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Paritarias techadas y un nuevo paro nacional
Por La Izquierda Diario - Sunday, May. 17, 2015 at 10:15 AM

Domingo 17 de mayo de 2015 | Desde el oficialismo se silencia la crisis del progresismo que impone la sciolización y el fin anticipado de un kirchnerismo fuera del poder. La oposición toma nota. Ambos silencian que las paritarias techadas y la economía en recesión se expresarán en nuevo paro nacional. A la izquierda del gobierno, hay cada vez más espacio. El Frente de Izquierda también toma nota.

Paritarias techadas ...
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Sebastián Quijano

Las corpos que vos matasteis gozan de buena salud

La semana política retuvo un foco de atención en la batalla entre el gobierno y la Corte Suprema de Justicia.

El gobierno buscó el eslabón débil de Fayt con el objetivo de forzar su renuncia, o el desgaste suficiente, como para forzar una negociación política que habilite los dos tercios necesarios para incorporar nuevos jueces a la menguada Corte.

Este objetivo es cuestionado desde la oposición republicana y de derecha. Como no podía ser de otro modo, es Joaquín Morales Solá quien en La Nación empuña la defensa más cerrada: “Cierta resignación es fácilmente perceptible en la Corte Suprema de Justicia. Ya no espera nada de un gobierno dispuesto a ordenar la inhumana cacería de un anciano, pero le teme a la indiferente superficialidad de los que se postulan para sucederlo”.

Resulta conmovedor ver al editorialista de Mitre derramar lágrimas por Fayt, y más aún hablar de las similitudes del actual gobierno con las últimas dictaduras militares. No parecía tan sensible el mismo editorialista mientras esas dictaduras ordenaban “inhumanas cacerías” contra treinta mil jóvenes y trabajadores. Tampoco se percibe el republicanismo del que suele ufanarse al ver una Corte Suprema con cuatro de sus cinco miembros y uno de ellos luciendo evidente dificultad para las funciones más básicas.

Pero también es cuestionado desde la vereda oficialista, nada más y nada menos, que por Horacio Verbitsky, quien abrió la puerta para este nuevo enfrentamiento: “el artículo 7 del mismo reglamento niega a la comisión la iniciativa para promover el juicio político y el 8 define los requisitos que debe tener la denuncia para que pueda formalizarse el expediente. En este caso no hay denuncia sino un pedido de evaluación presentado por el ex senador Aníbal Fernández.

El reglamento del Senado es modificable y alguien podría presentar una denuncia contra Fayt (...) Por eso cuando me preguntaron por la convocatoria de la Comisión respondí que sólo sabía de esa posibilidad por los diarios y que recién si me citaran evaluaría qué hacer, porque me parece un procedimiento irregular que colisiona con la Constitución.”
Pero la verdadera impotencia kirchnerista reside en el fondo de la cuestión. Ha renunciado una y otra vez a enfrentar a esta corporación. El “partido judicial” actuó y creció bajo el amparo oficial durante los últimos años. Las disputas no superan por ahora los choques en las alturas y todo se encamina a la negociación.

La elección y remoción popular de todos y cada uno de los jueces del país, la remoción de aquellos que juraron en la última dictadura, la imposición de salarios iguales a los de cualquier trabajador y la eliminación de cada uno de los privilegios de casta aristocrática, son demandas democráticas básicas sobre las cuales el kirchnerismo hizo y hace prolijo silencio. Solo el Frente de Izquierda las ha planteado de manera sistemática.

A la izquierda del kirchnerismo…

Otro silencio ensordecedor en Página 12, es la enorme crisis que se comienza abrir en el espacio que se referencia en los aspectos progresistas que se adjudica el kirchnerismo.

Cristina Fernández pidió un “baño de humildad” a los candidatos que no tienen chances competitivas. De inmediato, tres candidatos del “núcleo duro” desistieron de la contienda. Solo competirán en la interna del FpV, Scioli y Randazzo.

Esto es un duro golpe que aún los oficialistas no se atreven a procesar y por eso Ailín Bullentini describe, describe una apoteósica asamblea de Carta Abierta en apoyo a Randazzo tratando de generar alguna mística para quien es un heredero legítimo del menemismo y el duhaldismo, el “Scioli kirchnerizado” que tanto sueñan desde las cumbres oficiales.

La obsecuencia oficialista sin límites parece que ha logrado casi lo impensable, que Clarín y La Nación, digan cosas interesantes.

Así, Julio Blanck se permite dar en el clavo: “El kirchnerismo insiste en proclamarse renovador de la política, pero sus posibles sucesores son Scioli, nacido en el laboratorio menemista de los ahora aborrecidos años 90, y Randazzo, surgido de la factoría del más puro y tradicional aparato peronista bonaerense. Y ni qué hablar de los aspirantes más firmes hoy a gobernar la Provincia: Aníbal Fernández y Julián Domínguez son dos productos del duhaldismo original que han evolucionado notablemente, pero sin renegar nunca de su origen. Scioli, Randazzo, Aníbal y Julián conforman un indigerible combo electoral para los “progres”, pe-ronistas o no, que todavía entran en éxtasis con el relato”.

Ricardo Kirschbaum completa el bombardeo en el eje de flotación progresista: “Los kirchneristas que creían que con Cristina habían asaltado el Moncada están pasmados. Deberán optar entre Scioli y Randazzo, dos exponentes del peronismo tradicional, afeites más o menos. Es decir, deberán votar a la “derecha”, por usar su propia fraseología (...) El final de Cristina la encuentra sin sucesor confiable. Tras 12 años de ejercicio intenso del poder, la sucesión se dirimirá entre un gobernador resistido y un ministro que viene del mismo palo”.

Verdaderamente es un gran esfuerzo el que se busca diariamente en Página 12. Hacer pasar esto por una muestra de la fortaleza presidencial no es tarea fácil.
Lo cierto es que “el baño de humildad” es el fin de la primera etapa de las PASO, unas que no se definen con el voto popular, pero con igual trascendencia a la hora de contabilizar los porotos de la relación de fuerzas al interior de un entramado político.
Esas “pre PASO” que se jugaron en el terreno mediático y el virtual mundo de las encuestas dio algunos primeros resultados.

El primero es que los espacios que compiten por la presidencia se polarizan cada vez más entre Macri y Scioli, licuándose Massa que paga los costos de no ser ni tan opositor ni tan oficialista. La discusión es a dónde irán los candidatos y los votos del tigrense. Los candidatos se preocupan por su territorio, estrategia coherente para el propio Massa si hubiese decidido bajar a la provincia, pero con cada deserción, parece que se le escapa esta tortuga también. Los votos se especula que irían en su mayoría hacia Scioli (60% según Poliarquía Consultores y 41,9% según Management & Fit).

El segundo, es que pese a los intentos por hacer valer la imagen positiva de Cristina, “su centralidad y liderazgo indiscutido” y, pese a la kermese de pre candidatos núcleo duro, no sumaban ni 7% de intención de votos (casi 10% si siendo generosos ubicamos a Uribarry en este tándem).

Esto indica que en estas “pre PASO”, la ilusión progresista ya ha sido derrotada. Las opciones son el noventista Scioli o el “portador sano”, ex menemista y ex duhaldista, Randazzo. Peor aún si todos los caminos conducen más temprano que tarde a Scioli.
Esta realidad ha llevado ya al Movimiento Evita y Recalde de La Cámpora a decir que: “No estoy con Scioli ni con Randazzo, soy kirchnerista”.

Esto es un elemento aún poco mesurado. En el juego del relato y en anti relato parece que nadie quiere pensarlo. Pero la izquierda tiene la obligación de hacerlo. Es ella la posible tributaria de esta crisis de identidad que están atravesando los sectores progresistas, que depositaron sus esperanzan en tal o cual aspecto de este ciclo. La histórica elección de Nicolás Del Caño en Mendoza da muestra de ello. Las elecciones de hoy en Salta, donde el Frente de Izquierda tiene su segundo bastión puede ratificarlo.

Paritarias techadas y un nuevo paro nacional

Pero esta profunda crisis del progresismo (que no solo afecta al kirchnerismo sino también al “socialismo” santafesino) tiene profundas raíces, y actores sociales que también se silencian desde las editoriales, en este caso de manera mancomunada entre oficialistas y opositores.

Aunque la diáspora opositora y la polarización con Macri sigue fortaleciendo electoralmente una transición ordenada hacia un pos kirchnerismo sciolista, la economía nacional se mantiene en recesión. El endeudamiento nacional “a tasas chinas” ayuda a que esta no descalabre y se traduzca en despidos masivos.
Alfredo Zaiat se esmera en mostrar las bondades del ministro de economía Axel Kicillof. Pero 2014 fue un año de duros ataques y ajustes. A la brutal devaluación de principio de año se le sumó una inflación del 35% con paritarias promedio del 30%. La puja actual por imponer techos del 27% a las paritarias cuando ya hay una inflación estimada del 30% es la continuidad del ajuste en cuotas. Los cambios cosméticos a “la tablita de Machinea” del impuesto al salario y su remplazo por “la tablita de Kicillof” no alcanza para tapar el sol con las manos.

Los líderes burocráticos de todas las centrales sindicales perciben cada vez más bronca en las bases obreras. El ultra oficialista Caló lo dice con todas las letras: “los muchachos me quieren colgar del Obelisco”. Y no es para menos. El sueldo de bolsillo que pretende negociar para su gremio, y que el gobierno y las patronales le niega, es de $6.200. La mitad de lo que necesita una familia para vivir.

Los aceiteros del cordón industrial del sur santafesino llevan dos semanas de una durísima lucha el polo oleaginoso más importante de América. Pretenden romper el techo salarial y exigen un 42% para igualar la canasta familiar. Es una pelea testigo y el lunes, desde el Frente de Izquierda se hará presente una delegación en apoyo a la movilización que preparan.

En este trasfondo la dirigencia del transporte y ahora también Moyano, convocan a un nuevo paro nacional para la primer semana de Junio.

Como en cada uno de los anteriores, la izquierda cumplirá un rol destacado. Al peso sindical que fue conquistando de 2008 a la fecha, se le suma cada vez más, un mayor protagonismo político. Se destaca en ambos planos la actividad del Partido de los Trabajadores Socialistas, por el protagonismo en la organización y lucha obrera, y por el rol de sus parlamentarios en las legislaturas y las calles.

Conquistar la simpatía y apoyo de amplios sectores que se desilusionan aceleradamente con la culminación derechista del gobierno K, es un desafío que se redobla. Hacerlo desde la fuerza social de los trabajadores, las mujeres y la juventud con la independencia política que nos ha caracterizado es la apuesta del PTS. Porque a la izquierda del kirchnerismo… está el Frente de Izquierda.

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