Por Fabiana Arencibia, Red Eco Alternativo | El bono centenario del gobierno nos obligará a todos los argentinos a pagar por día más de medio millón de dólares solo de intereses. Los acreedores recuperarán durante los primeros 14 años el capital aportado, los 86 restantes serán la renta perpetua de una perpetua deuda que sobrevive a cada gobierno.
(Fabiana Arencibia-Red Eco) Argentina – El ministro de Finanzas, Luis Caputo, ha sido imputado por la emisión de deuda a 100 años y el eventual perjuicio por administración fraudulenta al Estado nacional. La denuncia provino de varios diputados del Frente para la Victoria, y el fiscal federal que le dio curso es Juan Pedro Zoni, integrante de Justicia Legítima y cercano a la procuradora Alejandra Gils Carbó.
El endeudamiento perpetuo e impagable, y sobre todo ilegal, siempre debió llevar a los gobernantes y funcionarios que lo han hecho al banquillo de los acusados por estafa al pueblo.
De hecho la Justicia falló declarando la ilegalidad del endeudamiento contraído durante la dictadura en la causa llevada adelante por Alejandro Olmos. Sin embargo, en forma permanente y creciente, todos los gobiernos han incrementado la deuda pública.
Recordemos que en 2003, primer año del gobierno kichnerista, el endeudamiento público era de 152.600 millones de dólares y al finalizar su gestión la deuda ascendía a 232.000 después de haber pagado, tal como reconoció la entonces presidenta Cristina Fernández, entre 174.000 y 190.000 millones de dólares.
Ahora, este gobierno con funcionarios y políticas “empresariales” que privilegian a un Estado que sea competente y eficiente (para el capital), dando algo a los que menos tienen como para no quemar las naves, no solo bate record de endeudamiento externo sino que lo hace entre gallos y medianoche.
En la calle se diría “nos vacunaron de una”. Y es que el bono a 100 años fue sin aviso previo.
Un día nos despertamos y nos anoticiamos:
*que nos prestaron 2.750 millones de dólares y vamos a pagarles – solo por intereses – casi 20.000 millones, o sea, mas de 7 veces. Y los acreedores no harán ¡nada más que cobrar! Porque no se trata de inversión productiva sino de especulación.
* que cada día que pase, los argentinos estaremos pagando de intereses (solo por este nuevo bono) más de medio millón de dólares.
*que en 14 años se habrá cancelado un monto equivalente al capital que nos prestaron y de ahí en más, los 86 años restantes, seguiremos pagando y pagando.
*que los bancos transnacionales que colocaron estos bonos cobraron la nada despreciable cifra de 3 millones de dólares.
*que la tasa de interés acordada (7,9% anual) es la más elevada del mundo para este tipo de operaciones de las que hay muy pocos casos registrados (Irlanda, Bélgica, Dinamarca, China, Suecia y México).
Una hipoteca recurrente contra el conjunto de la sociedad, es como define el economista Julio Gambina a esta colocación para la cual afirma: “Debe quedar claro que los 200 millones de dólares de pago anual de intereses deberán figurar en el presupuesto de gasto de cada año y por ende deben restarse de cualquier otro destino que imaginemos, la educación, la salud, la seguridad, el empleo, la previsión social, etc. Ganan los acreedores y especuladores y pierde el pueblo argentino”.
Sin que se conozca detalle de la operación, sin que se haya llamado a licitación ni explicitado el destino de los fondos, el licenciado Héctor Giuliano expone con claridad al menos tres irregularidades:
1-La nueva deuda no está prevista en la Ley 27.341 de Presupuesto 2017. Viola así el artículo 34 del mismo que autoriza a hacer operaciones de endeudamiento público según los montos, especificaciones y destinos que el presupuesto establezca y a no más de 4 años.
2-Viola la Ley de Administración Financiera del Estado (24156) que establece taxativamente – en su artículo 60 – que no pueden contraerse operaciones de Deuda fuera de la Ley de Presupuesto anual o Ley Especial al respecto.
3- También viola lo que dice el artículo 56 de esa misma, por el que se prohíbe tomar deuda para la financiación de gasto público corriente para cubrir el déficit fiscal
4-Igualmente incumple el artículo 61 de la misma Ley 24.156, que exige una opinión previa del Banco Central cuando se trata de operaciones que originen deuda pública eterna.
Con todas estas violaciones, y si se cumpliera la Ley de Administración Financiera del Estado, esta operación debería declararse nula y sin efecto. “Las obligaciones que se derivan de las mismas (operaciones de endeudamiento) no serán oponibles ni a la administración central ni a cualquier otra entidad contratante del sector público nacional”, establece el art.66.
Claudio Lozano y Alejandro López Mieres, integrantes del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPPyP), dieron a conocer un informe que muestra cómo en solo 18 meses el gobierno de Mauricio Macri endeudó a todos los argentinos en 142 millones de dólares diarios.
Según sus cálculos, el endeudamiento neto (deuda contraída menos deuda pagada) durante el 2016 ascendió a 52.000 millones de dólares. Si le agregamos casi 29.000 millones de dólares contraídos en lo que va del año, llegamos a un endeudamiento desde la asunción de Cambiemos de casi 81.000 millones de dólares.
Eduardo Lucita, integrante de Economistas de Izquierda (EDI), reflexionó, en una entrevista realizada por el programa de la Red Nacional de Medios Alternativos, Enredando las mañanas, acerca de los motivos de este bono a larguísimo plazo: “Yo creo que acá se ha querido dar la señal de que Argentina va a estar vinculada al mercado financiero, seguramente, ante cualquier cambio de gobierno, por el próximo siglo. Creo que eso es lo que se ha querido hacer, porque en realidad no es una cifra muy importante. Puede decirse que con esto el gobierno cambiaría deuda de corto plazo a deuda de muy largo plazo, a sabiendas que la deuda de corto plazo siempre paga menos intereses que la de largo plazo, pero se sacarían algunos problemas de encima, porque, según algunos cálculos que he visto, el país estaría pagando por este préstamo 200 millones de dólares por año durante 100 años. Simbólicamente es algo muy delicado para el país, están diciendo, se acabó la idea de que Argentina puede desvincularse del mercado mundial financiero y acá estamos dando una muestra, en pequeña escala, de que esto va a ser 100 años más, algo así como el empréstito Baring”
Nota relacionada: Deuda pública: los números de la usura