La Corte Suprema no recibió al Tercer Malón de la Paz

Ayer 3 de agosto, el Tercer Malón que permanece en la ciudad de Buenos Aires, realizó una conferencia de prensa, frente a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En la rueda, integrantes de los pueblos originarios y su abogado, Eduardo Barcesat informaron que no fueron recibidos por los miembros de la Corte: “hemos no tenido no una respuesta, sino un maltrato. Pudimos sólo ingresar a mesa de entrada, allí bajó un funcionario de la Secretaría administrativa y después de escuchar a qué veníamos, vuelve de entrevistarse con la vocalía del presidente de la Corte, el doctor Rosatti, y nos manda a decir que dejemos un teléfono que hoy no nos pueden recibir”. Las comunidades se encuentran desde el lunes en Buenos Aires, luego de marchar  desde la Quiaca. Es la tercera vez en la historia del país, con un mismo reclamo, el respeto de sus derechos y tierras ancestrales y para ello debe ser abolida la reforma de Morales. Desde 1994 en la Constitución Nacional se incorporaron artículos y tratados que amparan a los pueblos originarios  pero hoy  siguen siendo sólo correctos enunciados escritos, aunque desafiados por el gobernador de Jujuy.

De izquierda a derecha: Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti.

Por Estefanía González, ANRed.

En Jujuy las manifestaciones con cortes de ruta, permanencias, marchas se sostienen hace más de 40 días, sufriendo represión con detenciones, heridos y hasta personas que han perdido los ojos. La reforma impulsada por Morales, no sólo afecta a las comunidades originarias sino a toda la población trabajadora jujeña. Por eso la resistencia encuentra a pueblos originarios, mineros, trabajadores de la salud, la educación, en un mismo reclamo: que caiga la reforma.

El Tercer Malón de la Paz, llegó a Buenos Aires este martes, luego de marchar desde la Quiaca y pasar por diferentes ciudades recibiendo el apoyo de diversas organizaciones. Reclaman: al presidente Alberto Fernández, la intervención de la provincia ante la violación a los derechos humanos por parte del gobierno de Gerardo Morales ; a la Corte Suprema, que se expida por la inconstitucionalidad de la reforma provincial; y al Poder Legislativo que sancione la Ley de Propiedad Comunitaria Indígena.

El Malón de la Paz en su paso por Rosario.

Permanecieron frente al edificio de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y el miércoles esperaban ser atendidos. Ayer también, alrededor de las 11, se realizó la presentación del Proyecto de Creación de una Comisión Investigadora sobre la Reforma Constitucional en la Provincia de Jujuy y de una Comisión sobre Pueblos Indígenas, que se trató, durante la  tarde, en el  Anexo A, de la Cámara de Diputados de la Nación.


Al mediodía miembros del Tercer Malón, junto a su representante Eduardo Barcesat, brindaron una conferencia de prensa frente a la Corte luego de que el presidente de la misma, Horacio Rosatti, el vicepresidente Carlos Rosenkrantz, y los ministros Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, se negaron a recibir a las comunidades.

“Nos sentimos con un dolor en el corazón, venimos de una provincia donde no tenemos justicia, donde no fuimos atendidos cuando fuimos una multitud a la casa de gobierno. Después de eso nos mandan una represión feroz, la cual nos dejó muchos trastornos en nuestras cabezas, mucho miedo a la policía porque tenemos persecuciones, muchos fueron detenidos. No vamos a volver al a la provincia de Jujuy sin antes tener una respuesta. Porque están vulnerando nuestros derechos, estamos defendiendo las leyes acá, que se cumplan.”, contó una mujer miembro de las comunidades en la rueda de prensa frente a diversas organizaciones que los acompañan.

“Pedimos la intervención de la provincia y la nulidad de la reforma. Y que tengamos derecho a manifestarnos sin  miedo a que un gobierno dictador nos meta cárcel y nos digan que  tenemos que pagar tanto, cuando ni siquiera tenemos un peso en el bolsillo. Los maestros que salieron a manifestarse también están en la misma situación, les están llegando contravenciones. Me siento con tremendo dolor porque nosotros vimos para hablar, a esta audiencia, para entrar los hermanos, 10 designados por todos los pueblos de Jujuy y, ¿qué dijeron?, cinco, y después, dos y luego 1.”

Permanencia frente al edificio de la Corte Suprema.

Por su parte Eduardo Barcesat que acompaño a las comunidades relató el hecho: ” Hemos tenido no una respuesta, sino un maltrato. Es decir, primero para ingresar, para aceptar que fueran compañeros representantes de los pueblos. Finalmente ingresamos a la mesa de entrada, allí bajó un funcionario de la Secretaría administrativa y después de escuchar a qué veníamos, volvió de entrevistarse con la vocalía del presidente de la Corte, el doctor Rosatti y nos mandó a decir que dejemos un teléfono, que hoy no los puede recibir, que ya se van a comunicar cuando puedan”.

Ante esto las comunidades evalúan profundizar las manifestaciones en la capital y en Jujuy. “Nos sentimos discriminados, si en Jujuy no tenemos justicia acá deberíamos tenerla. Nos están cerrando todas las puertas estamos acá en la intemperie, no nos vamos a ir, si quieren vamos a morir acá. Haremos huelga de hambre, nos estaremos pudriendo en el sol, de frío y que vengan los canales, que nos vean”, expresó la mujer.

El letrado, informó además que pese al destrato, continuarán en paralelo con presentaciones legales,  “Pasamos por alto los agravios que para cada uno de nosotros puede significar esto, hemos dejado un teléfono para que se comuniquen, veamos si va a ver respuesta. Pero no queda otra llamamiento para hacer que el de  mantener la movilización, la única manera de que sean escuchados y que su reclamo, para abolir la reforma de Jujuy, tenga efectivamente tratamiento. Seguimos peleando, no hemos bajado los brazos en iniciativas institucionales, denuncia penal que vamos a ingresar contra aquellos que han ofendido a los pueblos originarios y la constitucionalidad argentina. Vamos a pedir que Gerardo Morales y su camarilla sean llevados al estrado judicial. Sabemos que no es el mejor momento desde el punto de vista de lo que llamamos Poder Judicial de la Nación pero hay que hacer las cosas para que se sepa quiénes son los que ofenden el orden jurídico, el sentido de patria y quiénes son los que ofenden a los que ocupan este territorio desde sus ancestros hasta aquí, con el más legítimo de los derechos, desde pertenecer a la tierra, honrar sus ancestros y a la pachamama.

La “constitucionalidad”, sólo en los papeles, pero no en los de Morales

Se suele adjetivar a la reforma de Gerardo Morales, aprobada con el apoyo del radicalismo y  sectores del peronismo, como “constitucional”. Pero lo cierto es que de constitucional, no tiene nada. Fue aprobada entre gallos y medianoche, sin la participación de los habitantes de la provincia y sus artículos reformados violan derechos amparados en la Constitución Nacional y Tratados Internacionales de Derechos Humanos con rango constitucional.

Repasemos. En 1992, por la ley 24.071 se ratificaba en Argentina el Convenio 169 de la OIT, una de las herramientas jurídicas más importantes para la defensa de los derechos indígenas. Fue en el 2000 y con entrada en vigencia en 2001. Hoy con rango constitucional, el convenio destaca por establecer y obligar a los Estados a respetar a las comunidades, su preexistencia, la garantía de sus derechos y la propiedad comunitaria por la importancia fundamental que tienen para los pueblos la relación con sus tierras y territorio.

Pocos años después, en la reforma de la Carta Magna del año 1994, se eliminó el artículo 67 inciso 15 redactado en  1853 que establecía que correspondía al Congreso Nacional: “Proveer a la seguridad de las fronteras; conservar el trato pacífico con los indios, y promover la conversión de ellos al catolicismo”; y se incorporó  el artículo 75, inciso 17 que reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas; ordena al Congreso Nacional en concurrencia con las provincias,  garantizar el respeto a su identidad y una educación bilingüe ; reconocer la personalidad jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que ocupan tradicionalmente, regular la entrega de otras aptas para su desarrollo humano; y que ninguna de ellas puede ser enajenable, transmisible o susceptible de gravámenes o embargos y asegurar la participación de las comunidades originarias en la gestión referida a los recursos naturales e intereses que las afecten. La aprobación se dió por unanimidad y ante la presencia de más de 300 representantes de pueblos originarios de todo el país que venían  luchando por ser reconocidos en el nuevo texto. Fue en el Paraninfo (sala de actos públicos) de la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe. En la convención reformadora, estaban como constituyentes (entre tantos que mejor NO olvidar), Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda, ambos por el Partido Justicialista.

Miembros de las comunidades reunidos en el la Universidad Nacional del Litoral para la convención reformadora, agosto de 1994. Foto: archivo de la Universidad Nacional del Litoral

En la reforma se incorporaron además otros tratados que contemplan en mayor o menor medida, derechos de pueblos originarios y luego en 2007  fue aprobada La Declaración de las Naciones Unidas de Pueblos Indígenas y en 2016, La Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, también dos leyes nacionales 23.302 sobre Política Indígena y apoyo a las Comunidades, y 26.160 con sus prórrogas, que declaró la emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras ancestrales y suspendió los desalojos de las comunidades hasta que se culmine el relevamiento territorial ( que no se culminó) y podemos seguir mencionando.

La reforma del 94 se celebró como cambio de paradigma hacia una diversidad cultural y respeto a las comunidades originarias y  los derechos humanos. Pero lo cierto es que en los hechos, los distintos gobiernos dejaron en los papeles estos lindos artículos y tratados, aunque Morales, hasta se animó a borrarlos. El Malón de la Paz es el tercero porque es desde la colonización que los pueblos originarios vienen resistiendo, el primero fue en 1946 ante el gobierno de Juan Domingo Perón, quien los recibió pero luego, durante la noche, los obligó a un retorno forzoso en trenes hacia la Puna, mandándolos a reprimir y el segundo en el 2006. El Tercer Malón de la Paz, otra vez, desde la Quiaca a Buenos Aires reclama lo mismo, lo incumplido: la restitución de sus tierras ancestrales, el respeto a la vida, a su cultura, a la naturaleza, amenazados hoy aún más con la reforma de Morales.

Desde Abrapampa (Jujuy) iniciaron el 15 de mayo de 1946 la marcha hacia Buenos Aires, para reclamar al Presidente Perón por las tierras usurpadas .Arribaron a la capital el 3 de agosto del mismo año. Foto: Archivo General de la Nación.

Un poco caminando, un poco subiendo a micros, desde el límite más norte de nuestro país, llegaron a donde “atiende dios”. Golpearon ayer en una de sus oficinas, donde 4 ministros, (desde enero  todos sometidos a juicio político por mal desempeño de sus funciones) dos de los cuales, Carlos Fernando Rosenkrantz y Horacio Daniel Rosatti,  fueron designados por decreto de Mauricio Macri; con cargos casi vitalicios ( hasta los 75, con posibilidad de ratificarse con acuerdo del Senado y el Ejecutivo), con una compensación económica inimaginable para un trabajador: tienen el control de constitucionalidad último en nuestro país. No atendieron, dijeron estar ocupados, parece que «dios” está  en el  “séptimo día”.

Pero en Argentina se sabe, que los derechos reales se logran en las calles y las comunidades originarias no están dispuestas a volver con las manos vacías, como en 1946.

Foto: Germán Romeo Pena.

Ahora, ¿será posible cambiar hacia un paradigma institucional de respeto a las comunidades, sus territorios y todo lo que habita en ellos sin modificar el modelo de producción capitalista y extractivista que se sostiene y  profundiza desde la colonización? Los hechos demuestran la respuesta.


Fuente: https://www.anred.org/2023/08/04/la-corte-suprema-no-recibio-al-tercer-malon-de-la-paz/

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