Insólito giro político con la anuencia de la OEA y las autoridades electorales de cara al ballotage del 11 de abril. En un acuerdo en el que sólo participaron los dos candidatos que perdieron, sin consultar al que se impuso ampliamente en la primera vuelta, se aprobó una masiva revisión de la elección. Las autoridades electorales no explicaron los motivos ni fijaron plazos para hacerlo.
Por Marco Teruggi, desde Quito.
En un giro insólito, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador anunció este viernes que realizará el recuento del 100 por ciento de la votación en la provincia de Guayas y el 50 por ciento en 16 provincias, sin anunciar cuáles serán, ni por qué razones. Así, cuando el país se aproximaba a saber el resultado definitivo de cara al balotaje, ya con 99.65 por ciento de los votos computados, comenzará un proceso de recuento del cual no fue anunciado el tiempo estimado.
La decisión el CNE tuvo lugar luego de una reunión de la cual participaron únicamente el candidato Guillermo Lasso, de la coalición CREO-Partido Social Cristiano (PSC), segundo en las elecciones, Yaku Pérez, del partido Pachakutik, tercero en el resultado electoral, y la Organización de Estados Americanos (OEA).
La reunión celebrada en la sede del poder electoral estuvo dividida en cuatro momentos. En una primera instancia Pérez mostró lo que serían irregularidades entre actas, papeletas y sistema informático, en segundo lugar, tuvo lugar un intercambio entre Lasso y Pérez que osciló entre una negociación y un acuerdo para frenar al correismo, en tercer lugar, un receso de una hora y media, y finalmente un anuncio de pocos minutos de la presidenta del CNE, Diana Atamaint, perteneciente al partido Pachakutik, dando a conocer lo decidido.
El CNE no presentó elementos para sustentar por qué se hará el recuento en las provincias, siendo Guayas la más numerosa, donde ganó Andrés Arauz con 41.82 por ciento, seguido de Lasso con el 25.27, Xavier Hervas con el 9.94 y finalmente Pérez con 8.73. La decisión fue un así un acuerdo que dejó por fuera a los demás partidos, en particular el primero, Arauz, con 32.70 por ciento del total de los votos, en el marco de un proceso electoral donde las delegaciones de observadores internacionales presentes durante la votación no señalaron irregularidades.
El mismo Lasso afirmó durante el encuentro no tener “ninguna sombra de duda” sobre el proceso electoral, pero expresó estar dispuesto a ceder parcialmente a la demanda de Pérez. “Le pido al CNE, más allá de la ley, en homenaje al pedido del candidato Pérez, abran el 100 por ciento de las urnas en la ciudad de Guayaquil, voto a voto”, afirmó Lasso en lo que fue su primera contrapropuesta al pedido de Pérez, quien pedía el recuento de votos en todas las provincias. El candidato de Pachakutik sostuvo que, de recontarse los votos, el resultado de las elecciones quedaría invertido: Arauz pasaría a un tercer puesto, y el ballotage sería entre él y Lasso.
La escenografía entre el segundo y el tercer candidato a las elecciones presidenciales, así como la decisión, fueron televisados únicamente unos pocos minutos, transmitidos únicamente por redes sociales en un país con baja conectividad. El resultado final tendrá un impacto sobre el proceso electoral, por el posible cambio de números, así como sobre los tiempos, algo sobre lo cual el CNE no dio precisiones, aunque Pérez, al salir del poder electoral, afirmó que el proceso comenzará el domingo.
La insólita decisión se dio en el marco de las sospechas presentes alrededor del poder electoral desde el inicio de la campaña por la cantidad de irregularidades cometidas contra la candidatura de Arauz. La presencia de la OEA en la reunión, que tuvo un rol central en el golpe de Estado en Bolivia en octubre/noviembre del 2019, trajo mayores dudas acerca de la transparencia del nuevo conteo de votos que comenzará. En cuanto a la intencionalidad política no hubo lugar a dudas: “usted y yo enfrentamos al mismo adversario”, es decir el correismo, le dijo Lasso a Pérez.
La jornada del viernes estuvo además marcada por la llegada a Quito del Fiscal General de Colombia, Francisco Barbosa, quien se trasladó a pedido de la Fiscalía de Ecuador, para entregar lo que sería la información sobre un financiamiento del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a la campaña de Arauz. El supuesto apoyo de dinero había sido divulgado por la revista Semana días antes de las elecciones en Ecuador, en una investigación con información que, según una de sus periodistas, “no era absolutamente cierta”.
Así, en el lapso de un día, el escenario en Ecuador giró de manera repentina, aunque no sorprendente, debido a la crisis de las instituciones en el contexto del lawfare desplegado contra el correismo. El país quedó ante un acuerdo realizado a puertas cerradas de recuento de votos sin darse explicaciones, y una maniobra internacional, con la noticia falsa del financiamiento del ELN, que busca afectar la candidatura de Arauz.