Hay diversos tipos de racismo, como el “etnocentrista”, “simbólico” y “biológico”, todos desarrollados en sus orígenes desde conformaciones imperiales expansionistas, con una ideología transversal desde occidente, en diferentes grados, que tiene como modelo mirar sus propias estructuras sociales, políticas, culturales como formas superiores frente a otras, con la creencia de poder oprimir, dominar, controlar, negar, invisibilizar o suplantar a otros/as diferentes.
Foto: Portada libro “Un destello de libertad. De #BlackLivesMatter a la liberación negra”
El racismo se expande a través del colonialismo (hoy neocolonialismo), que se distribuye de forma estructural y que establece numerosas formas de relación desigual y discriminatoria. Sus orígenes se basan en la expansión de imperios, en su mayoría occidental como Roma, Francia, Bélgica, Germania, España, Portugal y muy especialmente el Británico, antesala a la conformación del imperio en Estados Unidos y luego desde ahí, el desarrollo del imperio sionista israelí en territorio Palestino-Árabe.
Todas estas estructuras de poder político bélico y mercantilista, tuvieron fines expansionistas y competitivos, causantes de numerosos genocidios , masacres y el sometimiento a diversos pueblos y sus culturas en Africa y América principalmente, involucrando a cientos de millones de personas de la población originaria que han sido de una u otra forma víctimas del colonialismo, cuyo propósito de fondo, fue y ha sido, la explotación de la naturaleza para fines industriales y de acaparamientos, como sigue ocurriendo en estos continentes y hoy ampliamente en los demás continentes.
Aunque desde la perspectiva de los derechos Humanos se ha avanzado en un estándar con una serie de tratados y convenciones, la realidad demuestra que el (neo)colonialismo –y su embrión, el racismo, siguen vigentes y que se evidencian en la explotación de territorios a favor de intereses transnacionales, hasta el control y reproducción en diversos sistemas educacionales y medios de influencia masiva.
Hoy este llamado neocolonialismo y todos sus derivados, ya no tiene figuras decorativas como ha venido ocurriendo tradicionalmente, tiene en el presente a perversos representantes en la cúspide del poder imperial, como sucede con Donald Trump, cuyo modelo, estructura y régimen que representa, se cae a pedazos en medio de su soberbia, tal cuál ha comenzado a caer en Chile el laboratorio neoliberal.
La rebelión que se ha levantado en Estados Unidos venía desde mucho antes y la crisis pandémica sólo retardó su estallido y era cuestión de tiempo. Tenía que ocurrir un gatillante y el miserable racismo estructural ha sido la causa, lo que seguramente tomará diversos caudales.
Lenguaje y racismo
En todos los países que tienen origen o expansión colonial occidental, predomina un pensamiento y lenguaje racista reproducido popularmente y que han sido alimentados por sistemas educativos y medios de comunicación ligados al poder político económico.
El asesinato de Floyd en Estados Unidos por la policía, develó los numerosos casos de violencia policial contra la población afrodescendiente así como las diversas escalas de racismo en la sociedad blanca estadounidense.
Estas prácticas tienen un tipo de lenguaje que hace ver a lo blanco como superior y a la negritud como la morenidad como algo malo, negativo, perverso, peligroso o inferior. A modo de ejemplo: Semana negra; Negros tiempos; Caja negra (de los aviones que es de color naranja y se asocia a los accidentes); Trabajar como un negro (esclavo); Tener un negro pasado; Día negro; Negros presagios; Magia negra; Mercado negro; Trabajo negro; El asunto se puso negro; Estar negro; La bestia negra; Lista negra; Septiembre negro; La oveja negra de la familia; Un pensamiento negro (fatalismo); Humor negro (hace referencia a chistes malsanos y también a un estado de ánimo negativo), entre cientos de otras palabras y frases con similar connotación.
Algunas de las características que se mantienen de manera predominante en estos tipos de países y sus regímenes, sostenidos por grupos “blancos” de poder, es la incapacidad de “Re convertirse”, impidiendo a toda costa avanzar hacia estados que reflejen la realidad diversa de las sociedades, por el contrario, en estos tiempos, aún existen quienes pretenden mantener los sistemas políticos y constituyentes de manera etnocentrista, homogenizante, unicentrista, colonial y desigual.
A pesar de estas realidades, la historia ha demostrado que nada, pero nada es para siempre, menos los imperios ni las oligarquías ni ninguna forma de supremacía, por mucha acumulación de riquezas que se tenga ni por todo el poder bélico que se ostente.
Alfredo Seguel
Comentario de Jorge E. Macías Jaramillo.
El racismo política de odio con todos los que nacimos y seguirán naciendo en los países por debajo de la frontera Sur de EU. Sin embargo a nuestros conciudadanos de América Latina allá los necesitan los explotan en el trabajo duro de más riesgos y menos salarios lo que les conviene a sus intereses mercantiles porque si dicho trabajo fueran realizado por población blanca de nacionalidad Norteamericana tendrían que pagarles mayor sueldo.
La Política Perversas de 1.racismo y 2.ecocidio son de verdadero odio hacia nuestros ciudadanos y países desde México hacia abajo, pero si les interesa nuestros recursos naturales incluidos los minerales que compran y nos pagan a muy bajos precios, y explotan como en Panamá sin respetar la integridad y subsistencia de nuestra ecología y biodiversidad por ejemplo con la mega minería en Donoso y La Pintada donde esta actividad la que más contamina el planeta porque además destruyen la selva tropical de altura primaria en el que debe ser el intocable Corredor biológico mesoamericano , el que devastan por lo que comenten ecocidio y desde el punto de vista económico de manera impositiva desfavorable para nosotros porque nuestros explotadores le ponen precio a todos nuestros valiosos recursos naturales en la bolsa de NY le ponen precios a su favor y en detrimento de nuestra economía. La mega minería de Canadá que nos impone una guerra destructiva y química sólo paga en Panamá el de risa. 2% de sus ganancias esto quiere decir que por cada $100.00 (cien dólares) de ganancia la empresa minera solo le entregan a Panamá $2.00 (dos dólares). Ante esta cruda triste injusta y devastadora realidad cada día somos más los Panameños que solicitamos que se declare moratoria hasta que se expulse de Panamá la mega minería.
En este tema convocamos a los panameños para unirnos todos sin diferencia alguna para exigir a nuestros gobernantes se nos unan para salvar a Panamá de la destrucción del ecocidio que comete la mega minería. Y todo el apoyo que con este propósito recibamos de las mujeres y hombres ecologistas de este planeta será bien recibido.
En Panamá para efectos de impuestos “si estoy bien informado” todas las empresas le pagan al fisco el 30%. Ya que las empresas mineras solo pagan el 2%, dejan de pagar el 28% de impuestos. En estos momentos de crisis económicas es momento preciso par dialogar con los señores empresaurios de la megaminería para explicarles y que paguen el 28% que nunca pagaron. Esto quiere decir que por cada 2 (dos) dolares pagados deben y tienen que pagar los faltantes 28 dólares. Dinero muy útil en este momento de crisis y sin necesidad de concederles nuevas tierras para la expansión de la megaminería porque está comprobado que la megaminería o minería metálica a cielo abierto con sus profundas excavaciones a 500 metros hasta mil metros por debajo de la superficie produce Ecocidio y amputación ecológica que jamás se va a recuperar.