“Estamos en la provincia más rica y hacemos filas enormes para poder cargar una garrafa que no alcanza”

Ana, delegada del FOL Neuquén, tiene 44 años y vive en el oeste neuquino donde trabaja desde hace 8 años en la comisión de género acompañando y formando compañeras en las distintas asambleas de la Regional.

Ana cuenta que siempre estuvo involucrada en la militancia política hasta que empezó a participar en el FOL hace ocho años, a la edad de 36. Cuenta que las ganas de trabajar en la transformación social crecieron en Cipolletti, Río Negro. Allí fue criada en el seno de una familia en la que siempre era tema de conversación la cuestión de cómo el estado debía administrar los recursos ya que su papá militaba en un partido político. De adolescente comenzó a trabajar en los galpones familiares para poder independizarse.

“Trabajé en la política con el MPN y varios partidos, yo acompañaba a mi papá que era amigo del gobernador de Río Negro y bueno después me interesó mucho trabajar acá en la provincia de Neuquén pero no me gustaba como se trabajaba políticamente, o sea los negocios sucios que se manejaban por abajo siempre y la explotación para los trabajadores que realmente trabajaban y nunca recibían nada”

Esa experiencia le sirvió para definir cuáles serían sus principios políticos. En Neuquén, una de las provincias más ricas del país gracias a la explotación de petróleo y gas, Ana cuenta que las desigualdades sociales son abismales para quienes no trabajan en esa actividad.

“La diferencia entre el trabajo que hacemos en la organización es que nosotrxs somos uno solo para el mismo lado, y los partidos políticos solamente piensan en llenarse los bolsillos los que están arriba y que no les importa la gente que usan para llegar adonde tienen que llegar” dice Ana.

En 2013 se suma al FOL “como una compañera más” llegando a ser entre 20 y 25 personas que organizaban distintas actividades para afrontar las problemáticas que se viven en los barrios.

Las problemáticas que Ana identifica en los barrios son los abusos sexuales, otras situaciones de violencia y desocupación a la que el Gobierno hace oído sordo y continúa sin destinar recursos que requiere solucionarlo.

“Hay un abandono total en los barrios más carenciados, estamos en la provincia más rica y estamos haciendo colas inmensas para poder cargar una garrafa con un bono por mes que te da el ministerio de desarrollo y no te alcanza para nada” dice y agrega: “Nosotros lo vemos continuamente con miles de familias completas que vienen a pedir ayuda, están buscando laburo y no consiguen, en violencia no hay nada, tenés que saber golpear la puerta para que te la abran”.

Ana cuenta que la primera lucha que dieron fue cuando les quisieron cerrar su espacio, en el barrio Los Hornos en Valentina Norte Rural. “En la organización me empoderé para decir tenemos que defender esto, y como conocía los manejos políticos de la provincia usé eso para confrontar los políticos que nos impedían poder trabajar ahí ayudando a las compañeras”.

Como el tema que le interesaba trabajar a ella era la problemática de género se sumó a conformar esa comisión. “Quería poder acompañar a las compañeras que pasaron por abuso que no lo han podido superar porque yo lo pasé en la adolescencia. Esa es la parte más importante para mí, es ayudar a otras chicas”, explica.

En cuanto a las herramientas de trabajo que crearon dentro de la comisión de género para abordar estos temas, Ana cuenta que “tienen bastante camino realizado”, como capacitaciones en conjunto con la sub secretaria de mujeres para luego hacer un recorrido por todas las asambleas, acercando información. Además Ana dice “tengo varias puertas abiertas para ayudarles”, como la casa refugio del FOL para mujeres en situación de violencia de género. En estos ocho años dentro de la organización Ana cree que el FOL ha hecho un gran cambio en su vida.

“Lo que siempre trato de que más compas puedan ver, la diferencia de cuando llegamos al FOL y lo que llegamos a ser hoy”, dice y asegura que la organización le aportó en el sentido “de que hoy me siento realizada en muchas áreas, me di la posibilidad de no bajar los brazos, de seguir aunque estaba bastante mal con la separación del padre de mis cuatro hijos” asegura, y se refiere tanto en el plano económico como emocional.

Además hace énfasis en que la organización es siempre colectiva y por eso “tenemos que salir adelante por nosotros y por muchas más”, porque “para que una familia o para que una compañera pueda salir adelante, vale la pena y hay que seguir esforzándose para que esto cambie”.

Para terminar Ana refiere que en la Regional Neuquén como muchas otras provincias, la organización trata de tapar los baches del gobierno y los que más ofrecen a la comunidad es aprender un oficio. “Le abrimos la puerta a esa posibilidad, en eso trabajamos todos los días, es una herramienta que construimos para muchos que quieren cambiar esto de estar desocupado y seguir luchando por una vida digna”.


Fuente: https://folweb.com.ar/nota/2348/ana_delegada_del_fol_neuquen_estamos_en_la_provincia_mas_rica_y_hacemos_filas_enormes_para_poder_cargar_una_garrafa_que_no_alcanza/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *