Este lunes en La Cañada, Quilmes, alrededor de las dos de la mañana, Fernando Leguizamón y su compañera volvían a su casa cuando se cruzaron con un grupo de personas que estaban buscando a otra que, supuestamente, había robado un auto. A Fernando lo confundieron con el joven que buscaban y comenzaron a increparlo; entre los atacantes, se encontraban de civil los policías bonaerenses Rodrigo Valdez y Natalia Zuleta. En un momento, Valdez sacó el arma reglamentaria y le disparó dos veces; cuando cayó al suelo siguió pegándole patadas. Fernando murió pocas horas después en el Hospital de Quilmes. “Lo mataron a sangre fría, en frente mío”, dijo su compañera. Tenía 31 años y cinco hijos.
En las primeras horas del lunes, tras el supuesto robo de un automóvil, una pareja de agentes de la Policía Bonaerense, Rodrigo Valdez y Natalia Zuleta, junto contra otras personas, salieron de cacería a buscar a la persona que habría cometido el ilícito.
En ese mismo momento, Fernando Leguizamón y su compañera Yesica volvían caminando a la casa donde vivían. En el barrio La Cañada de Quilmes, en la avenida Mosconi, entre Tucumán e Islas Malvinas, se toparon con el otro grupo de personas que comenzó a increparlo, confundiéndolo con quien creían el autor del robo.
Los policías bonaerense que participaban del ataque a Fernando estaban de civil y nunca se identificaron como tal; en un momento, sin mediar ninguna situación de amenaza, Rodrigo Valdez sacó su arma reglamentaria y le disparó dos veces. Fernando cayó herido; sin embargo, en el suelo, los policías siguieron pegándole patadas.
Leguizamón fue trasladado al Hospital de Quilmes donde murió a las 11 de la mañana producto de las graves heridas de bala. “Mataron a mi marido a sangre fría, en frente mío”, describió escuetamente Yesica en un pedido de justicia a través de las redes sociales. Fernando era mecánico, tenía 31 años y cinco hijos.
Tras tomar conocimiento del hecho, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) envió un pedido de informe a la UFI N 7 de Quilmes, a cargo de Ximena Santoro. Según lo que circuló en medios de comunicación, por disposición de la fiscalía, en cumplimiento de la resolución 1390, las pericias en lugar del crimen quedaron a cargo de Gendarmería Nacional.
La CPM también realizó la presentación ante la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense para que se tomen las medidas necesarias para investigar la actuación de los policías y, si corresponde, ordenar la desafectación preventiva durante el curso del sumario y la instrucción judicial.