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Nueva reunión por la Línea 60 pero dudan de acuerdo
Por Diario BAE - Monday, Aug. 03, 2015 at 3:10 PM

Lun, ago 3 2015 | Por Luis Autalán

Nueva reunión por la...
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Inmersos ya rumbo al segundo mes de conflicto, los choferes de la Línea 60 y los empresarios de Monsa, integrante del Grupo Dota, mantienen algo más que una pulseada mientras más de 200 mil pasajeros aguardan el desenlace y la rehabilitación del servicio. Hoy volverán a encontrarse con el ministerio de Trabajo de la Nación como mediador y escasas chances de llegar a una solución. Desde hace semanas el Gobierno considera que los ingredientes de este cóctel distan de ser los apropiados para encaminar una disputa. Por un lado la comisión interna de los conductores, enfrentada a la UTA de Roberto Fernández, con perfil propio y adhesión de sectores de izquierda elevaron la vara para obtener lo que consideran una “victoria emblemática”. Frente a ellos, la patronal, a los ojos de la cartera laboral, tampoco presenta una “vocación de diálogo” o fluidez encomiable o sobre bases de literatura en recursos humanos. Mucho menos luego de que las cámaras patronales los respaldaran en solicitadas públicas.

El factor económico tiene impacto de alto rango. El ministro de Transporte, Florencio Randazzo, resaltó días atrás que Monsa “no está percibiendo los subsidios” del Estado, lo cual jaquea cualquier estrategia patronal.

Trabajo dispuso como negociador a un hombre de bajo perfil y plena confianza de Tomada, el jefe de Gabinete de asesores, Norberto Ciaravino, quien trabajó todo el fin de semana sobre esta cuestión. Luego del encuentro del sábado, la distancia entre lo pretendido por la interna de la 60 y el borrador de un “acuerdo posible” se quedó casi como una hoja en blanco. Sin perjuicio de que la lista de reincorporados se elevó a 50 conductores de los 53 cesanteados. Los tres choferes fuera de la zona de exclusión, explican tanto la empresa como Trabajo, ya “judicializaron su reclamo”. Antes de los incidentes del miércoles en la autopista Panamericana, eran 47 asalariados los que la empresa estaba dispuesta a emplear de nuevo. No es el único escollo. Fuera de los términos “de manual” donde se zanjan diferencias, los delegados pretenden asegurarse “antes de cualquier rúbrica” el cobro de los salarios caídos durante las seis semanas que se desataron “las hostilidades”. Monsa ni siquiera está dispuesta a escuchar o leer la inquietud.

A distancia, sin neutralidad, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) también se enfrenta a su propio laberinto. Por un lado el temor a que surja una “variante colectivera” de los Metrodelegados, al mismo tiempo que está obligada a garantizar derechos que van desde la huelga al mantenimiento de los puestos de trabajo.

Tomada había realizado un bosquejo/pronóstico que preveía mayor tirantez, mucho antes de los choques con la Gendarmería en General Pacheco. La ratificación del plan de lucha de los delegados, sino se satisface su exigencia y la “escasísima” disposición de la compañía para ir cediendo alguna posición, verifican el “pronóstico” discreto y oficial.

En cuanto a coincidencia escasa, la mirada se cifra, desde los mediadores y Monsa sobre los referentes sindicales. El recuadro de “tópicos insostenibles” incluye que se pretenda, “manejar sin cobrar boleto”, incluso con la tarjeta SUBE y haber sentado posición respecto a la “disconformidad” gremial para que la firma se haya integrado al grupo Dota. “Lock out” de la empresa afirman los representantes de los conductores. Tampoco ocultan sus ironías respecto de “la preocupación de la UTA” y confían en que la estrategia donde se respaldan en referentes y partidos de Izquierda, capitalice un avance para ese sector. Los alinamientos que lograron en ese sentido los motivan.

Federación mundial de transporte en defensa del derecho a huelga

La Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) clausuró una jornada de capacitación, donde el sector de la juventud gremial enfatizó la defensa del derecho de huelga y rechazó ‘cualquier regulación que lo cercene‘. El encuentro se realizó en la sede de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA) ubicada en el barrio porteño de Congreso.

Juan Schmid, titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y adjunto de la FeMPINRA, sostuvo que en ‘la crisis mundial pone en riesgo el derecho de huelga, algo fundamental y que requiere ser defendido a ultranza en la Argentina‘.

Precisamente, sindicalistas argentinos de todas las corrientes y también latinoamericanos denunciaron en las semanas previas a la 104ª Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, Suiza, ‘el feroz y renovado embate del grupo de los empleadores para limitar ese derecho‘. Schmid arengó a la juventud del sector del transporte a ‘no bajar las banderas por los derechos laborales ganados‘.

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