El gobierno ecuatoriano ha decidido realizar el pago de 320 millones de dólares como parte de la deuda externa con el FMI. Así lo informó este lunes el Ministro de Finanzas Richard Martínez, a través de una cadena nacional, esto en medio de la emergencia sanitaria que sufre el país debido a la pandemia del COVID-19. Las críticas desde distintos sectores no se hicieron esperar, y solo ha aumentado el estado de incertidumbre de la población, especialmente a sabiendas de que el sistema de salud está por colapsar y que no da abasto para brindar la atención adecuado a quienes se encuentran contagiados del virus.
Varios de los personeros de la salud han señalado la falta de insumos necesarios que cubran su seguridad ante un posible contagio, y la renuncia de varios de ellos al no tener las medidas de seguridad mínimas, el sector de la salud atraviesa una de sus peores crisis. Los recursos económicos destinados para el sistema de salud no fueron los suficientes para afrontar una emergencia como esta, y esto fue lo que provocó la renuncia de la ex-Ministra de Salud Catalina Andramuño, provocando además una crisis de gabinete en el gobierno.
En un momento en el cual la salud necesita más recursos económicos por parte del gobierno sorprende la decisión de seguir cubriendo la deuda externa. Ecuador es el segundo país con más contagios de coronavirus en la región después de Brasil. Y los números se recrudecen más, cuando se calcula el número de contagios en relación con la densidad poblacional. Muchas vidas se encuentran en juego minuto a minuto, y el esfuerzo de los médicos es inútil sino poseen los recursos necesarios para afrontar la pandemia. El sistema de salud necesita ahora más que nunca fortalecer su infraestructura, pero eso al gobierno no parece interesarle, al priorizar el pago de la deuda.
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