7 jun. 2016 | La conducción nacional de UPCN, decidió arremeter una vez más (ver abajo) contra el supuesto sindicato minoritario ATE en una muestra de incoherencia manifiesta: a la vez que dice "que la lucha nunca es contra otro sindicato" inicia una campaña de ataques en todos los organismos contra una de las representaciones estatales.
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En
ATE Desde Abajo somos reacios a cualquier tipo de "disputa
intersindical", ya que luchamos contra nuestro patrón y ese es el
mensaje que queremos transmitir a cada uno de nuestros compañeros y a la
opinión pública en general.
Para nosotros ni ATE ni UPCN
son equipos de fútbol sino que son herramientas gremiales que pueden
servir o no para defender y avanzar en nuestros derechos. Eso no quita
que podamos debatir con las conducciones de ambos sindicatos.
La
conducción de UPCN, en esta declaración y en otras manifestaciones
pareciera desentenderse del golpe que el nuevo gobierno está dando al
colectivo de trabajadores y trabajadoras estatales. Hasta con cierto
regocijo plantea que no se vieron afectados "sus" afiliados.
En
primer lugar, sabemos que esto no es cierto ya que en los 11.000
despedidos hay numerosos afiliados a UPCN de diversa antigüedad
(empezando por los expulsados del RENATEA pero siguiendo por múltiples
organismos).
En segundo lugar, también hay afectados
compañeros y compañeras afiliados a dicho sindicato por los otros
aspectos de las políticas de ajuste como recorte de horas extra,
"revisión" de concursos y desplazamientos.
En
tercer lugar, consideramos que así fuera cierto el mito construido de
que "sus" afiliados no fueron tocados, estaríamos perdiendo de vista la
visión del colectivo de trabajadores que todo sindicato debe tener.
Nosotros pensamos que no existen "los míos" y "los tuyos" sino que el
ataque a cada compañero/a es un ataque al conjunto de los
trabajadores/as.
Si pasaron 11.000 despidos y las
conducciones sindicales no quisieron o no pudieron enfrentar de manera
centralizada ese ataque, estamos objetivamente en peores condiciones de
obtener una recomposición de nuestros salarios paupérrimos o de
enfrentar los próximos ataques que se vienen. Por eso en ATE Desde Abajo
impulsamos la defensa de cada compañero y cada compañera sin importar a
qué sindicato está afiliado/a o si no está afiliado/a a ninguno.
La
última paritaria fue una nueva muestra de lo que nos tiene acostumbrados
la conducción de UPCN, un vez más la paritaria se manejó en total
secreto sin poner al tanto a los trabajadores/as de lo que se venía
negociando (¡Ni siquiera a los afiliados/as a UPCN!).
El
secretismo y los pactos a espaldas de los trabajadores/as son
funcionales a mantener la situación actual de los estatales: sueldos
miserables, precarización laboral y pésimas condiciones de trabajo. El
tan festejado acuerdo del 31% es un brutal recorte sobre el poder
adquisitivo si lo comparamos con el 45% de inflación interanual que hubo
de junio de 2015 a junio de 2016. El 31% es aún menos que lo que
aumentó el salario mínimo (33%), que según el propio comunicado debería
actuar como piso para otras paritarias.
En ATE
Desde Abajo impulsamos discusiones abiertas y democráticas en las
paritarias en las que los trabajadores/as mandatemos a nuestros
dirigentes y ninguna negociación se cierre sin el aval de los
representados/as.
El comunicado y posterior
campaña de calumnias en todos los organismos contra ATE, sumado a los
múltiples acuerdos cerrados por parte de la conducción de UPCN con el
gobierno macrista encierran una cuestión muy evidente. La conducción de
UPCN ha cerrado filas con el gobierno nacional agregando un nuevo
episodio "camaleónico" a su historia, saliendo al ataque de quienes
cuestionemos esa postura.
Si nuestro patrón y lo peor de
la burocracia sindical se ponen de acuerdo, nada bueno podemos esperar
los trabajadores/as. Quienes no estamos dispuestos a agachar la cabeza
debemos presentar batalla y para eso es más importante que nunca
entender que esta pelea solo puede triunfar si se da en la más amplia
unidad. Esto no significa esconder las diferencias ni dejar de debatir
cuando es necesario, pero sí dejar de lado las mezquindades que vienen
persistiendo en los últimos meses.
Ni ñoquis, ni acomodados: Trabajadorxs Precarizadxs.