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Pimentel fue recibido por Scioli, pero no lo atendieron en la Casa Rosada
Por La Retaguardia -
Tuesday, Jun. 09, 2015 at 9:09 PM
Lunes, 8 de junio de 2015 | (Por La Retaguardia) En los últimos días, Pablo Pimentel, referente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza, fue recibido por el gobernador bonaerense Daniel Scioli a quien le pidió justicia para Gabriel Blanco y le detalló las amenazas que viene sufriendo su organización y su familia. Una semana más tarde, estuvo junto a referentes del acampe Qopiwini y Adolfo Pérez Esquivel durante más de 5 horas frente a la Casa Rosada esperando una reunión con algún funcionario nacional que no fue; luego participó de una charla que debió realizarse en calle, fuera de la Universidad de Florencio Varela y no en su salón de actos como estaba previsto, porque el rector no estaba de acuerdo con que la palabra “escrache” que figuraba en la convocatoria. Sobre cada una de estas actividades dialogamos con Pablo Pimentel en la última emisión del programa de radio La Retaguardia.
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Pimentel, entre Scioli y Carlotto (Foto: Sec. de dd. hh. de Buenos Aires)
Un rato con Daniel Scioli
Durante el acto de cierre de la marcha que se realizó por las calles de La
Matanza el 18 de mayo pasado, en apoyo y solidaridad con la APDH La Matanza, Pablo
Pimentel hizo responsable al gobernador bonaerense, entre otros funcionarios,
por lo que pudiera pasarle a él, a su familia y organización ante las permanentes
amenazas y agresiones de parte de conocidos de los policías detenidos e involucrados
en el crimen del joven Gabriel Blanco.
“La reunión hay que agradecérsela a Horacio Verbitsky que nos había escuchado
una semana antes de la actividad, que le contamos lo que estábamos viviendo en
La Matanza, los compañeros de la Asamblea y mi familia involucrada. Horacio se
lo cruzó a Scioli en un acto en la ESMA, y después me llamaron del CELS (Centro
de Estudios Legales y Sociales, que preside el propio Verbitsky) para decirme
que el gobernador nos iba a atender el jueves 21 de mayo y así fue. En cuanto
a lo que dije en el acto, por supuesto lo mantengo en todos los casos, cuando
sucede algo hay un responsable que es quien está a cargo del Poder Ejecutivo y
todas las áreas que tiene a su cargo”, afirmó
Pablo Pimentel en diálogo con La Retaguardia.
En relación al encuentro que mantuvo con el mandatario bonaerense, el referente
de la APDH La Matanza relató: “apenas nos sentamos y empezó la reunión, Scioli
nos dijo ‘quiero decirles que me solidarizo y me hago cargo de todo lo que pase
en la provincia, yo soy el responsable’. La verdad que tengo que reconocer que
nos impresionó bien, porque es lo que debe ser, no esquivarle justamente a algo
que es grave para nosotros y que tiene una matriz que es el no control justamente
de la policía, y la que no la controla es la política y quien está a cargo de
la política ejecutiva de la provincia es Daniel Scioli. En la reunión éramos 14
compañeros de la Asamblea, estuvo también Teófilo
Blanco, papá de Gabriel, que fue quien habló primero y contó detalladamente
todo el calvario que vivió su familia y sobre todo Gabriel, y la verdad me impresionó
porque pidió por los nosotros, dijo ‘yo quiero justicia, pero también quiero que
protejan a esta gente, que nos ayuda a los pobres para que tengamos justicia y
no haya impunidad’. Teo es un hombre que tiene un dolor muy grande y tiene una
bronca que la está transformando en lucha pacífica, respetuosa de la ley, y que
diga eso… realmente hay que ponerse de pie ante nuestros hermanos pobres porque
nos dan lecciones y ejemplos todos los días. Después hablamos nosotros, le conté
la situación más o menos pormenorizada y rápida porque él había dicho que se tenía
que ir, y es cierto porque tenía la inauguración del Centro Cultural Néstor Kirchner
en el viejo correo. Él se quedó 15 minutos, pero después estuvimos una hora charlando
con Guido Carlotto”.
En relación a los temas puntuales que se trataron, Pimentel especificó: “era tan
poco el tiempo y había algo ahí que nos cruzaba a todos los que estábamos que
era primero justicia por Gabriel, nosotros queríamos garantizar que el debate
oral cuando se llegue esté supervisado, que tenga veedores de un montón de lugares,
y a Scioli le pedimos que mande veedores de distintas áreas que tienen que ver
con la justicia de su gobierno y con derechos humanos. En realidad no pudimos
profundizar la matriz de todos los problemas, de lo que le ha pasado a Gabriel,
a Luciano y a tantos jóvenes de la Provincia de Buenos Aires. Eso está pendiente,
difícil, dios quiera que se pueda dar y lo genere Guido Carlotto que es el secretario
del área (Derechos Humanos) y podamos debatir con la gente de seguridad, con el
comisario (ministro de Seguridad de la provincia, Alejandro) Granados, pero no
pudimos hablarlo en esos términos porque no daba el tiempo y no queríamos desviar
el foco real, que era la preocupación que teníamos todos nosotros por lo que estamos
viviendo, y justicia para Gabriel. Enfocamos en esas dos cosas, y dejamos otros
títulos para que se desarrollen para un próximo encuentro, le pedimos una intervención
inmediata, rápida con (Hugo) Bilbao que es de Medio Ambiente de la provincia (presidente
del Consejo Federal de Medio Ambiente y titular del Organismo Provincial para
el Desarrollo Sostenible-OPDS) por una cantidad de familias que están sufriendo
una contaminación brutal con enfermedades muy graves en una zona de González Catán,
a la que le decimos la parte de Klaukol, que es una de las 7 empresas que contaminan,
y ello sumado al viejo Ceamse que todavía siguen enterrando basura y eso sigue
contaminando con basura desde hace 39 años que fue cuando la dictadura lo empezó.
Otro tema que dejamos fue que por favor supervisen la investigación del asesinato
de Federico Cabrera que es un joven que veníamos acompañando, se había recuperado
de su accionar delictivo, había salido de la cárcel y había generado todo un trabajo
de organización en su barrio, y lo mataron narcotraficantes vinculados con la
policía”.
Otra de las actitudes de Daniel Scioli que sorprendió a la APDH fue que los volvió
a convocar para una semana antes del juicio por el crimen de Gabriel Blanco: “nos
dijo ‘los quiero recibir y hacerlo público’, eso también nos impresionó bien.
Muchos decían que es porque están en campaña, es cierto, pero los pobres, los
que están buscando justicia no están en campaña y quieren justicia, entonces creo
que es algo que va a servir para que no haya impunidad y que estos señores que
se han valido de la cobardía de intimidar, amenazar, de agarrar a los más débiles
sepan que por lo menos el gobernador va a estar atento a este debate”.
Rebotando en la Casa Rosada
Pérez Esquivel gestionando un ingreso que no sucedió. Le ofrecían ingresar solo y se nego. (Foto: Marcelo Velis) |
El viernes 29 de mayo, integrantes del acampe Qopiwini, que agrupa a referentes
de las comunidades originarias de Formosa que se encuentran desde febrero de
este año en una carpa instalada en pleno centro porteño; el Premio Nobel de
la Paz Adolfo Pérez Esquivel, y el propio Pablo Pimentel estuvieron durante
más de 5 horas en Plaza de Mayo esperando que algún funcionario los recibiera
en la Casa Rosada y escuchara los reclamos de los hermanos originarios, pero
esto no ocurrió.
“Yo por lo menos me fui muy enojado –comentó Pimentel a La Retaguardia–, no
porque no me recibieran a mí y estuviera 5 horas parado porque es el accionar
que tiene que tener el militante, pero me dio vergüenza ajena por los hermanos
originarios, por un hombre de 84 años que le sigue poniendo mística a su militancia
que es Adolfo Pérez Esquivel, y después de haber hablado con el secretario del
secretario del secretario, y con un asesor de Aníbal Fernández, un tal Luciano,
que nos decían que esperáramos que ya salía Fernández de una reunión y le preguntaban
si él nos podía recibir o definía quién lo hacía... entonces estaba ahí picando
la esperanza de que nos recibieran”.
Pimentel además criticó el maltrato recibido durante su espera frente a la Casa
Rosada: “fue de parte del personal de lo que vendría a ser los que reciben notas,
no nos dejaban pasar a dejar la nota, todo a través de la reja. Qué bronca que
nos dio que tuve que poner un ejemplo que a mí me vino a la memoria. Una vez
que acompañé a Adolfo Pérez Esquivel, a Eduardo Pimentel, mi padre, a Aldo Etchegoyen,
al rabino Marshall Meyer, a Monseñor (Federico) Pagura, era plena dictadura,
año 1978, íbamos a entregarle un petitorio a (Albano) Harguindeguy que era el
ministro del Interior por una cantidad de exigencias y entramos libremente,
pasamos, nos recibieron la nota. Y esto lo tuve que decir, no puede ser que
en un Estado democrático, en un gobierno nacional y popular, y si alguno lo
quiere tomar con chicana que lo tome como tal, pero un gobierno que se ha destacado
justamente - dicho por ellos - en esta década de los derechos humanos, no puede
ser que dejen afuera a cualquier ciudadano. Esto se lo tuve que decir al jefe
de Seguridad, que tiene la camiseta puesta... está bien, recibe órdenes”.
“Han puesto rejas pero no para abrirlas –continuó Pimentel–. Si no quieren que
les rompan la Casa Rosada por lo menos que pasen civilizadamente, que reciban
a la gente, pero tampoco. Adolfo (Pérez Esquivel) salió muy enojado y dijo que
iba a hacer un escrito, una carta pública abierta, y que luego irá al Inadi
porque hay que radicar dos denuncias, una por maltrato y otra por discriminación”.
De todos modos, el referente de la APDH aclaró que no es la primera vez que
algo así les pasa a los hermanos originarios: “a mí se me había ocurrido mandarle
una carta o un tweet, con todo respeto, a Cristina (Fernández) para decirle
que cambie todos y todas por algunos y algunas; ya está... no puede decir todos
y todas, en serio, ella trabaja para algunos argentinos y algunas argentinas.
Yo realmente salí muy ofendido, se lo hice saber a un funcionario de alto rango
con quien por otras circunstancias me reuní, y le dije que la verdad era inconcebible
que a esta altura del avance democrático y en un gobierno que arrimó más el
bochín que otros en acciones populares, sacando al peronismo de los dos primeros
gobiernos de Perón y Evita, que deje afuera a militantes populares y a hermanos
originarios, la verdad fue un cachetazo para los pobres, de vuelta. Ese símbolo
de las rejas en la Plaza que se puso a partir del año 2001 simboliza claramente
el nivel de pobreza e indigencia que nuestro país tiene, esa es la medida, es
la valla que está pasando la Pirámide. El día que no esté esa valla seguramente
será que los políticos estarán tranquilos porque hicieron las cosas bien, hasta
ahora no lo hicieron. Un gobierno no se puede llamar exitoso mientras haya un
30% de pobreza”, aseveró.
Florencio Varela
El mismo viernes 29 de mayo, Pablo Pimentel fue invitado junto a Norita Cortiñas,
de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, entre otros, a participar de una
charla en el marco del lanzamiento de la campaña “Si no hay justicia hay escrache”,
que apunta a concientizar y reclamar la apertura de archivos sobre desaparecidos
en Florencio Varela, acompañar la investigación sobre 20 personas enterradas
como NN en el cementerio municipal. La actividad iba a realizar en una de las
aulas de la Universidad Nacional Arturo Jaureche, pero el rector de la institución
se rehusó y la charla debió llevarse a cabo en la calle.
“La actividad era organizada por el Centro de Participación Popular Monseñor
Enrique Angelelli , con José Luis Calegari a la cabeza y un grupo maravilloso
de gente y una mesa que componen distintos sectores de partidos políticos, sindicatos,
organizaciones sociales, jóvenes, con la Comisión por la Memoria local. Nos
avisan que el rector de la Universidad de Florencio Varela no autorizaba porque
no estaba de acuerdo con la palabra ‘escrache’, entonces la actividad se hizo
igual en la calle, prepararon una carpa fabulosa con una pantalla donde pasaron
también documentales. Nosotros con Norita llegamos tarde porque veníamos del
cierre de la Cumbre de los Pueblos Indígenas, pero se hizo igual y Norita dijo
que le parecía muy mal que el rector no haya permitido a la comunidad entrar
al aula de actos para poder hacer esta actividad en la que estaban todos los
familiares de detenidos desaparecidos, hermanos, pidiendo que se reactiven los
juicios. En esa localidad conviven aún en el poder gente que estuvo durante
la dictadura, gente que estuvo en los grupos de tarea, y los sobrevivientes
y familiares se tienen que ver en los bares, en las plazas de Florencio Varela
con estos represores; realmente la Comisión tiene una tarea muy buena, es realmente
gente muy seria, muy honestos y todo a pulmón autogestivo, muy parecido a lo
que hacemos en La Matanza. En conclusión, no autorizaron a hacerlo adentro,
entonces lo hicimos afuera”, explicó Pimentel en un diálogo con La Retaguardia
donde recorrió algunas de las múltiples actividades y luchas de las que forma
parte diariamente junto a su organización, la APDH La Matanza. La suerte fue
dispar: un gobernador los atendió, un ministro nacional los ninguneó y una Universidad
Nacional se asustó. Para jugar de visitante, no parece tan mal el resultado.
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