En el marco de la virtual suspensión de paritarias, la Federación nacional de trabajadores aceiteros y desmotadores cerró un acuerdo salarial para estos últimos que contempla un aumento del 30%, un bono de 12 mil pesos y una revisión en octubre. Hace poco menos de un mes, el último día de abril, habían acordado la paritaria salarial de los obreros aceiteros.
El acuerdo alcanza a todos los obreros y empleados desmotadores de algodón incluidos en los Convenios Colectivos de Trabajo 387/04 y 388/04, es decir, todos los del país, con excepción de los de la provincia de Chaco, cuyo sindicato está hace muchos años fuera de la Federación.
El salario inicial de un trabajador de una jornada normal (200 horas mensuales) de la categoría inferior -peón- entre salario básico y adicionales llegará a $ 49.965 a partir del 1° de abril de 2020, lo que en términos porcentuales implica un aumento del 30%.
Además, los trabajadores cobrarán una asignación extraordinaria no remunerativa de $ 11.700 que se abonará en cuatro cuotas iguales y consecutivas que se liquidarán los días 20 de julio, 20 de agosto, 20 de septiembre y 20 de octubre. El acuerdo también incorporó una cláusula de revisión del acuerdo para el 15 de octubre del presente año.
La actividad desmotadora es el primer paso del proceso industrial del algodón y sus plantas están ubicadas mayormente en el norte del país, con fuerte presencia en las provincias de Santiago del Estero, Formosa y el norte de Santa Fe, además de la ya citada Chaco. También, en menor cantidad, en la cuyana San Luis.
Cardos rodando en el desierto paritario
El acuerdo se firma en un momento de virtual suspensión de paritarias, donde muchos gremios pelean para evitar que les recorten salarios, en tanto que otros -algunos con muy escasa resistencia- firman acuerdos a la baja.
Estos últimos, en línea con el acuerdo que un puñado de dirigentes de la CGT firmó el 27 de abril con la Unión Industrial Argentina. Bajo el largo título “Reunión tripartita para consensuar medidas que tiendan al sostenimiento del trabajo y la producción frente al COVID-19”, avaló por un lado las suspensiones, hasta ese momento prohibidas, y por el otro estableció que los trabajadores suspendidos por la cuarentena pasaran a contar con ingresos del 75% de sus salarios.
A tal punto es el parate paritario en Argentina que, a pocos días de ingresar al sexto mes del 2020, sólo se firmaron diez acuerdos paritarios nacionales, entre los cuales se encuentran los dos de la Federación Aceitera: aceiteros el 30 de abril y hoy, desmotadores.
De los restantes, cinco se firmaron tras el inicio de la pandemia: la Federación Argentina de Trabajadores de Aguas Gaseosas y Afines (FATAGA) logró el 6 de mayo un 30% semestral, la Federación de Trabajadores Jaboneros y Afines de la República Argentina firmó el 8 de mayo un 10% por el segundo trimestre del año, la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y derivados (FGPICyD) firmó el 21 de mayo 17% por un trimestre y finalmente, también hoy, la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) de Héctor Daer, el mismo del acuerdo CGT-UIA, firmó un 7,8% por el segundo trimestre.
El quinto, el del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) es un aumento “mixto”, porque se firmó al mismo tiempo que una rebaja salarial generalizada por suspensiones. En abril, SMATA acordó con los empresarios del sector autopartista un plan de suspensiones temporarias con el pago del 65% de los salarios, al tiempo que firmó un aumento del 7,5% para el primer trimestre del año, lo que morigeró los descuentos, que llegaron de esta forma al 70% del sueldo habitual.
Ese acuerdo marcó un fin de época para SMATA, que venía firmando aumentos trimestrales desde hace más de una década, habiendo logrado sostener esta dinámica incluso durante la caída de producción que marcó los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri.
Antes del inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, se habían firmado los acuerdos de UTEDYC en enero, 20% por 7 meses; la paritaria nacional docente en febrero por 23,5% con revisión en julio; y, al filo mismo, el 19 de marzo, los universitarios de la CONADU aprobaron un acuerdo salarial del 9,7% en marzo, 3,3% en mayo y 3% en junio.
“El incremento global ofrecido, más el adelanto de enero, suma para el período un 18%, en un acuerdo de corto plazo que incluye la reapertura de la paritaria para el mes de julio, que permita definir el aumento del resto del año, en un escenario de mayor previsibilidad sobre el impacto del COVID-19 y las variables económicas”, comunicaron desde CONADU ese día, horas antes del anuncio presidencial que marcó el inicio de la cuarentena.
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