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Quieren ampliar un country en un espacio de la memoria
Por Lorena Tapia Garzón / Info News - Thursday, Jun. 05, 2014 at 12:06 PM

En Tigre, familiares de Ana María Martínez, desaparecida durante la última dictadura militar, quieren declarar de interés general el sitio donde hallaron su cuerpo. Pero, según reveló El Argentino Zona Norte, el Frente Renovador mira para otro lado y apuesta al negocio inmobiliario.

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El lugar donde fue hallado el cuerpo de una de las últimas desaparecidas de la dictadura militar es territorio de conflicto. Es que la zona, ubicada en Punta Querandí -Tigre-, es además un sitio arqueológico con restos de pueblos originarios que podría convertirse en terreno de uno de los countries que se siguen propagando a su alrededor. Es por esto que la “Comisión de Familiares, Amigos y Compañeros del PST de Ana María Martínez”, militante desaparecida en 1982, presentaron un proyecto en el Concejo Deliberante para reconocer ese lugar como de “Interés Municipal” y “Espacio de la memoria”. Un proyecto que, temen, el Frente Renovador -FR- termine cajoneando.

Sucede que ayer, después de casi cuatro meses de haberlo presentado, familiares y amigos de Martínez tuvieron una reunión con los concejales de la comisión de legislación, interpretación y reglamento del Concejo Deliberante, en el que sintieron poco interés de parte de los legisladores del FR. “Ni siquiera habían leído el proyecto, nos hicieron preguntas sobre temas que estaban explicados ahí”, aseguró a El Argentino Zona Norte, Carmen Metrovich, cuñada de Ana María. Y relató que, salvo los tres concejales del Frente para la Victoria -FPV-, los del FR -que tienen amplia mayoría- se mostraron reacios en aceptar que en ese lugar se haya encontrado el cuerpo de la mujer, desaparecida a los 25 años, cuando estaba embarazada de pocos meses. “La concejal Verónica Camaño, que es hija de desaparecidos, nos dijo que no seamos egoístas, que ya tenemos un espacio de la memoria en Tigre, que podemos poner la placa de Ana María ahí”, relató, contrariada, en referencia al pequeño espacio que el municipio dejó del astillero Astarsa -del que desaparecieron 11 obrerosdurante la dictadura–, y que también fue invadido por otro gran emprendimiento inmobiliario llamado Venice.

“Todos los testimonios que recopilamos nos señalan que ese es el lugar, algo que está adjunto como prueba fehaciente en la investigación y que incluso está en todos los diarios de la época”, contó Pablo Merlo, de la comisión de amigos de Ana María. “Ellos tienen ahí sus intereses inmobiliarios, pero ese es un lugar histórico, no vamos a cambiar la placa de ahí; además hemos recabado nuevos testimonios que indican que ese fue un lugar donde se tiraban cuerpos de desaparecidos”, agregó la cuñada de Ana María.

Por su parte, el concejal del FPV, Federico Ugo, manifestó: “El municipio de Tigre tiene un claro interés económico sobre esas tierras, que resultan un pulmón de espacio público completamente rodeado de barrios privados”. Y denunció: “La empresa EIDICO está interesada en avanzar sobre Punta Querandí para expandir el ‘Complejo Villa Nueva’ y tiene comprobadas relaciones con Sergio Massa. Por eso hoy sus concejales no tienen la orden de reconocer el espacio, ni tratar seriamente el tema”.

Ana María Martínez fue secuestrada en la puerta de su casa, en la localidad de Villa de Mayo, de Los Polvorines -Malvinas Argentinas-, el 4 de febrero de 1982, cuando al salir a hacer una compra fue sorprendida por el ataque de un hombre que la arrastró hacia adentro de un auto, según relataron los vecinos que vieron el hecho. Su cuerpo fue hallado una semana después por unos chicos semienterrado en la calle Brasil y Canal Villanueva, localidad de Dique Luján, Partido de Tigre. Aún no se conoce con precisión de qué modo fue trasladada hasta allí, ni si Ana María fue asesinada en ese lugar, pero una vez que fue retirada de ese lugar la enterraron en el cementerio de Benavidez como NN femenino. Después de mucho andar, la mamá y el hermano de Ana María consiguieron recuperar el cuerpo y enterrarlo en el cementerio de Mar del Plata, de donde era oriunda. Su caso todavía está impune, y es Pablo Llonto, periodista y abogado de Derechos Humanos, quien está llevando adelante la investigación.

Reclamo originario

El avance de los grandes emprendimientos inmobiliarios en Punta Querandí, Tigre, preocupa a vecinos y organizaciones porque podría perjudicar un espacio público que conserva restos arqueológicos indígenas de mil años de antigüedad. El Movimiento en Defensa de la Pacha, que también está acompañando a la “Comisión de Familiares, Amigos y Compañeros del PST de Ana María Martínez” -ver nota central-, viene reclamando desde 2009.

Según denuncian, este predio, que supo ser una parada intermedia del Ramal 56 del Ferrocarril Mitre -KM 4 de Punta Canal-, y que, por ser lindero al río, es utilizado por la comunidad para bañarse y pescar, pretende ser anexado por la empresa EIDICO al Complejo Villa Nueva, formado por 11 countries náuticos, terreno que comprende nada menos que 850 hectáreas. Valentín Palma Callamullo, del Movimiento en Defensa de la Pacha, relató que el avance de la empresa está detenido por un amparo judicial, y que originalmente eran cuatro kilómetros los pertenecientes a Punta Querandí. “De esos cuatro kilómetros, el 93 por ciento fue destruido por el avance de la empresa y ahora es un canal privado”, relató. Y contó que la empresa tiene un boleto de compraventa sobre el territorio, pero que no fue escriturado por el Estado. Del Movimiento forman parte miembros de distintos pueblos originarios -kollas, quechuas, aymaras, guaraní, toba-qom, wichí-, además de vecinos, ambientalistas, comunicadores y docentes. En 2010 instalaron un acampe en el lugar para resguardarlo y hasta tuvieron que enfrentar el avance de las topadoras, contaron a EAZN.

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