Subte: al borde de un accidente en la “renovada” Línea H
Por La Izquierda Diario - Thursday, Jul. 07, 2016 at 12:40 PM

Miércoles 6 de julio de 2016, por María Agustina Chaves, Delegada Subte - Línea D

Dos trenes Alstom 0 Km estuvieron a punto de impactar de frente en la estación Las Heras.

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Después de una semana con la línea H cerrada, no sin antes haber hecho una campaña contando las bondades de la “modernización” y la “automatización”, Metrovías y Sbase inauguraron el pasado lunes los nuevos Alstom, que funcionan con un nuevo sistema de señales: el CBTC, de origen alemán. Esta llegada, se dio en medio de accidentes y fuertes debates.

El hecho ocurrió por la tarde, cuando se encontraba un tren estacionado en el andén de la estación Las Heras preparado para salir, con pasajeros dentro y en el andén.

Por la misma vía, pero de frente y en dirección contraria, apareció otro tren, que estaba por ingresar en esa misma estación. La conductora del tren entrante se dio cuenta de la situación a tiempo y frenó a 50 metros del que se encontraba estacionado, evitando lo que podría haber sido una tragedia.

El martes por la tarde también, una formación que funcionaba de manera automática pasó de largo en la estación Humberto Primo, llevándose a cientos de pasajeros que debían bajar (o dejando a los que querían subir) en esa estación. Todas estas situaciones ocurrieron con el nuevo sistema automático de señales de la empresa Siemmens en funcionamiento, al cual tanto Metrovías como Sbase han hecho grandes loas, llegando incluso a sugerir que era más seguro que otros sistemas donde intervienen seres humanos.

Esta novedad viene siendo anunciada con bombos y platillos por Metrovías desde hace varios meses, junto a la promesa de que esto permitiría brindar un mejor servicio. Pero la realidad es que los millones de pasajeros que utilizan por día este transporte siguen viajando como ganado por la poca frecuencia que sigue habiendo.

Además de que esas promesas eran a costa de los trabajadores, ya que anunciaron que los nuevos trenes funcionarían de manera automática, prescindiendo de los guardas. Esta “innovación” fue sellada en un pacto con la burocracia de UTA. Acto seguido, Sbase ordenó a los mecánicos que vandalizaran los trenes a estrenar, para quitarles los comandos que le permiten al guarda abrir y cerrar las puertas. Toda una provocación hacia los trabajadores, que después de llevar adelante la campaña “Sin guarda no hay subte”, lograron que AGTSyP, el sindicato con representación real entre la base, firmara un acuerdo donde la empresa se comprometía a mantener el puesto de guarda. Sin embargo, Metrovías también manifestó sus intenciones de que los trenes funcionaran durante el 80% del servicio en forma automática. Lo que ocasionó un gran debate entre los trabajadores, ya que la mayoría del Secretariado y de la lista Roja y Negra planteaban que una pelea contra la automatización era inviable, mientras otros, como los integrantes de la lista Bordó-Violeta y trabajadores independientes, planteaban que era necesario hacer un debate frente a la cuestión de la “automatización” que lleva a prescindir puestos de trabajo. La falla en el sistema el día de hoy, demuestra que ningún sistema es infalible, sobre todo cuando trata de despreciar la labor humana. Y que ese debate sigue abierto.

Otra discusión que se abre es acerca de cómo pensar al trasporte público. En ese camino, los trabajadores han denunciado en numerosas oportunidades que la gestión del organismo estatal esconde detrás de anuncios rimbombantes sus verdaderas intenciones: llenar sus bolsillos a costa de usuarios y los propios trabajadores. Ya que no les tiembla el pulso para llevar el precio del boleto a 7,50, llegando a una suba de más del 400% desde que se hicieron cargo del subterráneo en el año 2012. Pero si bien la recaudación es cada vez mayor, las inversiones siguen siendo insuficientes. Y donde las hay, se prioriza la estética o ese afán de darle al subte un aire de primer mundo con wi-fi y trenes automáticos. Mientras que los usuarios siguen viajando en pésimas condiciones, a lo que se suma la falta de inversión en infraestructura que hace que las estaciones también se caigan a pedazos. Y por si fuera poco, se agrega el problema que significa viajar para los ancianos o las personas con capacidades físicas diferentes, debido a que las pocas escaleras mecánicas y ascensores que hay, no funcionan. Incluso hubo situaciones donde se han desprendido escalones de las escaleras mecánicas, como en la estación Tribunales en diciembre de 2015, o en José Hernandez en febrero de este año, accidente que dejó un saldo de varios heridos. Además de innumerables accidentes donde incluso hubo 4 trabajadores que perdieron su vida, siempre producto de la falta de inversión.

Todos estos argumentos son suficientes para darse cuenta de que el subte debe estar en manos de usuarios y trabajadores, los únicos interesados en que sea eficiente, seguro, y de calidad. Los mismos que ahora deben plantarse frente al tarifazo que en los próximos días hará cada vez más inaccesible este servicio al pueblo trabajador. Aquellos que viajan en autos privados con chofer, sólo buscan enriquecerse a costa del pueblo trabajador. El actual gobierno, conformado por CEOs, representa a una clase que poco sabe de las penurias que debemos pasar día a día los que solo tenemos nuestra fuerza de trabajo, y sin embargo deciden cómo debemos viajar. Metrovías es cómplice y ejecutor de las políticas neoliberales del gobierno de Cambiemos. Antes recibió jugosos subsidios de parte del FpV. Por eso debe abrir los libros para ver en que se han ido todos estos años de millonarios subsidios y escasas inversiones.

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