojo por ojo. Busco que la gente sepa lo que está pasando y aprovecho este medio porque tengo más de mil contactos. La colectividad boliviana no me hizo nada, pero tiene que sentir presión de nuestro lado”, dijo a este medio Alejandro Bravo, creador de la página.
El joven argumentó que su intención es difundir lo que está pasando con las familias de Abra de Santa Cruz, que viven en un territorio tradicionalmente considerado salteño pero quedaron del otro lado de la frontera argentina cuando se instaló un nuevo punto limítrofe y denuncian que las autoridades bolivianas ahora les piden tramitar una doble nacionalidad.
Alejandro Bravo consideró además que el contenido “no es xenófobo, porque ellos comenzaron y porque es una manera de apoyar a los salteños que están en ese lugar frente a lo que están soportando”.
Bravo, que dijo ser disck jockey, sostuvo que no busca “incitar a la violencia”. “Ellos son de otro país y, no por trabajar, dejan de serlo. Si Bolivia quiere que las familias salteñas se hagan bolivianas, nosotros podemos pedir que ellos se vayan de aquí”.
En la página web de El Tribuno, usuarios con perfiles anónimos publicaron numerosos comentarios que agredían a los ciudadanos del país vecino y no tenían relación con el debate por lo sucedido en Abra de Santa Cruz, en Santa Victoria Oeste.
“Acá deberían rajar a todos los bolivianos que vienen con una mano atrás y otra adelante, solo deben permitir el ingreso de gente profesional que pueda aportar algo al país. Inmigrantes que los mismos bolivianos desechan no tienen por qué tener entrada, no tenemos por qué hacernos cargo, tenemos muchos indigentes, la integración debemos dejarla para cuando haya abundancia”, señaló un lector que se identificó como “Juan Manuel”.
“¿No es suficiente que les demos hogar, los dejemos festejar sus fiestas religiosas tres meses seguidos y les regalemos el protagonismo con sus danzas en nuestros corsos?”, agregó una mujer que firmó como “Natalia”.
“Estamos yeno de boliviano, te das la vuelta y no hay uno si no tres construyendo para ariba, ello todo caparan ensima le dan a ello los terreno... que pasa basta de imigrante (sic)”, expresó “Paola”.
Funcionarios, en la mira
La inercia de los funcionarios argentinos fue denunciada por los vecinos y evidenciada a lo largo el proceso del establecimiento del nuevo mojón.
Fue tanta la desidia que ya se comenzaron a sugerir intereses espurios.
Como el caso de Ignacio Peloc, el exconcejal que dejó sus funciones en diciembre de 2013.
El nuevo hito se estableció en noviembre de ese mismo año; es decir, cuando Peloc estaba en funciones.
El exedil le dijo a El Tribuno que “no me di cuenta cuando pusieron el nuevo mojón”, a pesar de que vive a unos 2 km del lugar y que tiene a su papa ahora del lado boliviano.
Es más, cuando se realizó la reunión a la que asistió El Tribuno, el 17 de febrero, en la nueva escuela boliviana, él mismo redactó el acta en donde surgió una curiosidad.
Comenzó el documento diciendo que la reunión se daba en el marco de la “Comunidad Pucarita, cantón de Rejará, departamento de Tarija, Provincia de Arce, Bolivia”.
El que tampoco se enteró de nada, o nada hizo, fue el intendente Cástulo Yanque, aunque tiene la coartada de que Peloc le haya ocultado su repentina representación de las autoridades bolivianas.
El otro que estuvo ausente fue el senador Lino Flores.
Aunque el legislador tuvo la amabilidad de dialogar con El Tribuno y asegurar que está “preocupado para que nuestra gente esté bien”.
Dijo textual que “no sabía cuándo pusieron el mojón”, pero que ya había dialogado con el alcalde municipal de Padcaya, José Gutiérrez, quien le aseguró que no expulsarán a las familias de sus propiedades.
El senador anunció que también estará presente en la reunión de hoy, entre autoridades del Ministerio de Gobierno y los delegados del Qullamarka. “No vamos a permitir que vulneren los derechos de los argentinos y el lunes de la semana que viene voy a ir al Abra de Santa Cruz para visitar a los vecinos y dialogar con ellos”, prometió Flores.

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