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Misiones: Fabián y Reinaldo terminaron la secundaria, pero no pudieron seguir estudiando
Por Primera Edición / Posadas - Wednesday, Jul. 27, 2016 at 3:13 PM

24/07.- Son los estudiantes mbya que obtuvieron medalla de oro en la Feria Nacional de Ciencias. Reinaldo quería estudiar genética y en 2015 empezó el ingreso, pero debió dejar porque lo bocharon tres veces en la materia con la que ganó el certamen nacional. Fabián se mudó de aldea y tuvo un hijo.

Misiones: Fabián y R...
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Hace dos años, Fabián Ramos y Reinaldo Benítez, dos jóvenes mbya guaraníes de la comunidad Tekoa Arandú, fueron noticia nacional. Es que poco después de haber representado al país en la Feria Internacional de Ciencias, Fabián dejó de ir a la secundaria porque no tenía zapatillas y Reinaldo contó que también le faltaba lo básico para seguir estudiando.

Sus historias ocuparon páginas en los medios locales y nacionales, incluso ambos estudiantes viajaron a Buenos Aires para ser entrevistados en el piso por Jorge Lanata. ¿Cómo siguió la vida de estos jóvenes indígenas? ¿Terminaron la secundaria? ¿Pudo Reinaldo estudiar la Licenciatura en Genética, tal como aspiraba en 2014, cuando cursaba el último año del secundario? ¿Cuál fue el destino de la docente tutora casada con un mbya y habitante de la comunidad Tekoa Arandú, Liliana Frías, que dio a conocer la situación de los estudiantes mbya a los medios de comunicación?

PRIMERA EDICIÓN buscó a estos jóvenes hace un año atrás y volvió a hacerlo esta semana para saber qué sucedió en sus vidas cuando dejaron de ocupar la escena de la opinión pública.

Fabián Ramos

A mitad del ciclo lectivo 2014, Fabián Ramos, dejó de ir a la escuela porque se rompió el único par de zapatillas que compartía con uno de sus hermanos, con el que alternaban los días de asistencia a clases. Tras ser noticia nacional este hecho, cientos de pares de zapatillas llegaron a la aldea... pero según recuerdan hoy las familias de la aldea, la mayoría eran de talles muy grandes o no tenían par.

Aún así, Fabián volvió a caminar los cinco kilómetros para retomar la escuela ese año, pero en diciembre le notificaron que debía repetir cuarto año. Ya tenía 22 años y no quería seguir así, había hecho muchos sacrificios para estudiar esos cuatro años de secundaria por lo que fue muy fuerte para él cuando le dijeron que debía volver a cursar cuarto año. Por eso, decidió dejar de ir al Centro Educativo Polimodal (CEP) 40, de Pozo Azul, y terminó la secundaria a través del Sistema Provincial de Teleducación y Desarrollo (Sipted).

Hasta el momento, no siguió estudios terciarios o universitarios. Fabián vive en la comunidad de Mado y recientemente fue padre. “Tener un hijo no es impedimento para seguir estudiando, mi esposo también es papá y se recibió de maestro y ahora está terminando el Profesorado de Enseñanza Primaria. El principal problema que tiene Fabián y la mayoría de los jóvenes mbya para seguir estudiando es la falta de recursos económicos”, señaló la docente Liliana Frías.

Reinaldo Benítez

Reinaldo cursaba quinto año del secundario cuando su historia llegó a todos los argentinos a través de los medios. Por ese entonces, este joven tenía un objetivo claro: recibirse a fin de año y estudiar la Licenciatura en Genética en la Universidad Nacional de Misiones (Unam). Pero ese sueño se truncó a mitad de camino.

En febrero del año pasado, Reinaldo empezó el cursillo de ingreso a la facultad, pero en marzo se enteró que no había aprobado Física Química del secundario, casualmente la materia con la que hizo el proyecto con el que sacaron -él y Fabián- medalla de oro en la Feria Nacional de Ciencias.

Según confiaron sus conocidos a PRIMERA EDICIÓN, él no lo podía creer, pero preparó la materia con un docente y tuvo que rendirla cuatro veces. Cuando finalmente aprobó, el 6 de abril de ese año, con un 8,5, ya había perdido la condición de alumno regular en Genética y debió volver a la aldea. Mucho después, Reinaldo se dio cuenta que la docente le puso mal la fecha del examen, en los papeles figura que fue en marzo y no en abril. Fue un año muy duro para él, incluso se enfermó.

En abril de este año se anotó en el hospital Samic de Eldorado para hacer el cursillo para ingresar a Medicina en la Universidad Católica de Misiones (Ucami) pero no pudo hacer frente al valor de la inscripción y la cuota, no le quedó más remedio que dejar. Reinaldo no pierde las ganas de estudiar, pero por ahora está dedicado a trabajar en la chacra y a mantener limpios los senderos en el monte. Hace poco se enteró que ganó la beca del Cedit y está muy contento por ello pero aún no cobró nada.

En cuanto a la docente Liliana Frías, tras salir en los medios no le renovaron el contrato que tenía con la Universidad Nacional de Misiones (Unam) y en la actualidad sólo tiene unas pocas horas en el Sipted. Frías es profesora de historia, su cuñado (Anselmo Fernández) está por recibirse del Profesorado de Lengua y Literatura y su esposo (José Fernández) es docente indígena y está por recibirse del Profesorado de Enseñanza Primaria en Eldorado, pero ninguno de ellos consigue que les designen horas cátedras o un cargo docente.

Vale recordar que en la comunidad Tekoa Arandú funciona la Escuela 812, donde estudian la primaria unos 110 chicos. Desde hace muchos años que la comunidad pide la creación de una secundaria, incluso esta fue una de las demandas elevadas ante el Consejo General de Educación (CGE) por el Quinto Encuentro de Estudiantes de Pueblos Originarios. El proyecto de creación de secundaria estaba en marcha y no salió hasta el año pasado por cuestiones presupuestarias. Por ello, desde la comunidad, este año volvieron a presentar el proyecto.

Aún no cobraron las becas 2016

Los alumnos guaraníes que cursan el nivel secundario, terciario y universitario aún no cobraron en lo que va del año las becas provinciales que se otorgan a través del Instituto Provincial de Lotería y Casinos (Iplyc). “La beca provincial a través del Iplyc se paga diez meses al año, pero en 2015 se abonó hasta octubre y quedaron pendientes noviembre y diciembre... en marzo de este año depositaron uno de esos dos meses. Esa beca (1.200 pesos por alumno) era de mucha ayuda para los estudiantes, con ese dinero compraban lo necesario para estudiar y se aseguraban también los alimentos básicos. Ojalá se normalice su pago lo antes posible”, destacaron los consultados.

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