Julio López
está desaparecido
hace 6448 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Mentiras impiadosas: para algunos medios conviene ir a prisión que jubilarse
Por El Zumbido - Wednesday, Jul. 29, 2015 at 12:27 PM

27/07/2015 19:31 | “Insólito”, titula Perfil y replica en la región Río Negro, “un preso gana más que un jubilado”. Se trata de un análisis que cuestiona la suba del salario mínimo vital y móvil aplicada a los sueldos de las y los presos que trabajan. “Están presos pero con más plata que un jubilado”, mienten un par de líneas más abajo.

Mentiras impiadosas:...
carceles.jpgpynq1s.jpg, image/jpeg, 640x356

El diario Perfil se dedicó a analizar un aspecto interesante de la suba del salario mínimo vital y móvil: qué va a suceder con las remuneraciones de las personas privadas de su libertad. El diario Río Negro, para no ser menos, replicó.

El SMVM pasará escalonadamente de $4716 a $6060 pesos de aquí a enero del 2016. “Lo insólito de la información”, remarcan los medios, “es que ahora los presos cobran más haberes que los jubilados” y como no es lo suficientemente escandaloso recuerdan que una persona presa “no paga comida, ni luz, ni gas, ni ningún servicio”.

En las notas no se aclara qué sucede con el dinero que las personas privadas de su libertad perciben por trabajar (sí, por trabajar, ya que no toda presa y preso tienen un sueldo, sino solo aquellos que trabajan, lo cual no es para nada sencillo, puesto que el sistema está plagado de trabas para que eso suceda).

En principio, la trabajadora o el trabajador privado de su libertad solo tiene como sueldo el mismo monto que el del salario mínimo, vital y móvil si trabaja para una empresa privada. En caso de que trabaje para el Estado es de la tercera cuarta parte del monto fijado.

Por otra parte, del 100% de ese valor, el 10% es destinado a la víctima (o familia de la víctima) del conflicto por el cual está privado o privada de su libertad. El 35% va a su propia familia. El 25% queda para “costear los gastos que causare en el establecimiento” (es decir que parte de lo que “gana” vuelve al mismo sistema carcelario). Solo el 30% es para el preso o la presa, dinero del que además no puede disponer, sino que queda guardado en un fondo para cuando salga de prisión.

Lo anterior deja en evidencia no solo que es tendencioso, sino que es una mentira explícita acusar que “un preso tiene más plata que un jubilado”.

En todo caso, habría que preguntarse por qué un jubilado y una jubilada ganan tan poco, por qué el costo de vida es tan alto, y, por supuesto, por qué hay personas privadas de su libertad, que no tienen por qué ganar menos que nadie, aunque la realidad es que sí sucede, entre otras tantas cosas. Y recordar que las cárceles están pobladas por pobres, dato que las corporaciones mediáticas suelen pasar por alto o usar como recurso para profundizar la estigmatización.

agrega un comentario