Bolsonaro condenado a 27 años de prisión: un juicio histórico a un militar retirado

Bolsonaro siguió su juicio desde su residencia en Brasilia, donde cumple prisión domiciliaria preventiva. Foto: AFP

Este jueves fue condenado el ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a 27 años de prisión por el intento de golpe de estado de principios del 2023 a una semana que Lula da Silva asumiese por tercera vez el mandato presidencial. Fue un “juicio histórico” asociándolo también a la última dictadura militar que padeció el país más grande de Sudamérica. A través de algunos hechos históricos, mostramos las características de la ultra-derecha brasilera.

Por Dra. Luisina Gareis para ANRed.

Aunque estamos sumergidos en sentimientos de desasosiego por el avance de la ultra-derecha a nivel global que se concretiza en experiencias extremas como el genocidio en Gaza, la brutalidad grotesca de Trump y el cipayismo empobrecedor de Milei en Argentina, este jueves América Latina estuvo de fiesta a causa de un veredicto judicial histórico. Bolsonaro, expresidente de Brasil, fue condenado a 27 años y 3 meses de prisión junto a otros siete acusados quienes, además, deben pagar una multa de R$ 30 millones. No casualmente todos ellos son hombres y blancos, militares o auxiliares de las fuerzas armadas. Se los juzgó por los crímenes de organización criminal armada, tentativa de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado, daños cualificados por violencia y amenaza, y deterioro del patrimonio histórico y bienes federales. La denuncia se basó en hechos ocurridos entre fines de 2022 e inicios de 2023, cuando se buscó impedir la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva (PT), pero tiene un trasfondo histórico que es importante recordar.

Antes que Bolsonaro fuera elegido presidente, Michäel Löwy, reconocido sociólogo marxista, en un análisis comparativo entre la ultra-derecha europea y la brasilera(1) explicaba que lo más preocupante y particular del gigante suramericano era la convocatoria que los representantes conservadores hacían para una intervención militar, refiriéndose a un evento del 2015. Para el autor, la nostalgia por la dictadura militar es el aspecto más siniestro y peligroso de la extrema-derecha de Brasil (Löwy, 2015). Esta afirmación ayuda a entender por qué en 2018 gana las elecciones un militar retirado que a lo largo de su carrera obstaculizó la búsqueda por la memoria, verdad y justicia. Bolsonaro se incorporó a las fuerzas armadas en 1971, pero pasó a trabajar en la política institucional desde 1988 en diferentes órganos del Estado.

En marzo de 1964, los militares con el apoyo de sectores de la sociedad civil realizaron un golpe de estado en Brasil que se conoció como “Revolución Democrática de 1964” instaurando un régimen dictatorial que duró 21 años. El discurso legitimador utilizado fue que las fuerzas armadas venían a “salvar” al país de los comunistas que desde el campo y las ciudades se estaban organizando en guerrillas para tomar el poder. Brasil nunca culpó a los militares responsables de los crímenes cometidos en aquellos años de manera sistemática, como lo hizo Argentina.

El apoyo de Bolsonaro a la dictadura militar se puede constatar en muchos discursos y acciones antes y durante su mandato. Uno de los hechos más significativos de intentar silenciar la memoria y negar los hechos acontecidos fue el homenaje que realizó al Teniente-Coronel Sebastião Rodrigues de Moura (1943-2022), más conocido como Major Curió, el 05 de mayo de 2020 al concederle el título de “Héroe de Brasil”. El Major Curió tuvo un rol importante en la difusión del régimen militar ya que fue parte del Centro de Informaciones del Ejército, entre otras dependencias donde trabajo en su larga carrera militar. Entre las víctimas del golpe cívico-militar se lo recuerda por su nefasta participación en la masacre de los miembros de la Guerrilha do Araguaia.

La Guerrilha do Araguaia tuvo su centro de operaciones entre los estados de Pará y Goiás. Sus integrantes participaban del Partido Comunista do Brasil (PCdoB) quienes con el apoyo de campesinos, sobrevivían en la selva con el fin de derrocar al régimen dictatorial. Entre 1973 y 1974, el gobierno militar realizó diferentes operaciones para exterminar a los opositores a través de diferentes estrategias como buscar información con agentes infiltrados, aplicar mecanismos de tortura para extraer testimonios y realizar operaciones de combate. Luego de matar a los últimos guerrilleros en la selva, la “operación limpieza” se encargó de ocultar los cadáveres a través de quemarlos, enterrarlos, esparcirlos por la región. El saldo fue de 68 guerrilleros, 11 militares y 5 civiles. Major Curió asumió públicamente su participación en estas operaciones, siendo uno de los responsables de la organización e implementación de las mismas(2). Aún se buscan los cuerpos y se reclama el esclarecimiento de los hechos sucedidos.

Un año antes que Bolsonaro homenajee a Major Curió, el Ministerio Público Federal lo había denunciado penalmente acusándolo de asesinato, tortura y ocultamiento de cadáveres durante a Guerrilha do Araguaia. Sin embargo, el accionar del expresidente tenía el claro objetivo de apoyar al régimen militar borrando la memoria y ridiculizando a las víctimas de la masacre. La relevancia de esta disputa histórica se evidencia en la foto a continuación que muestra a Bolsonaro posando con un cartel que estaba en la puerta de su gabinete cuando era Diputado Federal por Rio de Janeiro en 2009. En el cartel se lee “Desaparecidos de Araguaia” seguido de “Quem procura osso é cachorro”, es decir, quien busca huesos es un perro.

Los vínculos cercanos comprobados(3) entre la familia Bolsonaro y los asesinos materiales de Marielle Franco también constituyen una muestra que la muerte sigue siendo una herramienta que la ultra-derecha está dispuesta a utilizar para perpetuar su poder y dominio. Marielle, una mujer negra y lesbiana, siendo concejala de Rio de Janeiro fue asesinada junto a su motorista en 2018. Un hecho que aún duele en las calles de la ciudad, pero que se recuerda en cada evento y lugar donde se levanta una bandera política para un mundo más justo. Hoy ella se ha convertido en un símbolo de lucha y resistencia anti-racista, anti-patriarcal y anti-capitalista.

El intento de golpe de Estado ocurrido el 8 de enero de 2023 ideado por Bolsonaro muestra los asertivos peligros que Michäel Löwy vislumbraba diez años atrás. Aquel día un grupo de simpatizantes de la ultra-derecha invadieron y vandalizaron los edificios del Supremo Tribunal Federal, el Congreso Nacional y el Palacio de la Alvorada en Brasilia con la intención de provocar un golpe de Estado. Hechos que este jueves fueron condenados por el Supremo Tribunal de Justicia (STF). Al final del juicio, el presidente de la Corte, Luís Roberto Barroso, dijo “Acredito que nós estejamos encerrando os ciclos do atraso na história brasileira, marcados pelo golpismo e pela quebra da legalidade constitucional” debido a que es la primera vez en la historia de Brasil que se condena a un ex presidente por tentativa de golpe de Estado.

Intento de golpe de Estado de Javier Bolsonaro contra el electo presidente Luiz Inacio Lula da Silva, con la irrupción en el Palacio Planalto en Brasilia, Brasil, el 8 de enero de 2023. Foto: Ueslei Marcelino

Un hecho político cargado de símbolos por la memoria histórica y la lucha por la defensa de la democracia. Un fotógrafo reconocido de Rio de Janeiro, Vitor Vogeliv, decía en los festejos del jueves que no es casualidad que el ministro Alexandre de Moraes usaba una corbata con imágenes de perros(5) al momento de votar a favor de la condena de Bolsonaro. El lema “sim amistia” encontrado en los afiches asociados a este juzgamiento y en los cánticos callejeros tiene un peso histórico ininteligible para oídos distraídos. El juicio de Bolsonaro es una condena a hechos recientes en una herida que aún sangra por no poder buscar a su desaparecidos ni juzgar a los homicidas del siglo pasado.

Notas:

1) Löwy, M. (2015). Conservadorismo e extrema-direita na Europa e no Brasil. Serv. Soc. Soc. (124), 652-664. https://doi.org/10.1590/0101-6628.044

2) Toda la información referida a los hechos de la Guerrilla de Araguaiao fue extraída del texto de Souza, F. das C. S., & Santos, D. R. dos. (2023). Lembrança, esquecimento e reparação histórica: o bolsonarismo e a memória da Guerrilha do Araguaiao. Confluenze. Rivista Di Studi Iberoamericani, 15(2), 85–112. https://doi.org/10.6092/issn.2036-0967/17894

3) https://www.brasildefato.com.br/2022/03/14/relembre-fatos-que-ligam-bolsonaro-a-milicianos-do-caso-marielle-quem-mandou-matar-vereadora/

4) Agradezco a Vitor por la conversación que tuvimos el día de ayer. Recomiendo su trabajo: linktr.ee/vogel_vitor

v5) https://g1.globo.com/politica/blog/octavio-guedes/post/2025/09/09/moraes-vota-usando-gravata-com-estampa-de-cachorro-e-dino-rechaca-complexo-de-vira-latas.ghtml


Fuente: https://www.anred.org/bolsonaro-condenado-a-27-anos-de-prision-un-juicio-historico-a-un-militar-retirado/

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