La firma que encabeza Paolo Rocca logró ahorrarse al menos 400 millones de pesos. El mecanismo quedó plasmado en un acuerdo firmado el 1 de agosto, retroactivo al 1 de abril del año pasado, que en lugar de un incremento salarial porcentual pautó en la siderurgia la vigencia de una “gratificación extraordinaria no remunerativa”.
El grupo Techint, el mayor conglomerado empresarial de la Argentina y principal obstáculo en la actual paritaria metalúrgica, se benefició el año pasado con una exención total de las cargas sociales en los aumentos salariales que otorgó y que le permitieron al sector siderúrgico, que capitanea, ahorrar al menos 400 millones de pesos. La firma que encabeza Paolo Rocca, que a principios de año despidió a 191 operarios de su planta de Tenaris, en Campana, obtuvo esa ventaja del Gobierno de Mauricio Macri pese a que el propio expresidente había firmado un decreto que prohibía expresamente ese tipo de concesiones.
La exención, que cobra nueva relevancia a partir del anuncio de que Estados Unidos no arancelará las importaciones de acero argentino, figura en el acuerdo sellado por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) con la Cámara Argentina del Acero (CAA) y el Centro de Laminadores Industriales Metalúrgicos (Clima) en agosto del año pasado y al que tuvo acceso Ámbito. Se trata del sector empleador del rubro siderúrgico que hegemoniza el grupo Techint junto con Acindar (ArcelorMittal) y que cuenta con más de 20 mil operarios sobre los 220 mil que declara en toda la actividad metalúrgica la UOM como parte de su convenio colectivo de trabajo.
Los aumentos no remunerativos, una herramienta de uso frecuente en las paritarias para reducir el costo laboral por períodos reducidos, encontraron su límite en el Decreto 633/2018 que llevó las firmas de Macri, junto a los entonces jefe de Gabinete, Marcos Peña, y ministro de Trabajo, Jorge Triaca. A pesar de esa prohibición la gestión de Cambiemos autorizó de manera subrepticia algunas excepciones como en las paritarias de las empresas aeronáuticas y en la siderúrgica, ahora expuesta.
El mecanismo quedó plasmado en un acuerdo firmado el 1 de agosto, retroactivo al 1 de abril del año pasado, que en lugar de un incremento salarial porcentual pautó en la siderurgia la vigencia de una “gratificación extraordinaria no remunerativa” que hizo las veces de aumento por todo 2019 en cuatro cuotas, hasta diciembre último. Y recién, a partir de este mes, reconvirtió ese esquema en una suba salarial remunerativa de 30% sujeta a una revisión, que la propia Cámara del Acero resiste. Hasta ahora los argumentos para dilatar esa negociación pasaban por la amenaza de Donald Trump de arancelar la producción argentina y por el impacto que tendrá sobre los sueldos de la actividad el decreto de aumento de $4.000 como suma fija remunerativa para todos los trabajadores del sector privado.
Aquella “gratificación extraordinaria” representó el equivalente a una suba de 25% para los sueldos más bajos de la actividad y de 22% promedio para los superiores, según calculó el especialista Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma. Al haber sido no remunerativa durante todo 2019, implicó un ahorro de por lo menos 400 millones de pesos para las empresas del rubro: Acindar; Tenaris-Siderca y Ternium-Siderar (ambas de Techint); Acerbrag (Grupo Votorantim); Sipar-Gerdau, y Aceros Zapla.
En Techint evitaron dar detalles sobre el acuerdo, pero en su equipo de abogados confirmaron que el entendimiento con la UOM incluyó pagos no remunerativos. Por su parte, el exministro de Producción y Trabajo Dante Sica, bajo cuya gestión se rubricó y homologó el entendimiento violatorio del decreto firmado por Macri, le hizo saber a Ámbito que no haría declaraciones.
El beneficio no impidió que el grupo de Paolo Rocca abriera 2020 con el despido de 191 operarios de Tenaris, la fábrica de tubos de acero sin costura para la industria petrolera que el grupo tiene en Campana. A pesar de una conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo bonaerense, la compañía no aceptó hasta ahora reincorporar a los trabajadores y sólo declaró que sostendrá mientras tanto el pago de salarios. La UOM recordó que algo similar hizo Techint en 2015 apenas asumido Macri con una oleada de cesantías masivas en Campana, por lo que sus dirigentes dijeron percibir una estrategia de condicionamiento a las gestiones entrantes.
Ayer hubo un nuevo encuentro en la paritaria metalúrgica. El gremio que encabeza Antonio Caló reclama la vigencia de la cláusula de revisión que este mes debía partir del 30% de aumento pactado el año pasado en toda la actividad para actualizarlo en línea con la inflación acumulada de 53,8% acumulada en el período. Ante la falta de avances, las partes volverán a reunirse mañana.